Con mi bebé en brazos me dispuse a llevarlo hacia el baño. Finalmente lo dejaría bañarse en la tina, para que estuviera más cómodo. En un principio, pensé que simplemente supervisaría, pero rápidamente me di cuenta del estado del niño. Cuando lo dejé en el suelo para arreglar el agua, empezó a intentar quitar el pequeño abrigo del pijama, pero a penas pudo con dos botones, mientras se sentaba en el suelo. Se estaba durmiendo de pie.
Así que me baje a su nivel, para poder ayudarlo. Le terminé de quitar la prenda, y luego su body, ya abierto, lo que me valió un pequeño estremecimiento. Por lo que me di prisa para ponerlo en la bañera. Su vergüenza al quitarle su ropa interior era muy visible, pero no me detuve, y lo tomé por las axilas para dejarlo sentadito en el agua caliente.
- ¿Todo bien corazón? - inquirí mientras él jugaba un poco con el agua, casi cerrando los ojos. Se veía tan lindo.
- Humhum... - Lo dejé un ratito más en su ensimismamiento mientras acariciaba su pelo. Como no lo vi empezar a bañarse, intenté, lleno de esperanza:
- ¿Te ayudo mi vida? - pregunté, haciéndole un cariño en la mejilla. Que de inmediato tomó un lindo color rosadito. Aún así asintió.Decidí que también me encargaría de su pelito. Así que lo más delicadamente posible lo eché hacia atrás, apoyando su cabecita y espalda en mi brazo. Al principio no estuvo muy seguro, pero después de unos pequeños mimos, y una canción, se tranquilizó bastante. Era tan hermoso. Me estaba mirando fijamente, con sus lindos ojos azules, centrado en mi voz, mientras yo mojaba sus cabellos cuidadosamente. A continuación, puse un poco de shampoo para bebés en mi mano, y empecé a masajear su cabecita. Viendo como cerraba más sus ojitos. Lo dejaría dormir algunos minutos antes de la cena. Me gustaría que la disfrutara.
Estaba terminando de quitar el shampoo, cuando mi esposo se nos acercó sigilosamente, yo todavía estaba canturreando, así que no me detuve, mientras él se arrodillaba al otro lado de la bañera. En un principio me miró un poco extrañado, pero rápidamente una hermosa sonrisa reemplazó su sorpresa. Y una linda mirada de cariño fue hacia la criaturita, que se encontraba medio dormida en mis brazos. Poco a poco, Sam la tomó, sosteniéndola mejor. Marquitos ni se inmutó, probablemente demasiado lejos de la realidad para darse cuenta. Así que mi lindo esposo sostuvo su cabecita y su cuerpo, para que pudiera lavarlo a conciencia, con mucha más facilidad. Apenas tuve mis dos manos libres, fui por el jabón, que igual desprendía un olor a bebé, muy agradable.
De inmediato empecé a tallar su pequeño cuerpo con una esponja suavecita. Al principio mi niño se revolvió un poco con el toque, pero rápidamente volvió a su trance, dejándome seguir con mi labor. Pude hacerlo fácilmente, primero sus bracitos, el vientre, sus piernas, su espaldita, cuidando de no olvidar ningún trocito de piel. Cuando estuve por lavar su cola mi nene gimoteó un poco, pero nada que no se resolviera rápidamente con los besitos de papá. Así que pude limpiar sus nalguitas y su penecito sin gran problema. Hasta el momento no lo había notado realmente, pero mi niño no tenía vello en ninguna parte de su cuerpecito, y sus partes tampoco se habían desarrollado mucho. Me pregunto si en el pasado no tendría ningún problema de desnutrición o algo... Pero igual terminé mi tarea, felicitándolo por ser tan buen niño, dándole muchos mimos, mientras lo sacábamos del agua.
Mi esposo lo llevó al cambiador, envuelto en una toalla. Puesto que el bebé no pareció tener muchas ganas de moverse. Lo que logró preocuparme ya que, incluso sabiendo que sería nuestro bebé, hasta el momento siempre se resistía un poquito. Por lo cual, procedí a hacerle un chequeo rápido. Después de la pequeña verificación concluí que realmente era el cansancio, por lo tanto procedimos a cambiarlo para que no tomara frío.
Los dos, le secamos su cuerpo, cuidando para no olvidar ningún plieguecito de su piel, puesto que era muy sensible. Al final le pusimos sus calzoncillos de osito y su body a juego. Lo íbamos a dejar así, pero igual no se sentiría cómodo al despertar, por lo que optamos por ponerle su pijama completo. ¡Igual, se veía la cosita más tierna del mundo!
Sam llevó el bebé en brazos a la planta baja, dejándolo dormir en su regazo. Mientras yo terminaba de preparar la cena, y de limpiar la cocina. Todavía no podía creer lo que había pasado; en tan solo unos días habíamos encontrado a nuestro bebé. Que, por mi parte, estuvo bajo mi nariz desde hace meses. ¡¿Me pregunto cómo no lo vi antes?! Tal vez el miedo no me lo permitió... Por lo que me alegro mucho de que Samy sea tan valiente, o imprudente, todavía no lo sé...
Hemos realizado nuestro sueño, y esperaba que el niño no cambiase de idea. En tan solo unas horas se había robado mi corazón, y por la mirada de adoración que podía ver en su rostro, el de mi esposo también.
El bebé estaba con su manita hecha puño, mientras sostenía la camisa de Samuel, que a su vez se balanceaba con mucha delicadeza, acuñando su preciada carga.
Aún así, no duró mucho, al parecer tenía un pequeño hambriento, puesto que en el momento en el que abrí el horno, se despertó enérgicamente.———📌———
Nota de la autora:¡Buenos días, tardes, noches! ¿Como les va?
¡Hoy toca doble capítulo!
Lo hago así porque este es bastante corto (908 palabras), y realmente es la continuación del anterior^^'Espero que en todos casos continuéis disfrutando mi historia tranquila, y sin mayores pretensiones que no sea hacerles pasar un buen rato (:
Igual estoy unos capítulos adelantada y tengo algunas ideas para el futuro. Pienso que llegarían a ser unos cien capítulos al total (unos más unos menos no lo sé)...
Como siempre si tenéis algún pedido o queja, pues que no les dé pena decírmelo.¡Les agradezco igualmente por las más de 2 mil visitas! Tal vez no parezca mucho para algunos, pero en lo personal, me hace mucha ilusión <3
¡Buenos días, tardes, noches et à bientôt!
ESTÁS LEYENDO
Los cuadernos de Marcos
RandomMarcos, es un chico un poco reservado, que tiene como bienes más preciados sus cuadernos, donde escribe historias, y todo tipo de textos que le representan. Su obra es parte de el, y lo ayuda a superar su soledad, y las dificultades que viene pasand...