25. "Las dos pruebas"

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Después de un rato, se había reunido una multitud de personas en la zona de entrenamiento, incluidas muchas chicas que llamaban la atención del muchacho con gritos y suspiros. Otras tantas miraban al elfo y susurraban entre sí. Naruto no tenía cabeza para esas cosas, sus manos apretaban la empuñadura de Gûr amlug y miraba al peliblanco, que lucía una sonrisa enorme.

—Veamos de que estás hecho, amlugben.

La lucha comenzó, el sonido de los metales llenó el lugar que se encontraba silencioso, pues la multitud miraba atónita el enfrentamiento. Kakashi, como imaginó Naruto, era un magnífico oponente. Sus movimientos eran rápidos y de largo alcance, su arma ligera e increíblemente afilada, al contrario que el arma de Naruto, una espada bastarda, por mucho más pesada y difícil de maniobrar. Tenía dificultad para esquivar los ataques del capitán y empezó a retroceder poco a poco evitando los cortes.

—Sostienes la espada con las dos manos, aprovecha eso. Utiliza la delantera como apoyo y con la trasera maniobra el pomo para cambiar de dirección el corte rápidamente— aconsejó Kakashi.

Naruto trató de seguir sus indicaciones, mejoró un poco, pero aún no lograba debilitarlo. Pasó media hora más, el sudor perlaba su frente y su brazo derecho comenzaba a molestarle. Hizo una mueca de dolor que alertó a Sakura, ella se puso de pie y se paró justo al lado del elfo.

—Tiene problemas. Aún está herido— susurró y Sasuke asintió preocupado.

Naruto, cálmate, observa su espada. Sé que parece invencible, pero tiene un punto débil muy obvio. Su forma de atacar te da la respuesta— el jinete escuchó la voz del elfo en su cabeza.

Era la primera vez que sucedía y le recorrió un escalofrío al sentir lo exótico de su consciencia. Diferente a la de Kurama, cargada de instintos animales, la de Sasuke era como una melodía sin final, muchos pensamientos y enormes cantidad de recuerdos. Ahora comprendía porqué un ser humano normal perdía la cordura, nadie puede asimilar esa cantidad de información sin volverse loco.

Sacudió la cabeza en un intento de concentración y comenzó a observar con más detenimiento los movimientos de Kakashi. Sasuke tenía razón, había un patrón singular. El capitán atacaba con estocadas largas unas dos o tres veces y luego se alejaba. Nunca interceptaba su espada, no había choques demasiado largos y fuertes entre ellas. Por supuesto, el arma de un solo filo, al ser más afilada y ligera, era mucho más fina que la de Naruto, por eso evitaba bloquear los ataques con ella y se alejaba cuando él lanzaba sus acometidas. Ya sabía lo que tenía que hacer.

Respiró profundo y volvió a atacar, Kakashi bloqueaba ligeramente pero luego hacía que los metales se deslizacen con la inercia, así que no recibía golpes directos. En esta ocasión la atención de jinete se dirigió a la extraña espada y no al luchador. Golpeó repetidas veces el arma hasta que en un golpe final, el fino metal se partió a la mitad y el jinete, vencedor, apuntó la punta de Gûr amlug en el cuello del capitán, mientras respiraba agitado.

Los vítores y aplausos ensordecieron a los luchadores. Kakashi sonrió derrotado y examinó la espada.

—Maldición,— se quejó —tendré que mandar a forjar otra— se acercó a Naruto y palmeó su hombro —Felicidades, pasaste la primera prueba— Naruto sonrió y luego miró a Sasuke, que aplaudía con el resto de los espectadores. Le hizo una inclinación de cabeza que el elfo imitó. Todavía no comprendía como pudo tener contacto con su mente y seguir ileso. Supuso que tenía algo que ver con ser un jinete.

El muchacho se acercó a él y a Sakura, que lo esperaba con una bota de agua. Juntó manos con el elfo y luego ella le dió un corto abrazo.

—Felicidades, fué sorprendente. Kakashi es un excelente espadachín, el mejor de Los Rebeldes, sin duda— dijo la chica.

PRESAGIO (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora