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Soonyoung silenció el micrófono de su teléfono—Jihoonie... Mís padres llegaron ahora, le dije a mi madre que iré a casa a verlos pero sabe que estoy contigo y me pidió que te llevara.

Jihoon abrió los ojos con sorpresa—¿a-ahora?

Soonyoung asintió—si, ahora... Aunque si no quieres está bien, todo es muy apresurado, le diré a mi madre qu-

No, espera—interrumpió Jihoon, quitándole el teléfono a Soonyoung que estaba a punto de activar el micrófono de nuevo—voy contigo, sólo tengo que avisarle a mis papás.

Soonyoung asintió con una pequeña sonrisa, le dio un beso en la frente al menor y tomó su teléfono de nuevo para quitarle el silencio al micrófono—si mamá, vamos para allá, ya estamos cerca de casa de Jihoon y sólo vamos a pasar para avisarle a sus papás.

La señora sonrió, emocionada—¡que bien!, aquí los esperamos, hijo.

Soonyoung se despidió de su madre y tomó la mano de Jihoon nuevamente, caminaron hacia la casa del menor.

Avisaron a los padres del menor, los cuales no tuvieron problema con ello y salieron de nuevo ahora rumbo a la casa de Soonyoung.

Creo que estoy más nervioso que tú—dijo Soonyoung con una risita.

Jihoon lo miró—no me digas eso, me vas a poner más nervioso.

Soonyoung paró, haciendo que Jihoon también lo hiciera—si te sientes incómodo me lo puedes decir, sin pena.

Jihoon sonrió—no me voy a sentir incómodo, tranquilizate.

Soonyoung sonrió, tomó el rostro de Jihoon entre sus manos y se acercó lentamente.

Jihoon acortó la distancia, posando sus labios sobre los del mayor y este lo tomó de la cintura.

Jihoon se desenvolvía con menos pena, correspondía los dulces e inocentes besos de Soonyoung, quien hacía suaves movimientos y lideraba el beso.

Se separaron después de unos momentos, el mayor sonreía ampliamente y el menor lo miraba mientras sonreía con ternura.

Bien, sigamos entonces—dijo Soonyoung, tomando su mano de nuevo y comenzando a caminar.





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