Re: Zero Arco 7 La tierra de los lobos.

Capitulo 107: Chisha Gold

La máscara de demonio no ocultó la rigidez del rostro del hombre al ser empujado. Una expresión de ese tipo se prestaba fácilmente a malas interpretaciones. A pesar de su astucia, o tal vez a causa de ella, el Emperador solía abreviar sus declaraciones, incluso cuando eran desfavorables, y su semblante no era menos taciturno que su boca.

Si había alguien capaz de captar la verdad tras esa expresión, probablemente era él mismo, que había pasado varios años al lado del Emperador.

Chisha: O, tal vez...

Si fuera la hermana pequeña del Emperador, a la que él consideraba sagrada en todos los sentidos de la palabra, la que estuviera en este lugar, ¿se daría cuenta ella también? En cualquier caso, era inútil hacer comparaciones ahora.

Al fin y al cabo, en este lugar minúsculo y aislado en el tiempo y el espacio, no había nadie más que él mismo.

※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※

???: Chisha Trim, ¿estarías dispuesta a morir por mí?

En su primer encuentro, tras revelar su nombre, recibió a cambio una pregunta sobre cuestiones de vida o muerte. Chisha, de catorce años en aquel momento, se había creído maduro para su edad, pero conocer a aquel chico, dos años menor que él, le obligó a reconsiderarlo.

Lo que el joven exhibía ante sus ojos era verdadera madurez, mientras que su propio caso era mera presunción.

???: ――――

Una vez formulada la pregunta, el chico esperó con sus ojos negros fijos en él. Su pelo y sus iris, ambos negros como imbuidos de sombras, se consideraban rasgos poco comunes, incluso en una tierra tan rica en diversidad racial como el Imperio Vollachia. Aunque el color de los ojos de Chisha era diferente, él también había nacido con el pelo negro. Por eso, a menudo se convertía en objeto de burlas, por lo que podía simpatizar con el chico.

O tal vez no. Era poco menos que insolente pensar que compartían algo por lo que simpatizar. Las características físicas, por raras que fueran, no eran más que bagatelas comparadas con lo que realmente hacía especial al chico. Dejando a un lado las coincidencias superficiales, los orígenes mismos del niño lo elevaban muy lejos de la gente corriente, y esa actitud refinada y precoz también era producto de su educación.

Se encontraba en una posición única, en la que debía crecer de esta manera, dado que no fuera a ser que no sobreviviera. Para ser precisos...

Chisha: Príncipe Vincent Abellux.

Su nombre iba acompañado de un título, su papel adquirido al nacer. Este joven de pelo negro, Vincent, era hijo de Drizen Vollachia, soberano del Imperio de Vollachia, y por tanto uno de los muchos niños a los que se había concedido la posibilidad de llegar algún día a la cúspide del Imperio.

Tenía más de veinte hermanos con cualificaciones similares, pero eso no devaluaba lo más mínimo su sangre noble. Independientemente...

Chisha: ――――

Chisha rememoró su trayectoria hasta entonces, tratando de resolver una duda ¿cómo había acabado encontrándose con un muchacho tan sobresaliente, por no hablar de que viajaba en el mismo carruaje que él? Todo había comenzado con un simple acto de ayuda.

Se había topado con un carruaje varado, con la rueda atascada en una zanja de la carretera. Empujando y tirando, se hicieron muchos intentos en vano para liberarlo. Se acercó al lugar y liberó el carruaje tambaleante de la profunda zanja introduciendo una tabla y utilizándola como palanca.

Para su sorpresa, aquel vehículo pertenecía al señor del Dominio de Abellux, y a bordo se sentaba aquel individuo famoso por su ascenso a la jefatura a través del Milagro de Abellux, el mismísimo Vincent Abellux.