H E R O || Daryl Dixon

Cincuenta y uno.

El grupo de las expediciones se había ampliado desde que conocimos a las otras comunidades. En esta ocasión, Jesús, Ezekiel y Jerry se nos habían unido, de Alexandria siempre resultábamos ser los mismos: Rick, Abraham, Sasha y Daryl junto a mi grata compañía.

En esta ocasión, no teníamos ningún lugar en específico, simplemente iríamos a donde nos llevara el viento, también tomábamos en cuenta que cada uno ya había inspeccionado los alrededores de su comunidad.

—¿Qué crees que encontremos? – le cuestione a Daryl en una parada técnica

—no lo sé, solo espero que regresemos con vida

—¡tan optimista! – me burle –. Espero que comida o ropa – me di una rápida mirada – creo que esto no va a durar otro invierno

—sí, te hace falta ropa – bromeo, subiéndose a la moto

—bueno, probablemente tendría menos agujeros si alguien no fuera tan ansioso – coloque mis manos en cada costado de su torso

—te gusta que sea así

Abrí la boca para objetar algo, pero tenía razón, no me iba a poner a pelear con él por eso, así que continuamos con el viaje detrás de los autos.

Si bien amaba este tipo de viajes, hacerlos en pleno verano los hacía un tanto pesados. Durante el día podrías cocinarte vivo y luego, meterte en una tormenta, sobre todo a lo largo de la tarde o la noche, por lo que debíamos darnos prisa con cualquier expedición o tener un lugar específico para quedarnos.

—esas nubes no me gustan – comentó Daryl

—¿Por qué te tienes que bañar si llueve?

Últimamente, nuestra relación era eso, bromas entre los dos.

—no, porque estamos lejos de casa y no parece ser una simple lluvia – decía esto, al mismo tiempo que bajaba la velocidad – no conozco nada por aquí

—acércate al auto de Rick, armemos un plan antes de que nos tome por sorpresa

Daryl me hizo caso, acelero un poco hasta llegar a lado de la ventanilla de Rick. El sheriff estuvo de acuerdo con el hecho de que parecía una tormenta de las fuertes, así que, detuvo a los demás autos.

—cómo ven, el clima no nos ayudara – Grimes tomó la palabra – tendremos que buscar algún refugio cercano y probablemente, pasar ahí la noche. ¿Alguien conoce algún lugar cerca?

—yo no conozco nada de esta zona – Sasha tenía el arma lista – parece ser bastante lejos del perímetro que solemos explorar

—yo vi una antena de esas, cómo las de antes, de cable – menciono Jerry –. Hace un par de kilómetros atrás, podría haber algún refugio

—bien Jerry, es hora de que nos guíes – dijo el sheriff – todos a los vehículos y en cuanto lleguemos al lugar, estén atentos

Todos asentimos y volvimos a nuestros respectivos medios de transporte. No tardamos demasiado en llegar a la enorme antena parabólica, eso definitivamente no era cable. A su lado, existía un edificio de al menos tres pisos, pero no se veía habitable, seguramente su función cuando el mundo se encontraba de pie era otra.

Rick hizo la misma maniobra de siempre, toco la puerta como el buen invitado que es para asegurarnos de que ningún caminante nos diera la bienvenida. Nos sorprendió que el silencio fuera lo que reinara luego de aquellos golpes.

—¿no les parece más sospechoso? – menciono el pelirrojo

—golpearemos las ventanas, quizás estén encerrados – dijo Daryl