Veinte.

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Gracie era una de las niñas más lindas que había conocido en todo el mundo, junto con Judith que era básicamente sobrina de absolutamente todos los del grupo.

Pero la relación tan estrecha que había creado con Aaron me permitía de vez en cuando sentirme la tía de Gracie también, la cuidaba unas cuantas horas cuando su padre salía o tenía cosas que hacer, pero jamás debí tenerla más tiempo del establecido.

Hasta ese día.

—necesito ir si o si a Hiltop a ver unas cosas de las comunidades y ustedes son a los únicos que le confiaría a mi hija por una noche – Aaron suplico con un puchero en sus labios – por favor

Voltee a ver a Daryl, él estaba cruzado de brazos recargado en la puerta.

—supongo que sí – sonreí algo incomoda –, no sé si soy buena con los bebés por tanto tiempo, pero acá tenemos al tío Daryl

El susodicho se encogió de hombros.

—gracias, chicos, espero que solo sea esta noche y ya – le entrego la maletita a Daryl y a mí a la niña – cuídense y cuídenla bien

—haremos lo posible – dude – no, si, la cuidaremos bien, si hay algo aviento a Dixon

—¡oye! – este me empujo – ve, nosotros nos hacemos cargo

—gracias, de nuevo

Aaron dejo un par de besos en la cabecita de Gracie, ella le movió la manita en señal de despedida, a mí me dejo un beso y choco los puños con el machote de la casa.

Al irse alejando de la casa que compartíamos el cazador y yo, note la cara de preocupación, intente engañarme pretendiendo que era más porque tenía que salir a convivir con los caminantes y no por el hecho de que nos estaba dejando a su tesoro más preciado.

—bien, iré a ver si Olivia tiene leche o algo que se le parezca para la bebé – dije, intentando entregarle a Gracie a Daryl

—ah no, yo voy – me abrió la puerta – tranquila, tú encárgate de la pequeña, ahora vuelvo

Metió la maletita en la entrada de la casa, dio media vuelta y salió en búsqueda de Olivia, dejándome ahí con Gracie tomando unos cuantos mechones de mi cabello entre sus pequeños deditos.

—bueno Gracie, supongo que esto no puede ser diferente a cuando estás solo unas horas – la bebé me miro divertida – pero hare lo posible para que la pases bien

—ti Mas – dijo con su vocecita de bebé

—¡ay! Es que eres toda una ternura

Ingrese a la casa, tome sus cosas y subimos a la habitación mientras el tío Dixon volvía con los productos para alimentarla. Luego me di cuenta de que no era necesario ya que Aaron era el hombre más precavido y dejo todo en la maleta.


[...]


El objetivo era tener a Gracie ocupada, al menos hasta que ella decidiera comer o tener sueño, porque eso implicaba que llorara un poco y era ahí cuando a mí los nervios se me despertaban.

Así que los pocos juguetes que tenía los desperdigué por la estancia, conseguí un par de libros con dibujitos, unas hojas recicladas y también unas crayolas carcomidas.

—bueno, parece que con eso estará entretenida — dijo Daryl entrando a la estancia — estarás ...

Se interrumpió a él mismo cuando noto que yo también estaba tirada pecho tierra dibujando algo en una de las hojas. Tuvo que hacer una mueca para no reír tan fuerte.

H E R O || Daryl DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora