PRESAGIO (Terminada)

31. "Emprendiendo el viaje"

—Tienes razón— afirmó el elfo.

Kakashi, a diferencia de Tsunade, era una persona de acción. Gracias a ser entrenado como soldado, pensaba de forma objetiva. Sin duda sería un gran comandante de ejército.

—¿Cuánto durará el viaje?— preguntó el jinete.

—Para un hombre a caballo, serían tres días. Desgraciadamente, vamos cargados de carretas, llevamos ancianos, niños y ganado, así que demoraríamos dos semanas, como mínimo.

—Demasiado tiempo en el camino. Sé que debemos partir, Madara a descubierto nuestro escondite y sin duda enviará más soldados,— habló Sakura —pero dos semanas de viaje también nos expone. Si nos atacan y no estamos preparados...

—Lo sé, pero es momento de tomar riesgos. Esta tierra no aguanta más sangre— Kakashi dió un golpe en su mesa —Debemos salir y luchar con todo lo que tenemos, aunque muchos de nosotros perderemos la vida antes de llegar a la escalinata de la fortaleza negra.

—Estoy de acuerdo— afirmó el elfo —Por esa razón quería partir a Galadh Mallen. Naruto necesita entrenamiento antes que la verdadera batalla comience .

—Pensaba decírselo a Lady Tsunade, pero no tuve oportunidad— admitió el jinete —También hay algo que quiero comprobar.

—¿Qué cosa?— preguntó curiosa la pelirroja.

—Cuando peleaba con la hechicera del cabello azul, una persona se comunicó conmigo mentalmente. No ví su rostro, pero se hizo llamar "El sabio doliente", dijo que estaba aguardando mi llegada.

—¿Tu llegada, dónde?— preguntó Kakashi.

—No lo sé— el muchacho se encogió de hombros  —¿Sasuke, has escuchado alguna vez ese nombre?— el elfo se quedó pensativo.

—No— respondió.

—Comprendo el motivo de su partida, pero les pido de favor que se queden con Los Rebeldes hasta que lleguemos a Suna— dijo Kakashi —Nuestros soldados no serán capaces de defender a tantas personas si nos atacan en el viaje.

Naruto miró a Sasuke y este suspiró derrotado, no había manera de convencer al jinete de dejar desprotegidas a las personas.

—Es tu decisión, amlugben— dijo el elfo y él sonrió.

—Está bien, los acompañaremos. Pero en cuanto lleguemos a Suna, me temo que debemos partir.

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La fila de carretas, personas y animales, era más larga de lo que Naruto hubiese imaginado. El sonido era ensordecedor; los caballos relinchando, los niños gritando o llorando, los ancianos protestando renuentes a dejar su hogar y pertenecias... Era difícil abandonar el lugar que les dió refugio por más de ochenta años, pero ya no estaban seguros en él.

La procesión salió por el túnel de emergencia, justo por donde penetraron los hombres bestia tres días antes. Naruto había convencido a Sasuke de montar un caballo, el elfo estaba realmente reacio a obligar un animal a ser usardo como transporte. Él montaba sobre Kurama, y Sakura en otro corcel.

El oscuro y enorme túnel se extendió por varios kilómetros, justo al atardecer del mismo día, vieron la luz. Salieron en un bosque de coníferas del otro lado de la cordillera de las Dôltaur. No pasó mucho tiempo hasta que encontraron un sendero entre los árboles y fué más sencillo el avance, sobre todo para el ganado y las carretas. Las hojarasca seca del suelo crujía bajo las ruedas de madera y los cascos de los caballos.