¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Luego de que la guerra contra los salvadores terminara, las comunidades parecían estar en una especie de paz a la que no estaban acostumbrados. Daryl se hacía cargo de la gente que aún quedaba en el santuario, pero siempre estaba pendiente de todo lo que sucedía en Alexandria, sobre todo por Vanessa y Lily.
Para él era difícil reconocer que termino por acostumbrarse a la relación que tenía su hija con Carl, aún le parecía difícil tener que lidiar con Rick haciendo chistes malos al respecto, pero Lily se notaba bastante feliz junto a su novio y eso era lo que a él más le importaba.
En cuanto a Vanessa, ella nunca tuvo un problema real con que Lily tuviera un romance, era algo que debía pasar en algún punto de su vida, por más que el mundo se hubiera ido a la mierda, las personas debían de continuar y eso involucraba a las relaciones afectivas.
Daryl volvió esa tarde a la comunidad, necesitaba un descanso de todo lo que involucraba el santuario. Algunos seguían siéndole fiel a Negan, aunque él estuviera en una celda y ya ni siquiera tuviera verdaderas ganas de existir.
—¡volví! – anuncio Daryl desde la puerta
—¡Papá! – Lily corrió desde la cocina para abrazarlo –. ¿Cómo estás? Te extrañaba
Ser llamado "papá" era algo a lo que todavía debía acostumbrarse.
—todo está bien, pero necesitaba un descanso de esa gente y quería venir a verlas – él le revolvió el cabello –. ¿Dónde está tu mamá?
—esta con Michonne, creo que iban a hacer algo para la cena...
De repente Lily frunció el ceño, sin esperar a que Daryl cuestionara algo, ella corrió escaleras arriba hacía el baño. Él no se movió hasta que la escucho devolver el estómago, dio zancadas para llegar a la puerta que estaba cerrada.
—¡Lily! ¿estás bien? – Daryl golpeo un par de veces la puerta –. Hey, ¿Qué sucede?
—¡dame un segundo!
Daryl no podía evitar querer entrar al baño y ver si ella estaba bien, pero sabía que no debía de interferir en su privacidad, así que se sentó en el primer escalón esperando a que ella decidiera salir.
La puerta se abrió unos minutos después, Lily parecía bastante pálida, se sentó junto a Daryl, él solo la volteo a ver con el ceño fruncido, sin saber si debía preguntar.
—debió de ser algo que me sentó mal de la comida – ella le aseguro
—¿Cuánto tiempo llevas así? – Daryl le paso una mano por la frente –. Te ves pálida y creo que tienes fiebre
—un par de semanas, pero no es nada, solo es a veces – Lily le tomo la mano –. Estaré bien, ya no soy una niña chiquita
—sé que no, pero deberías de ir a la enfermería, solo para asegurarnos
