61. "El corazón de corazones"

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—Jiraiya amlugben...— llamó Sakura —Cuando el ernil y yo, luchamos contra el hechicero que mató a mi madre,— frunció el ceño —notamos que poseía una gran cantidad de angol, demasiada para un humano. También mucha resistencia al dolor. Utilicé toda mi fuerza para golpearlo y apenas se quejaba.

—Y Sakura es increíblemente fuerte, eso lo puedo asegurar— añadió Sasuke.

—Sin embargo... estaba tan afectada que no intenté contactar con su mente, tal vez hubiese descubierto algo— dijo avergonzada.

—Yo sí conecté con la mente de dos de ellos— dijo Naruto, en tono muy serio —Sasori el hechicero y la mujer del cabello azúl, Konan, como me dijo el maestro que se llamaba— puso las manos sobre la mesa, apretando sus dedos —Antes no lo había notado, pero ahora que lo pienso, los dos parecían tener más de una voz en su mente, como si... estuvieran encerradas.

—¡Sí!— exclamó el aran —Hidan también, en lo más profundo de su conciencia escuché murmullos que no le pertenecían— Jiraiya se pasó la mano por la frente, con ojos preocupados —¿Usted sabe de qué se trata, amlugben?— preguntó.

—Por Ithil, nuestra situación es peor de lo que pensaba ¡Ese maldito no tiene escrúpulos!— gritó y golpeó la mesa de piedra —¡¿Cómo se atreve...?!

—Maestro, por favor, explíquenos— habló Naruto, asustado. Nunca había visto a Jiraiya perder su compostura.

El viejo elfo miró a su compañera Gama, asintió y luego se volteó de nuevo, encarando a los presentes.

—Lo que estoy a punto de decir, es el mayor secreto que tiene la orden de los jinetes de dragón— su voz se volvió profunda y ronca —Ni siquiera se le revela a los estudiantes hasta que no tienen la edad y responsabilidad suficiente. Así que necesito que juren en el idioma antiguo, que las palabras que oirán salir de mi boca, no serán repetidas ante nadie más— el aran fué el primero en hacer el juramento y luego lo siguieron los demás. Cuando se habían comprometido, Jiraiya suspiró profundamente —Lo que Madara utiliza para darle más poder a sus hechiceros, no es otra cosa que los eldunarí.

¿Eldunarí?— preguntó extrañado Naruto.

—El corazón de corazones, una piedra preciosa que poseen los dragones en su interior.

¿Kurama, tú tienes una de esas?— preguntó el muchacho, directo a la mente de su dragón.

— dijo llano.

¿Y por qué no me lo habías dicho?

No lo sé, tú no me andas diciendo que tienes pulmones o un estómago. Es algo natural para mí— explicó, Naruto asintió y se volteó a ver a Jiraiya, que lo miraba con el ceño fruncido.

—Perdone, amlugben— murmuró avergonzado.

—Como decía...— prosiguió el elfo —El eldunarí tiene un solo fin, guardar el alma del dragón. Cuando este está en peligro de muerte, puede encerrar su escencia y energía en la piedra y así vivir eternamente como un ser etéreo. Eso suponiendo que la piedra no se rompa.

—No puede ser que Madara tenga los eldunarí de los dragones que asesinó...— gruñó Shisui.

—Así me temo, arod, esas voces internas que escucharon el aran y Naruto, no eran más que las de los dragones perdidos en la caída.

—¿Por qué no me había hablado de eso, maestro?— preguntó el muchacho.

—Siempre se evitó revelar a los dragones sobre la verdadera función del corazón de corazones, con el fin de evitar que lo vomitasen por curiosidad o por impresionar a su jinete. Una vez que lo regurgitan, este no puede volver a su lugar.

—¿Con qué objetivo un dragón adulto, regurgitaría su eldunarí?— preguntó Sasuke.

—Cuando este es sacado del cuerpo del dragón, su alma y energía de divide en dos. El jinete puede estar lejos físicamente de su compañero, que si lleva el eldunarí, puede comunicarse con él desde cualquier lugar y tomar prestada su energía de la misma forma.

Amlugben...— habló Hinata, que hasta el momento había permanecido callada —Madara no puede poseer todos los eldunarí. El destino obra de maneras extrañas, y ahora que usted a decidido revelar ese secreto tan bien guardado, solo puedo pensar que el tesoro que querían los Airwain que Naruto encontrase, tiene que ver con eso.

—¿De qué tesoro hablan?— preguntó Sakura. Entonces el muchacho recitó el presagio y la petición de los ancianos dragones de encontrar la piedra Angren. Añadiendo que él pensaba se encontraba en Tolau, la antigua isla de los jinetes.

—Las Hen Ithil nunca se equivocan— dijo Jiraiya con una sonrisa —Si los ancianos guardarían algún tesoro, sería ese. En ese caso Naruto debe partir hasta la isla sagrada en busca de la piedra Angren, cuanto antes.

—¿Y el entrenamiento, maestro?— preguntó el chico, sorprendido.

—Has aprendido todo lo que podía enseñarte por ahora. Culminaremos detalles en lo que queda de semana, pero las circunstancias apremian, muchacho.

—Bien, eso me dará tiempo para que Tenten la herrera, termine mi espada— apuntó Naruto y su maestro sonrió en aceptación, al ver que había logrado convencer a la esquiva elfa.

—Si lo que dice el presagio es cierto, entonces el huevo que tiene el tirano prenderá pronto y habrá otro jinete— señaló Shisui, preocupado.

—Sí, pero también habla de que será aliado de Naruto— dijo Jiraiya —Lo que significa que está en nuestra empresa recuperar ese huevo, aunque creo que en el tiempo que nos queda, ese dragón no crecerá lo suficiente para combatir.

—Entonces está decidido, el pueblo edhil partirá para luchar contra el tirano— exclamó Itachi. Recitó un hechizo y la mesa de piedra quedó tallada con el mapa de Naudôr —Si Los Rebeldes y el rey de Suna atacan con su ejército por el lado Sur, nosotros lo haremos por el Norte, así Madara se verá obligado a dividir sus tropas.

—Es una excelente estrategia— afirmó Jiraiya —Cuando Naruto salga de Galadh Mallen, irá con Kurama a Tolau, para luego dirigirse hasta Suna. A la par, Gama y yo apoyaremos al ejército elfo.

—Pero, maestro, usted está...— murmuró Naruto, preocupado.

—No me queda mucho tiempo, eso es cierto, pero aún puedo ser útil. Prefiero morir dando todo de mí en un campo de batalla, que hacerlo escondido en este maldito lugar. El momento decisivo ha llegado, y hay que apostarlo todo para poder vencer.

—Entonces yo partiré cuando Naruto amlugben lo haga, necesito apoyar a Kakashi, es lo que mi madre hubiese querido— afirmó Sakura y el jinete asintió en acuerdo.

—Yo acompañaré a amlugben a la isla— decidió Sasuke.

Ernil, te necesitamos aquí— dijo serio el aran y Shisui le colocó una mano en el hombro, llamando su atención.

—¡No puedo dejarlo ir solo!— exclamó.

—Entonces ve— concedió Itachi, que al parecer había hablado con el arod mentalmente —De igual forma sería bueno tener a un representante edhil junto a Los Rebeldes.

—Jiraiya amlugben y yo, apoyaremos al aran— Shisui le ofreció también una sonrisa.

—Bien, entonces Sakura irá hasta Suna y Sasuke ernil y amlugben, se unirán a ella después de ir a Tolau— resumió Itachi.

—Yo debo marchar con Sakura— dijo Hinata, que era la única que no se había puesto de pie. Todos la miraron.

—La Hen Ithil, no puede salir de Galadh Mallen— gruñó Sasuke.

—No he leído ningún libro donde eso esté escrito— dijo seria a su hermano —Además, tengo un deber por cumplir, no sé que es, pero sí que no está aquí, en Bosque Verde.

PRESAGIO (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora