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El día siguiente por la mañana, Jihoon llegó a la escuela y estaba a punto de entrar a su salón de clases pero se detuvo al escuchar a ciertos chicos conversando.

¿Por qué no nos habías contado sobre él?—preguntó Jun, más como un reproche.

El corazón de Jihoon comenzó a latir fuertemente, ¿sería posible qué...?

Soonyoung rodó los ojos—no hace mucho que nos conocemos, se acaba de mudar hace pocas semanas.

Jihoon sintió sus esperanzas hacerse pedazos, ¿cómo fue tan tonto cómo para pensar que podrían estar hablando de él?

Así que por eso has estado tan contento—dijo Jun y levantó las cejas con diversión.

El pecho de Jihoon dolió, no entendía por qué, pero sentía unas ganas inmensas de salir corriendo y dejar de escucharlos, ya no quería escucharlos.

Claro que no, cállate—respondió Soonyoung molesto.

Pero si ayer nos dijiste que nos fuéramos para poder irte tú solo con él—dijo Jun con un puchero, ofendido y cruzándose de brazos.

Los ojos de Jihoon se abrieron con sorpresa, así que estaban hablando del chico aquel, el de la sonrisa perfecta.

No fue así—dijo Soonyoung—ustedes sólo traían un paraguas, ¿cómo íbamos a usarlo los 3? Me olvidé del mío, y dio la casualidad de que él todavía no se había ido.

Jihoon, al escuchar eso, se sintió un poco más relajado.

Claro...—dijo Jun—¿por eso lo invitaste a tú casa? Al menos nos hubieras avisado, para no interrumpirlos.

Jihoon no sabía que hacer, una parte de él quería irse, estaba dolido aunque no quisiera aceptarlo.

Pero otra parte de él quería saber, quería saber todo lo que pasaba con Soonyoung, aunque eso implicara perder la esperanza de llegar a ser algo para el mayor.

Piensa lo que quieras—dijo Soonyoung, rodando los ojos.

Los demás alumnos comenzaron a llegar, sacando de su ensoñación a Jihoon, ya que estaba en la puerta impidiendo el paso.

Se hizo a un lado, dejando pasar a algunos y después de un largo suspiro entró.

No podía ver a Soonyoung, no sabía si podría controlarse y actuar normal cuando tenía unas inmensas ganas de llorar.



Las clases se hicieron eternas para Jihoon, al oír el timbre que anunciaba el receso se sintió aliviado.

Quería salir corriendo y abrazar a sus hyungs, simplemente ya no quería estar ahí.

Iba a levantarse para salir, pero al ver que Soonyoung también se dirigía hacia la puerta prefirió quedarse en su lugar.

Jun y Wonwoo iban tras él, luego el chino detuvo a Wonwoo para después susurrar—ahí está... y aun así lo niega todo.

Jihoon miró hacia la puerta, el chico de la sonrisa perfecta estaba fuera del salón, claramente esperando a Soonyoung y el mayor se acercó a él con las mejillas algo rojas.



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