❝Capítulo veintiuno❞: It's six am

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 "No eres la única que tiene problemas

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"No eres la única que tiene problemas.

Ambos los tenemos.

¿Y ellos? Tendrán que sobrevivir a los nuestros"

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📍 Philadelphia , PA

La rubia se levantó con un dolor en su cabeza grande. Suspiró al ver como estaba en su cama y se sentó para observar su reloj. Era demasiado temprano, y aún más cuando recordó que era domingo, así que optó por levantarse y entrar a la ducha.

Se sentó en la bañera mientras el agua se llenaba. Tomó aire con sus ojos cerrados mientras el frío le estaba lastimando la piel pero no quería estar bajo el chorro de agua. Recostó su cuerpo hacia atrás con cierto dolor; ese dolor en el pecho que te lastimaba hasta los huesos.

Solía hacer eso, pero lo comenzó a hacer ese día. El día que se encontraba sola en su casa mientras su hermana dormía. Eran adolescentes, ella tenía 18 y su hermana recién había entrado a los 15 pero áun así la había cuidado toda la vida.

Minutos antes le había llegado un sobre mensual que una organización extraña había mandado desde que sus padres dejaron de estar ahí en la casa, era una forma de manutención, pero nunca preguntó ni le interesó saber de donde venía. Era suficiente para comer y tener ciertos caprichos, pero ese día en particular lo estuvo esperando para ir a comprar el test de embarazo.

No, no tenía falta de su periodo ni se sentía mal pero dos noches anteriores una vieja señora que la conocía se le acercó diciendo que tenía que hablar con ella.

Era gitana, por alguna razón varias personas la rechazaban pero sobretodos aquellos con sangre italiana. Tal vez no lo hayas escuchado si no es de un Italiano, abuelos italiano o padres italianos, no se habla de ellos pero si de su discriminación—la cual no tiene justificación—, pero es algo que se mantiene desde antes de la guerra.

Cuando la mujer se acercó le sonrió para saludarla y comenzar a explicarle que la buscaba porque había soñado con ella. Le preguntó si podía servirse una taza de té—y esta lo hizo confundida—, luego le pidó que revuelva la taza tres veces y luego la deje en la tetera, golpeando tres veces el fondo. Y cuando la mujer tomó la taza asintió en ella misma, comprobando que tenía razón.

La rubia estaba claramente confundida pero siquiera preguntaba, claramente que no esperaba que la señora le contara su sueño y lo confirmara con aquello; "Te vi a ti caminando en un campo, ibas sola pero tenías el vientre abultado. Estabas sumergida en una profundidad de dolor, buscando escaparte de eso"

Habrá estado cinco minutos hablando con la mujer mientras negaba su embarazo. A la señora no le importaba mucho porque ella estaba segura de lo que había visto y comprobado. Misma comprobación que hizo la rubia dos días luego y tras ver el positivo, lo mejor que hizo fue tirar el test de embarazo al final de bote de basura y en estado de conmoción, entró a la ducha. Tal como estaba ahora. Solo que esta vez no estaba embarazada.

We Have Issues// BugheadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora