-Elizabeth, bastante bien que se te da ignorarme las llamadas luego de siete años. Además, ¿no es loco que tenga que exponerme ante el FBI por ti?
Tras la finalización del instituto ella escapó lejos de él con una sola finalidad; alejarse de su burb...
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"No eres la única que tiene problemas.
Ambos los tenemos.
¿Y ellos? Tendrán que sobrevivir a los nuestros"
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📍 Philadelphia , PA
La rubia estaba con los tres niños en su habitación—Mamá, yo digo que el de flores largo te debe quedar lindo. Como una princesa—sonrió Max.
—Es muy largo, pero es bonito. El blanco también, o el violeta—señaló Kiera que era pegado al cuerpo.
—¡El violeta!—aseguró Am emocionada—¿De dónde has sacado tantos vestidos?—preguntó curiosa.
—Es obvio, de papá—soltó Max—¿No lo viste entrar como con cinco bolsas?
Betty rió y se sentó en la cama, mirando a los tres niños quienes la miraban a ella—¿Han pensado que piensan hacer luego de comer?
—Pues...—los niños se miraron—, pensamos en pedirle a Jughead para ir a la feria de atracciones, esa grande—aseguró Kiera—Digamos, Max y Am nunca fueron.
—Yo creo... que deberían ir a convencer los tres juntos a Jughead. Mientras, yo me iré a bañar y luego los ayudaré a ustedes a cambiarse—soltó mirando el reloj.
—¡Si!—festejó Max y junto a Am corrieron, pero Kiera esperó un poco.
—Betty—esta la miró—, el vestido violeta te va a quedar muy bonito—y tras eso salió rápidamente, dejando a la rubia ver el vestido ajustado al cuerpo pero informal, en cierto punto. De hecho quería tomar un jean y una remera, pero por alguna razón la ilusión de los niños le ganó y se vistió como ellos quisieron. Mientras se bañaba, la puerta del baño se abrió y se cerró.
—"Por favor" "Somos buenos niños, queremos divertirnos" "Puedes llevar a tus amigos con armas" "Nos portaremos bien"—hizo burla con una voz chillona mientras se retiraba los zapatos y la remera, como si estuviera decido a meterse en la ducha con ella, y era algo que iba a hacer.
—¿Cediste?
—¿Tu sabes como pierdo la seriedad cuando veo los ojos de tu hija con ese color? Simplemente no puedo decirle que no, y menos a Max con las manos en el pecho y un puchero, con labios idénticos a los tuyos—este se retiró el pantalón y el bóxer para entrar, haciendo que la rubia se girar para mirarlo.
—¿Notaste que me estaba bañando?
Este la corrió hacia afuera del chorro de agua para colocar su cuerpo y mojarlo entero—Si, por eso he entrado—rió mientras se volvía a correr y tirar de ella para que se colocara bajo el chorro.
