72. "De rey a rey"

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—Ocurrieron muchas cosas— se encogió de hombros. La llegada de Hinata y Sakura lo distrajo y después de saludar a su amiga y cuñada con un abrazo, se volteó cuando escuchó a Sasuke bajar del dragón. Sosteniendo su mano, se acercó al peliblanco —Creo que lo primero que debes saber, es que Sasuke ernil y yo, no casamos en Galadh Mallen— Naruto pudo jurar que escuchó murmullos de asombro entre la multitud.

Kakashi pareció perdido por un momento, luego abrió enorme los ojos, mirando desde Naruto al príncipe elfo y viceversa. Después se percató de las alianzas en sus manos unidas y carraspeó antes de hablar.

—Felicidades por su unión— dijo con tono formal.

—¿Así que te casaste con un elfo?— una voz conocida salió de la multitud. Naruto buscó a quien pertenecía, colocando una mano alrededor de los hombros de Sasuke, que se había cruzado de brazos —Eso es una buena noticia, supongo. Bienvenido de regreso— el rey Gaara se acercó y él asintió levemente.

—Gracias— dijo serio. El ernil ni se inmutó.

—Llegaste en un buen momento, tal vez tú seas más sensato de corresponder a nuestro acuerdo— dijo el rey y el jinete escuchó un gruñido de Sakura.

—¡No insistas, no me casaré contigo!— espetó la pelirrosa, llamando la atención de Naruto. Este entendió de inmediato lo que ocurría.

—Entonces me veo en la obligación de marchar— el monarca se encogió de hombros —Un trato es un trato, no puedo dar sin recibir nada a cambio.

—Recuerdo que prometí dos provincias de Naudôr por tu ayuda— habló el jinete.

—Pero eso no era todo, quiero a Sakura...— Naruto apretó los puños ante el capricho.

—Entonces puedes irte— concedió, haciendo que el rey sonriera de lado y que Kakashi abriera los ojos con preocupación —Sakura tiene decisión propia, si ella no eligió pertenecerte, no hay nada que yo pueda hacer.

—¿Arriesgarás tu victoria por una mujer?

—No, Gaara...— pronunció su nombre de manera despectiva, sin ningún honorario, hablándole como un igual. Naruto había cambiado después de su visita a Tolau, conocer su nombre verdadero lo hizo estar consciente de sí mismo, de quien era en realidad, y estaba dispuesto a interpretar ese papel —Venceremos a Madara, con o sin tu ayuda— se giró, dándole la espalda y caminó hasta su dragón, para comenzar a desatar sus alforjas.

—¡Ha! Ya veo lo que está pasando— espetó —El rey elfo te dió a su pequeño hermano a cambio de que lamieras sus botas— Naruto detuvo su andar y se giró —¡Mírate! Ya ni pareces un humano ¿Cómo podríamos confiar en tí? Se ve a leguas que elegiste tu facción. Lo que hacen un par de nalgas...

—¡Cierra la boca!— gruñó el jinete. La potencia de su voz estremeció a los presentes, y Gaara dió un paso atrás cuando el angol de Naruto alejó el polvo alrededor de sus pies—¡¿Cómo te atreves a insultar a mi esposo, a mis amigos?! ¡¿Cómo se te ocurre dudar de mis convicciones?!— se acercó amenazante al pequeño rey y clavó sus ojos azules en él —De ninguna manera cumpliré tu capricho. No te entregaré a Sakura, ni siquiera tengo ese derecho. Te prometí dos provincias y eso es lo que obtendrás si te quedas. Si te marchas, no tendrás nada, y no solamente eso, como no ayudarás en la guerra, cerraré las fronteras con Suna. Ningún habitante de Naudôr comprará nada en tu país, mientras yo tenga una corona sobre mi cabeza— exclamó y Sasuke sonrió amplio ante la seguridad que mostraba Naruto —Veremos que tal le va a tu comercio.

—¡¿Me estás amenazando?!— gruñó Gaara.

—Te estoy advirtiendo...— corrigió —Esta guerra también te incumbe, deja de pretender que no es así— el rey apretó fuertemente los labios.

PRESAGIO (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora