En un rato ya tenían la bandeja sobre la mesa y una jarra de aguamiel. Maru, con ayuda de otro muchacho, dejó una bañera hecha de tablas de madera y de forma circular, justo en medio de la tienda. Naruto y Sasuke comían en silencio mientras los chicos traían cubos de agua caliente y la llenaban, manteniendo la cabeza baja.
Konohamaru observó de reojo al elfo, y sus mejillas se colorearon cuando Sasuke lo miró fijo.
—¿Qué estás viendo?— preguntó el jinete con voz gruesa y él se sobresaltó, avergonzado.
—Amlugben... lo... lo siento, no pretendía...— comenzó a balbucear, Naruto no pudo retener más su semblante serio y soltó una carcajada.
—Uchand (Tonto), no mortifiques al chico— regañó con el ernil —Es normal que sienta curiosidad, posiblemente no ha visto un elfo en su corta vida— Konohamaru los miraba sin saber que hacer a continuación.
—Solo estoy jugando— exclamó Naruto y se encogió de hombros —Gracias por todo, pueden retirarse— ellos asintieron y salieron de la tienda, apresurados.
Pronto oscureció, las pequeñas hogueras dispersas por el campamento, apenas iluminaban parte de este. Eran las lámparas dentro de las tiendas las que le mostraban todo el lugar que ocupaban en Los llanos ardientes. La suya no era la excepción. La pequeña llama sobre la mesa bailaba, creando sombras temblorosas en la gruesa tela de las paredes, mientras él descansaba su cabeza en el borde de la tina, con sus pies encogidos y su esposo sobre el regazo, limpiando su cuerpo con un paño mojado y jabón. Suspiró ante su tacto, la lentitud con la que lo hacía era deliciosa. En completo silencio, solo roto por las gotas de agua al caer y el arrullo de su respiración.
Cuando abrió los ojos para mirarlo, notó con diversión como mordía su labio inferior con la vista fija en los músculos de su pecho.
—¿Te gusta lo que ves?— preguntó, su voz más ronca de lo que hubiese querido. Sasuke sonrió de lado.
—Mi esposo es un magnífico ejemplar de hombre— halagó y se inclinó para besar justo encima de su clavícula derecha, luego su hombro, para después rozar su cuello y oído con la punta de su naríz.
Naruto jadeó en aprobación, le encantaba que Sasuke fuera el iniciador del coito. Ese semblante frío y altanero que tenía para con los demás, quedaba completamente borrado cuando estaban solos. Era muestra de que la confianza entre ellos aumentaba con cada día que pasaban juntos.
—Dame un beso— susurró, la mirada añil clavada en sus ojos negros.
Él hizo un suave contacto entre sus labios y Naruto, sujetando su barbilla, tiró para abrir su boca y sumergir su lengua.
Sus cuerpos resbalaban mojados en la tina, completamente desnudos y en total intimidad. Cuando él se enderezó y se acercó más aún a sus esposo, el agua tibia sobrepasó el borde. El contacto se rompió y el jinete, con sus pupilas dilatadas por la excitación, hizo un recorrido desde su cuello hasta sus pezones, apretando ligeramente y torciéndolos entre sus dedos. Al sentir su erección palpitar debajo de su trasero, Sasuke movió las caderas y Naruto gruñó, inclinando de nuevo su cabeza hacia atrás, sobre el borde de la tina. La danza continuó, percibía su miembro endurecido rozar tortuosamente contra su abdomen.
—Lo que hiciste hoy... por Sakura, tu actitud...— murmuró —Me gustó mucho verte así...
—¿Sí?— preguntó con diversión —¿Por qué?— sujetó sus muslos y lo apretó más contra su cuerpo, haciéndolo jadear —¿Te gustó verme mandar? ¿Te excitó?— levantó ligeramente sus caderas, haciendo el contacto más brusco y carnal.
—Naruto...— gruñó. El fuerte miembro del jinete rozaba sin cesar contra su entrada.
—Contéstame— pidió.

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PRESAGIO (Terminada)
FanficEn el principio de los tiempos, cuando no habían ni siquiera personas en esta tierra, los dragones vivían y cazaban con absoluta paz. Criaturas magníficas e increíblemente mágicas, caminaron y volaron por los mismos parajes que nosotros habitamos ah...