🔖 Capítulo 29 🔖

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El día estuvo pasando muy rápido: cada momento con el niño se me pasaba volando. En la mañana, después de que llegásemos a la casa, lo tuve en brazos casi todo el tiempo y estaba encantado con ello.
Sin embargo mi bebé necesitaba descansar, y su padre también. Samuel acostumbra a dormir muy pesadamente, excepto cuando se encuentra preocupado o emocionado. Por su vez papá me había ayudado a limpiar la cocina después del almuerzo. Tuvimos algunas charlas, principalmente sobre el bebito de la casa, sobre sus cuidados y el cuán tierno podría llegar a ser el niño. Incluso su reacción hacia mi padre me hizo extrañar un poco, se veía muy apegado al abuelo, pero igual era encantador. Después de una hora de ordenar y de charlas papá se fue a su casa.

Estando solo y sin nada que hacer decidí que igual tomaría un descanso, y aprovecharía para ir a ver a mis dos amores. Cuando ingresé a la habitación de hombrecito de mi niño, mi corazón se llenó de alegría. Y me quedé unos minutos adorando la maravillosa imagen de mi principito, con su chupete en los labios, con su peluche tirado a un lado, envuelto en los fuertes brazos de su papá. El pequeño se veía todavía más chiquito y muy inocente, dormidito con su carita de ángel medio escondida en el pecho de mi esposo. Samuel a su vez dejaba salir su lado más protector, como un tigre protegiendo a su cachorro de cualquier amenaza. Se veía más grande de lo que es, y si soy sincero, muy sexy.
Después de un tiempo de admiración y una pequeña foto del lindo momento, me fui con un libro a la silla frente al escritorio de la habitación, girándome hacia la cama, para cuidar del sueño de mis chicos.
Una media hora después Samuel terminó levantándose en silencio. Sonriéndome con... ¿malicia? Me preguntaba en lo que estaba pensando, y me quedé viendo como subía las barras de la cama de mi niño, para que no se cayera. Cada gesto que tenía con él era dulce y calculado para no molestarlo.

Todavía en silencio se dirigió hacia mí, inclinándose para darme un beso lleno de sentimiento.
- Chéri, el niño - Le dije apartandome un poco para coger aire.
- Ven - Respondió cortante, pero con un pequeño brillo en sus ojos dorados. Esa expresión me tenía con los pelos de punta. Estaba ansioso por saber lo que fuera que estaba pensando. Me fui rápidamente tras él, mientras ingresaba a nuestra habitación. Una vez en su interior se volteó a verme.
- Desvístete - Eso era una orden, y una afirmación muy clara de que lo que iba a suceder me gustaría demasiado. Así que solo procedí, mientras él me miraba fijamente, de arriba a abajo, con sus brazos cruzados sobre su pecho. Una vez hecho se sentó al borde de la cama, extendiéndome la mano, que me apresuré a tomar, quedando de pie frente a él, mientras la acariciaba.
- ¿Así que "Samy" no? - Preguntó en tono de burla. Sabía que detestaba ese apodo, pero era inevitable. A mi me encantaba verlo avergonzado. Terminé dedicándole la sonrisa más chistosa que pude. Hasta que en un gesto rápido me puso boca abajo sobre sus rodillas.
- ¿¡Qué!? - No tuve tiempo de preguntar nada, puesto que un potente golpe estrelló contra mis nalgas y me hizo temblar de placer. Me estaba corrigiendo. Me gustaba que lo hiciera.
- ¿Qué te he dicho Alexander? - Preguntó con autoridad. Sin respuesta de mi parte, más que un gruñido, me dio otro golpe, todavía más fuerte. - ¿Qué te he dicho?
- Que no te gusta. - fingí mi mejor puchero intentando sacarme de su agarre.
- ¿Y lo puedes hacer? PLAF
- Nooogh. - La última dolió, pero lejos de quitarme las ganas me estaba enloqueciendo.
- ¿No quien?
- Non mon chéri. - Tres duras nalgadas más cayeron sobre mi culo. Acto seguido me arrojó sobre la cama.
- Muy bien Amor. - Me felicitó con una gran sonrisa de satisfacción, ubicándose entre mis piernas, abriéndolas delicadamente, acariciando mis muslos. - No lo vuelvas a hacer. - Después de un golpecito suave en mi muslo, empezó subiendo con su boca tocando cada centímetro de mi piel, de allí hasta mi cuello. Los masajes en mis pezones y la calidez de su respiración me hacían arquear la espalda. Y en menos de unos minutos estaba totalmente acostado encima mío, con un brazo apoyando detrás de mi nuca, para no aplastarme con su peso, observandome con una mirada casi animal, mientras el otro brazo recogía mi pecho, bajando hacia mi entrepierna. Me faltaba el aire, me besaba mientras empuñaba mi miembro en su mano. Haciendo va y vienes, primero de espacio, acariciando la puntita, y luego más duros, más seguidos. - ¡Cuspe! - Gruñió, poniendo su mano ahora libre frente mío. Lo miré una fracción de segundo para acto seguido obedecer. Su mano volvió a mi entrepierna, continuando sus movimientos. Pero cuando estuve a punto de liberarme, su toque se detuvo nuevamente, dirigiéndose a mi entrada. Masajeándola, y preparándola para acto seguido penetrarme con violencia. No pude evitar gemir con ello, Samuel rápidamente se unió a mí, jadeando de placer, mientras me embestía.
Poco después de sentirlo en mi interior la presión en mi miembro se hizo todavía más punzante, y sin poder resistirme más terminé cogiendo sobre su pecho. No tuve que esperar demasiado hasta sentir su semen dentro de mi. Aún así nos quedamos un momento en esa posición, aprovechando el calor que desprendían nuestros cuerpos. Mientras Samuel me miraba complacido, y con una expresión de amor en sus magníficos ojos color miel, ahora un poco apagados por el esfuerzo.

Acariciando mis mejillas, todavía con su cuerpo encima mío no olvidó recordarme que la próxima vez, se las apañaria para que no pudiera sentarme durante al menos una semana. Esa declaración terminó matando la atmósfera caliente que se había formado, haciéndome reír, medio divertido, medio temeroso. Dudaba que incluso esa noche me podría sentar sin ningún tipo de consecuencia.

Un pequeño rato después me levantó en brazos, para que fuéramos a ducharnos. El bebé no tardaría en despertar...

———📌———
Nota de la autora:

¡Buenos días, tardes, noches! ¿Como han estado?

Bueno, por mi parte espero que os aya gustado el capítulo un poco experimental, puesto que cambia un poco del estilo habitual...

Me gustaría también agradecer por los votos, las vistas, los mensajes de apoyo. Y saber si tenéis algún tipo de petición para el futuro, si algo no os convence del todo etc... Yo sigo encantada de poder compartir esta historia con vosotros.^^' 

¡Buenos días, tardes, noches et à bientôt!

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