-Elizabeth, bastante bien que se te da ignorarme las llamadas luego de siete años. Además, ¿no es loco que tenga que exponerme ante el FBI por ti?
Tras la finalización del instituto ella escapó lejos de él con una sola finalidad; alejarse de su burb...
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"No eres la única que tiene problemas.
Ambos los tenemos.
¿Y ellos? Tendrán que sobrevivir a los nuestros"
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📍 Philadelphia , PA
La rubia llevó su vista hacia la niña que entraba en la cocina mientras preparaba el almuerzo del día sábado mientras los niños habían ido por voluntad propia a acompañar a su padre por las compras de recursos faltantes a último momento.
—¿Necesitas ayuda?—preguntó Kiera.
—¿Quieres poner la mesa?
—Claro—esta se acomodó el vestido mientras comenzaba a colocar la mesa—¿Sabes que? A mi mamá no le gustaba que pusiera la mesa—rió—, pero nunca supe por qué.
—Pues seguramente tenía su razón.
—Pero solía ponerla también. A veces trabajaba hasta tarde y otras simplemente estaba cocinando.
La rubia la miró—Kier, haremos lo posible para traerla nuevamente.
—Lo sé, pero también se que ella confía lo suficientemente para irse y dejarme aquí con ustedes. Son una buena familia.
El corazón de Betty se estrujó al escuchar aquello—Estás a salvo con nosotros.
—Gracias—las puertas se abrieron y Amelie corrió junto a Kiera para entregarle un postre que Jughead había comprado para cada uno.
—Trajimos todo—soltó Jughead dejando las bolsas y dejó un beso en la mejilla de la rubia para pasar sus manos por la cadera de esta.—¿Ayudo a poner la mesa?—miró a Kiera.
—Oh no, ya la termino yo—sonrió la niña mientras Am y Max habían comenzado a ayudarla.
—¿Será idea mía o cada día te veo más hermosa?—preguntó a su oído, en un susurro.
Esta se volteó con una ceja alzada para murmurarle "saca tus manos de mi vientre y haz que los niños se laven las manos que vamos a comer"
—Gruñona—soltó este para morder el lóbulo de su oreja y con una sonrisa aplaudió—Los tres a lavarse las manos que es hora de almorzar.
—Genial, porque estaba con mucha hamb—Cheryl dejó de hablar cuando la puerta se abrió y Emma pasó con los papeles—,ya no tengo tanta hambre—aseguró caminando fuera de la vista donde estaban todos y se acercaba a besar los labios de Emma.
—Cheryl, estoy cargada de papeles. ¿Me dejas pasar o me ayudas?—preguntó obvia.
—Ya, pasa—Emma quedó incrédula y cuando fue a pasar, Cheryl le golpeó en los glúteos—¡Ya!—gritó de mal humor, pero la rubia se acercó para señalaracon un utensilio de cocina.
