-Elizabeth, bastante bien que se te da ignorarme las llamadas luego de siete años. Además, ¿no es loco que tenga que exponerme ante el FBI por ti?
Tras la finalización del instituto ella escapó lejos de él con una sola finalidad; alejarse de su burb...
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"No eres la única que tiene problemas.
Ambos los tenemos.
¿Y ellos? Tendrán que sobrevivir a los nuestros"
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📍 Philadelphia , PA
Mientras todos desayunaban, Lisa apareció por la puerta ganándose las miradas.—¡Tití!—festejó Am—¿Vienes?
La chica asintió y se sentó al lado de su sobrina para tomar algo de desayunar—¿Estás bien?—preguntó Betty mirando a Lisa.
—Si, aunque... Jughead, tú conoces a Allison, ¿verdad?
—Si—asintió sabiendo a quien se refería.
—Bueno—tragó lo que tenía en su boca—, iré a verla.
—¿Quién es Allison?—preguntó la rubia mirando a Jughead y Lisa.
—La madre del niño que comparte padre con otra bendición—soltó esta sin dar detalles mientras sus sobrinos la miraron como si hablara en otro idioma, pero Betty lo entendió.
—¿Por qué irás a verla?—preguntó Jughead.
—Para tomar una decisión—contestó la rubia y miró a su hermana—¿Quieres que te acompañe?
—Sinceramente quiero ir sola—esta giró su cabeza al escuchar un ruido y vio bajar a Kiera con su madre.
—¡Kier!—festejó Am—¡Volvió tu mamá!
—Te dijimos que volvería—asintió Max orgulloso.
Lisa solamente tomó las llaves de auto y se fue de ahí, dejando la sala con las dos familias.
—¿Algo para desayunar?—preguntó Betty— Hay café ya hecho en la cafetera.
—Gracias—agradeció tomando una taza—. Ya cuando Kiera apronte sus cosas, nos iremos a casa.
—¿Kiera puede venir a jugar algunos días?—preguntó Amelie.
—Claro—asintió Jughead.
Carla miró a Am—¿Te gustaría? Podrían también ir a mi departamento a jugar.
—Podría mostrarte mi cuarto—asintió Kiera sentándose junto a los niños y Carla al lado de su hija.
Lisa por su parte manejó unos quince minutos con la música baja en el mercedes clase S, color gris. Estacionó frente a una librería y no bajó hasta unos dos minutos luego . Claramente, estacionar ese auto por aquella zona llamó la atención de más de uno pero no le importó; necesitaba escuchar a aquella mujer y su historia, necesitaba saber si llevar el embarazo adelante era algo bueno o no. La campanilla sonó cuando entró e hizo una mueca al no ver a nadie más que a la chica quien levantó su vista del mostrador y le regaló una sonrisa.
