—¡Kakashi, desobedeciste órdenes!— una voz raspoza llamó la atención de todos.
Desde el interior del túnel se acercó un hombre de cabello largo y negro. Su piel era tan pálida que resultaba desagradable a la vista. Sus ojos de un brillo amarillento y extraño. Llevaba una túnica púrpura con una serpiente dorada bordada al frente, sus manos juntas bajo las mangas demasiado largas. A su lado, en cada extremo, dos más vestidos de la misma forma, pero cubrían sus cabezas con capuchas.
—La situación lo ameritaba— contestó el peliblanco, con gesto severo —La embajadora ha regresado con el jinete de dragón y un invitado elfo— añadió.
El extraño se acercó con prepotencia y observó la marca en la frente del muchacho, luego a Sasuke. Sonrió de lado y se paró en medio de la estancia. Naruto se fijó por primera vez en el lugar, era una cámara de piedra en forma cuadrada, iluminada por extrañas antorchas de cristal que no tenían llama. La luz ambarina daba una sensación de calidez, pero también hacía que los ojos del hombre de la túnica se vieran más raros.
—Aún así...— el pelilargo se frotó las manos —...debo seguir el protocolo.
—Lord Orochimaru,— dijo Sakura con una expresión de furia en su rostro —doy fé como embajadora, que mis compañeros de viaje son leales a nuestros principios. No hace falta una intervención de ese tipo. Estamos agotados del viaje y la lucha, el jinete necesita ser atendido...
—¡Calla! Una mujer... de tu condición, debería saber cuando cerrar la boca— gritó el hombre. Kurama gruñó y él dió un paso lejos del dragón, asustado.
—No me gusta ese tipo— dijo el animal, Naruto estiró una mano y le acarició el morro para tranquilizarlo, pero hasta él se estaba molestando.
—No sabemos donde estubieron...— continuó —...por lo que sé, cualquier mago de Madara pudo poner un hechizo en ustedes o hacerles jurar lealtad en el idioma antiguo— la señaló con un dedo largo y de uña oscura —Debo examinar sus mentes, es una orden de Tsunade.
—Lady...— aclaró Kakashi —...Tsunade— Orochimaru hizo un gesto con la mano, restándole importancia —Hazlo de una vez, necesitamos ponernos en marcha.
—¿Revisar nuestras mentes?— preguntó Naruto.
—Sinó, pueden salir por donde mismo entraron— aclaró el pelilargo. El jinete asintió desconfiado —Bien— se acercó a Sakura y cerrando los ojos, contactó con su conciencia. Observaron como fruncía el ceño una y otra vez. Ella sonrió con suficiencia y el mago se alejó con una mueca de desprecio —Ahora tú— señaló a Naruto.
—No dejes que vea todo, pequeño— le habló el dragón —Conocerá todo de tí, incluso tus secretos y debilidades.
—Tienes razón— concedió el muchacho, hablando directamente a la conciencia de su compañero.
Antes de que Orochimaru comenzara su intromisión, puso a resguardo todo el conocimiento del idioma antiguo que tenía, sus conversaciones con Kurama y Minato, los sueños recurrentes con el hombre que afilaba la punta de flecha. Al final, solo pudo ver el viaje y las batallas desde que Naruto encontró el huevo. El mago se alejó de él, lo miró fijo por un momento, pero no se atrevió a decir palabra. Entonces caminó hasta Sasuke, y este lo recibió con una media sonrisa.
—Debo advertir... Lord Orochimaru, que la mente de los edhel (elfos) es demasiado peligrosa para los humanos— dijo con atisbo de diversión.
—¿Me estás amenazando... elfo?
—Solo es una advertencia— aclaró Sasuke —Más de uno ha perdido la cordura. Simplemente no son capaces de comprender nuestro sentido del paso del tiempo— sus labios se apretaron en una fina línea.
Orochimaru pareció ponerse nervioso y dió dos pasos atrás. Entonces señaló a uno de sus compañeros.
—¡Hazlo tú!— ordenó. El encapuchado se acercó reticente. Naruto vió como tras contactar con la conciencia del elfo, los ojos del hombre se tornaron vacíos y su rostro líbido. Momento después, comenzó a tararear tonadas extrañas —¡¿Qué le haz hecho?!— acusó el mago, mientras sacudía a su compañero por los hombros.
—¡Te lo advirtió!— gritó Kakashi —Deberías saber cuando detener tu ambición— añadió entre dientes —Si no tienes ninguna otra queja, nos vamos. El jinete está herido y por si no te diste cuenta, él también— señaló la pierna de Sasuke. Orochimaru hizo una falsa reverencia y salió por el único pasillo que había en la pequeña sala, llevando a rastras a su alelado compañero —Disculpen por eso.
—No tiene importancia— dijo Naruto, Kakashi lo sujetó más fuerte cuando notó que se estaba desfalleciendo. Sasuke se acercó cojeando ligeramente.
—Ayúdame a montarlo sobre Kurama, a perdido demasiada sangre— pidió y el peliblanco asintió, juntos lo colocaron en la montura del dragón y Naruto se dejó caer sobre esta.
Todos sus músculos estaban adoloridos, como si no hubiese dormido en días. Los efectos adversos del hechizo de Sakura, pero aún así, contrario a lo que ella dijo, no la odiaba por ello. Fué necesario o no podría haber huido de los hombres bestia. Ella con su mirada decía "lo siento". Naruto le dió una brillante sonrisa a pesar de su estado y el semblante de la chica cambió de inmediato.
Se pusieron en marcha. Kakashi a la cabeza, Sakura al lado de Sasuke, que cojeaba gracias a la herida recibida, detrás de ellos Kurama montado por Naruto y en la retaguardia, los tres guerreros.
El jinete vió como el elfo miró hacia atrás en más de una ocasión, como asegurándose de que seguía despierto. No supo la razón, pero le sonrió un poco y él, después de carraspear, centró la vista en el camino y no volvió a voltearse.
Las luces amarillentas y sin llamas hacían una larga fila en las paredes. El túnel, el doble de alto que Kurama, se extendió por casi dos kilómetros "¿Cuánto esfuerzo pusieron los Rebeldes para cavar algo así?" Se preguntó.
Caminaron hacia el interior de la montaña por media hora más, antes de que el pasillo se ensanchara y Naruto vió un salón con enormes columnas de mármol verde. Al final de la estancia se imponía una gran puerta doble de madera negra y metal, encima de ella un estandarte con dos dragones parecidos a lobos, formando un círculo, uno mordía la cola del otro. Ésta se abrió antes de que Kakashi llamase y el jinete quedó impresionado por lo que vió a continuación.
La luz lo segó, justo después de pasar el umbral había un enorme cráter de más de un kilómetro de diámetro. Una ancha escalinata descendía hasta una avenida, flanqueada por casas de piedra con techos de madera y tejas rojas. Todas las demás calles formaban círculos alrededor de una edificación de tres pisos, similar a un torreón.
Cuando miró arriba, pudo observar el agujero redondo del cráter. Se distinguían las nubes y el cielo claro del amanecer, a pesar de la increíble altura de la montaña. Las personas, al ver la procesión, dejaban sus labores matinales y corrían a la avenida principal.
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PRESAGIO (Terminada)
FanficEn el principio de los tiempos, cuando no habían ni siquiera personas en esta tierra, los dragones vivían y cazaban con absoluta paz. Criaturas magníficas e increíblemente mágicas, caminaron y volaron por los mismos parajes que nosotros habitamos ah...