22. "Descubierto"

1.3K 317 31
                                    

También había otra persona con la que necesitaba aclarar las cosas.

Salió de la bañera y con un hechizo sencillo, sanó su herida. Se vistió con un pantalón negro, una camisa de lino blanco que la criada de Tsunade le había dejado, y se calzó las botas. Preguntó a un temeroso guardia donde se encontraban los aposentos de Sakura y tocó su puerta. Al no tener respuesta, volvió a insistir.

—¿Quién es?— preguntó la chica, desde adentro.

—Sasuke. Perdón por interrumpir tu descanso, pero necesito hablarte— se quedó esperando hasta que Sakura abrió, llevaba solo un albornoz azul oscuro —No sabía que estabas tomando un baño— dijo serio —Puedo volver en otra ocasión.

—Ya terminé ¿Quieres pasar o tienes temor a que te ataque por la espalda y prefieres hablar en otro lugar?— dijo con sarcasmo.

—Por favor— pidió él, señalando el interior.

Sasuke entró en la habitación siguiendo a la pelirroja, que se sentó al borde de una cama con dosel y le indicó que tomara asiento en un banco de madera cercano.

—No demoraré— se justificó al no sentarse. Suspiró, miró a los ojos verdes de la chica y después, arrojando todo su orgullo a un lado, llevó los dedos a su frente y se inclinó —Le hannon (gracias)— pronunció solemne.

—¿Por qué me agradeces?— preguntó ella, alcanzando un puñal que descansaba sobre su cama y mirando su reflejo en la hoja.

—Por salvarme la vida— ella rió.

—Estamos del mismo lado, ¿no? En la batalla no vas agradeciendo a quien te brinde una mano. Supongo que da cierta complicidad entre los guerreros. En lugar de "gracias", ¿qué tal un "lo siento"?— alzó el rostro y clavó sus ojos en los del elfo. Él la miró indignado.

—¿Por qué debería pedirte disculpas?

—No lo sé ¿Por desconfiar de mí? Por dejarme indefensa en medio de la lucha negándome un arma, por tus palabras con espinas cuando no he hecho nada para merecerlas, por dudar de mi integridad... La lista es larga.

—No puedo disculparme por sospechar de una persona, cuando mi misión es precisamente esa— espetó, perdiendo un poco su habitual compostura.

—No vas a vomitar el hígado por disculparte— se burló la chica —Pero claro ¿Cómo alguien del pueblo noble se puede disculpar con un ser que no tiene lugar en el mundo?— preguntó sarcástica.

—A mí me parece que tienes un buen lugar entre Los Rebeldes— señaló con su mano al rededor. La habitación de Sakura estaba bien acomodada y limpia.

—No sabes lo que tuve que pasar para conseguirlo. Cuanto tuve que luchar, las humillaciones que soporté. Logré darme valor y después vienes tú y pisoteas todo con ese porte de príncipe elfo— gritó enojada.

—Yo no he pisoteado nada, me parece que cargas con un complejo bastante profundo— justificó y señaló con obviedad, dejándola descolocada —¿Quieres una disculpa? ¡Bien!... Disculpa— dijo abriendo sus brazos e inclinando un poco la cabeza, en falsa reverencia.

—Dilo en el idioma antiguo— Sasuke resopló con hastío —Si lo haces, entonces olvidaré todo y comenzaremos desde el principio.

—Vine a mostrar mi agradecimiento y lo hice. Ahora, si me permites...— se giró con intención de marcharse.

—Cobarde— masculló Sakura y el elfo se detuvo. Se acercó a ella, mirándola desde arriba con el ceño fruncido ¿Hasta dónde podía llegar su insolencia?

—¡¿Cobarde?!— gruñó.

—¿Cómo explicas el hecho de querer poner distancia entre tú y Naruto?— preguntó —Y no hablo de haberle ocultado tu procedencia, sinó de esas miradas furtivas y el afán por no estar demasiado tiempo cerca de él.

—Eso no es asunto tuyo...— siseó.

—¿Ah, entonces sí hay un asunto?— picó la pelirroja, con una sonrisa y poniéndose de pie.

—Será mejor que saques de tu cabeza lo que estás pensando. Entre nosotros no pasa nada.

—No lo sé— ella se encogió de hombros —Creo que Naruto no piensa igual, su manera de reaccionar al enterarse de que eras un príncipe, fué un tanto...— Sasuke sujetó el cuello de su albornoz y la miró con rabia.

—No te metas en lo que no te incumbe, sigo sin confiar en tí. Y no me juzgues por esconder quien soy, cuando tú haces lo mismo.

Sakura lo empujó con fuerza, haciéndolo retroceder dos pasos.

—No sé de qué hablas...— gruñó nerviosa —Sal de mi habitación.

—Hablo de que estás cambiando el color de tu cabello, que escondes tu fuerza, y sobre todo del hecho de que un hombre bestia se arrodilló delante de tí.

Ella se quedó muda un momento, pero después forzó una carcajada.

—No creí que los elfos podían ser tan paranoicos. Si tu preocupación es que dañe a Naruto, pues tranquilo... Daría mi vida por él, es la esperanza de Naudôr— Sasuke apretó los puños, pero se mantuvo callado —Sin embargo, deberías hacer algo respecto a tus sentimientos. Yo lo percibí porque soy muy observadora, pero no sé si amlugben lo haya hecho también.

—No tengo que hacer nada. Olvida lo que creas que hayas visto.

—De acuerdo, lo dejaré estar, pero te mantendré vigilado. Tampoco voy a permitir que él salga herido— Sasuke gruñó —Si ya dijiste lo que querías decir, por favor vete, quiero descansar antes de la celebración.

—¿Qué celebración?— preguntó antes de girarse.

—El último jinete llegó hasta Los Rebeldes. Si eso no amerita celebración, entonces nada lo hará.

⌘⌘⌘

Sintió su hombro ser sacudido y cuando despertó, vió los ojos negros y profundos de Sasuke. Se incorporó, sosteniendo su cabeza con una mano.

—¿Qué quieres?— preguntó Naruto, con voz ronca y tono molesto.

Amlugben, he estado pensando en tus palabras...— comenzó a sincerarse, no era común en Sasuke y menos dos veces en un día, así que respiró profundo y con toda la humildad que pudo, se disculpó —Dihena (lo siento)— el muchacho lo miró con serio semblante. Una sincera disculpa es lo que menos se esperaba, y al pronunciarla en el idioma antiguo, era que realmente lo sentía.

—Tal vez yo exigí demasiado, no puedes pretender que otra persona iguale tus sentimientos, solo porque los tienes— movió su hombro, comprobando el estado de su herida.

Sasuke no pudo evitar notar un doble sentido en sus palabras, pero no iba a arriesgarse a tener ese tipo de conversación o averiguar si era así. Si en realidad Naruto sentía algo por él, no podía darle esperanzas.

—No acostumbro tener amigos...— dijo al fin, percibió cierto dolor en sus ojos que luego disimuló bien, volviendo a girar su articulación lastimada —pero sí hay una palabra que podría describir nuestra relación: "gwador", hermanos de armas— el rubio, tras pensar por un momento, resopló y luego se echó a reír. Le extendió una mano que Sasuke estrechó y tiró para ayudarlo a ponerse de pie —Date un baño, todavía hueles a sangre. Te esperan en el patio para celebrar tu llegada— rodó los ojos.

—¿No te gustan las celebraciones?— preguntó Naruto, caminando hasta la puerta.

Shizune, en cuanto lo vió, le hizo señas para que la siguiera e indicarle su habitación.

—No veo objetivo celebrar cuando hay una guerra inminente— dijo el elfo, mientras caminaba junto a él.

—Viene bien relajarse y olvidar las preocupaciones por un rato... ernil— se burló, Sasuke negó con la cabeza y una sonrisa se dibujó en sus labios.

PRESAGIO (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora