14. "La asesina de dragones"

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Sintiéndose más aliviado después de hablar con su compañero y saber que se encontraba a salvo, siguió con su plan. Así llegó la noche y él no había comido ni bebido, pero ya recordaba todas las enseñanzas de Minato y de Sasuke. Miró por los pequeños barrotes y no vió soldados en el pasillo. Puso su mano sobre la cerradura y pronunció:

Edra (Abrir).

Con un clic la puerta quedó abierta, la empujó lentamente tratando de que las bisagras no hiciesen ruido, salió al pasillo y vió dos celdas más. Una estaba vacía y en la otra notó una mata de pelo rojizo, al final del corredor había otra puerta que supuso era la salida. Pronunciando el mismo hechizo abrió la celda de la chica y entró. Las heridas que vió la noche anterior estaban vendadas burdamente. La sostuvo de sus hombros y la incorporó, ella abrió los ojos, lo miró y temerosa agitó los pies alejándose de él lo más que podía.

—Tranquila, no te haré daño, no soy tu enemigo— le dijo, manteniendo la voz baja.

—Ya no saben que hacer para engañarme ¿Ahora tratan de sacarme información diciendo ser mis amigos? Primero muerta antes que decirles donde está mi gente— gruñó —¡No traicionaré a Los Rebeldes!

Ahora todo encajaba para Naruto. La hechicera elfa que Sasuke había mencionado no los había enviado a salvar una mujer cualquiera, ella era una de Los Rebeldes, alguien importante seguro. Naruto llevó sus manos detrás de su cabeza y desató la tira de cuero que cubría su frente, dejando ver la marca plateada.

—¿Ves? Es la taith ithildin— señaló la marca —Soy un jinete de dragón, mi nombre es Naruto. Confía en mí, te llevaré de vuelta.

Los ojos de la chica se abrieron de par en par y el muchacho se impresionó de lo verdes que eran. Las lágrimas corrieron arrastrando la suciedad de su cara y tocó el brazo de Naruto, para saber si era real y no una alucinación de su mente perturbada.

¿Amlugben?— él asintió y sonrió.

—Hemos venido por tí, te sacaré de este lugar— aseguró, pero la chica después de un suspiro, perdió la consciencia debido agotamiento y cayó al suelo nuevamente —Ésto hará las cosas más difíciles— resopló angustiado.

La tomó en brazos y después la subió hasta su hombro, por suerte era bastante ligera. Se acercó a la puerta de salida y la abrió del mismo modo que las otras.

—¡Alto!— gritó de inmediato un soldado, apuntándoles con su arma.

Ú-caen (Sin aire)— dijo Naruto, el soldado soltó el arma y se agarró el cuello mientras boqueaba, intentando llenar de aire sus pulmones.

Al parecer estaba confiado en que no podía usar la magia, eso era una buena ventaja.

Con rapidez tomó la espada del guardia. Corrió por el pasillo y venció a dos más de la misma manera, pero uno de ellos logró dar la alarma. Más soldados se precipitaron hacia él y la lucha se estaba haciendo realmente difícil. La falta de alimento y el peso extra no eran una ayuda precisamente. Entonces un sonido estruendoso sacudió el lugar, haciendo que las vigas del techo soltaran polvo, y luego se oyó un rugido ensordecedor. El muchacho sonrió, era su dragón ¿Cuándo se había hecho Kurama tan poderoso?

—¡Deberían correr!— dijo con una carcajada de confianza.

Los soldados lo miraron asustados, pero siguieron en su puesto. Naruto los venció con fuerza renovada y subió por unas escaleras hasta llegar a lo que sería un gran comedor. Con asombro vió como el techo estaba siendo arrancado viga a viga por los colmillos y garras de Kurama.

Con la mayor parte de la madera destrozada, el dragón entró rompiendo varias mesas bajo su peso, con Sasuke montado encima. Este apuntó su arco a Naruto, una flecha silbó en su oído y se clavó en la garganta de un soldado a su espalda.

PRESAGIO (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora