-Elizabeth, bastante bien que se te da ignorarme las llamadas luego de siete años. Además, ¿no es loco que tenga que exponerme ante el FBI por ti?
Tras la finalización del instituto ella escapó lejos de él con una sola finalidad; alejarse de su burb...
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"No eres la única que tiene problemas.
Ambos los tenemos.
¿Y ellos? Tendrán que sobrevivir a los nuestros"
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📍 Philadelphia , PA
Jughead llegó a la casa y observó como los niños corrían hacia abajo.—Un día se van a caer de la escalera.
—¡Estamos listos para el parque!—gritó Max.
Jughead sonrió—¿Su madre irá?
—Ujum, y llevará a Milo—soltó Amelie.
—Bueno, ¿puedo ir a cambiarme?—preguntó con cierta diversión.
—Si—soltaron ambos niños.
Él rió para subir y no demoró más de cinco minutos en bajar—¿Llamarán a su madre?
—Está afuera con Milo.
—¡Yo tengo la pelota!—Max levantó el balón.
—Yo quiero jugar también.
—¡Obvio!—soltó Max—Le patearemos el tracero a papá—le murmuró en voz alta y Jughead lo escuchó.
—Ya lo veremos. Pero yo cuando era niño, gané un campeonato como mejor futbolista del país.
—No les mientas—Betty entró con Milo en brazos y el ceño fruncido—. Eras malísimo, un vez intentaste jugar y terminaste con un yeso.
—Gracias eh—soltó con cierta diversión.
La rubia bajó al cachorro y tomó la correa—¿Está muy lejos el parque?
—Diez cuadras—soltó este subiendo su campera.
—Bueno, a caminar—aseguró Betty.
—¿No podemos ir en el auto?
—No, vamos a ir caminando porque no hay nada mejor que ejercitarnos—habló Jughead y los niños lo miraron con el ceño fruncido—. No me miren con esa cara.
Y así, la rubia fue testigo de como los niños iban caminando adelante mientras Jughead contaba algo que ella no podía escuchar. Solamente llevaba el perro de la correa mirando la situación. Al llegar al parque, Max dejó caer el balón en el césped y la rubia solo se sentó mientras le tiraba una rama a Milo y el cachorro corría a buscarlo y volvía. Sin embargo no podía evitar mirar de reflejo a sus hijos correr con Jughead y este haciéndolos caer en el piso.
