55. "La isla y la desgracia"

1.3K 246 16
                                    

Volaron por media hora más, hasta que Naruto divisó una montaña rocosa que sobresalía en la verde planicie. Según se iban acercando, lograba ver numerosos agujeros en ella. Cuevas, más bien, hechas por los dragones.

Gama rodeó la cumbre y aterrizó en un claro sobre la montaña. La textura de la piedra era extraña, como si hubiese sido derretida. Habían numerosas marcas de garras y cristales coloridos por doquier. Eran los cascarones de los huevos de dragón. La soledad del lugar le oprimía el pecho, pensar que hacía un siglo estaba lleno de criaturas magníficas y que ahora, solo quedaban huellas que probaban que existieron alguna vez.

—¿Aquí habitaban todos los dragones?— preguntó, levantando un pedazo de cristal azul y observándolo con curiosidad.

No, aquí anidaba la manada salvaje de Bosque Verde. Había otra pasando las montañas Doltaûr— la dragona se echó, haciendo retumbar el suelo y estiró las patas delanteras.

—Y los que tenían jinetes, ¿dónde vivían?

Algunos en la capital, Barad Malen, antes de convertirse en la fortaleza negra, pero la gran mayoría vivía en Tolau, la isla sagrada, rodeada de remolinos que la hacen inaccesible para los barcos. Allí fué donde Hashirama, el legendario, nos entrenó a Jiraiya y a mí.

—¡¿Qué?! ¿Por qué amlugben no me había contado nada de eso?— Naruto se sentó sobre una roca, mirando hacia el enorme ojo de la dragona.

Tolau fué totalmente destruida, cuando Madara enfrentó a nuestro maestro. El lugar quedó inhabitable. No estuvimos presente en esa batalla, pero por lo que nos contaron los que sí la presenciaron, el angol de ellos dos perturbó la fauna y flora de la isla.

—¿Cómo es posible que Madara haya podido vencer al legendario? ¿Tan poderoso es?— preguntó desesperado.

Es realmente poderoso, pero Hashirama fué el primer jinete de todos, su edad era incalculable. Supongo que, después de milenios de vida, su cuerpo se debilitaría aunque fuese un elfo. Además de que el tirano es tramposo, y aprendió hechizos extraños en su viaje de expiación, luego de que su dragón muriese— Naruto suspiró.

—Maestra, hay algo que quiero preguntarle. Aunque estoy seguro de que Jiraiya amlugben, ya le comentó. Durante el Daragar, los Arwain, después de decir el presagio, mencionaron que si necesitaba ayuda, pronunciara mi nombre frente a la piedra Angren ¿Conoce algún lugar así?— la dragona se quedó unos minutos en silencio.

Jiraiya me dijo, pero cuando busco en mis memorias ese nombre, percibo una neblina que lo cubre y no me deja acceder. Es extraño. Pero si los ancianos tuvieran que esconder algo importante, ¿dónde crees que lo harían?

—No lo sé, maestra. Solo conozco de Naudôr, los lugares que he visitado durante mi viaje— admitió apenado.

Piensa, pequeño ¿En qué lugar esconderían los dragones su mayor tesoro, para que estuviera lejos del alcance de Madara? El lugar tiene que ser inaccesible para las personas comunes.

—Tolau— murmuró Naruto.

Exacto, sin embargo, no recuerdo ninguna piedra Angren, en la isla sagrada.

—Es la única pista, debería ir y...

Primero tienes que terminar tu entrenamiento, Naruto— la voz de Gama se volvió más seria.

—Podría ir y volver

No, a Jiraiya no le queda mucho tiempo— percibió el dolor en sus palabras.

PRESAGIO (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora