Cien.

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Gala había estado en nuestra vida por aproximadamente seis meses, todos en la comunidad parecían estar atentos a nuestras necesidades

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Gala había estado en nuestra vida por aproximadamente seis meses, todos en la comunidad parecían estar atentos a nuestras necesidades. En ocasiones Michonne se llevaba a Leo para que descansara o Glenn venía a jugar con él, Carol me mostraba nuevas recetas de papillas y Aaron era el tío más consentidor del mundo.

Pero en esta ocasión el gran evento se trataba de Leo, se acercaba su cumpleaños o lo que nosotros habíamos denominado su fecha de nacimiento. Ambos buscábamos que él se sintiera bien, que fuera el día de Leo y no que las cosas se centraran en los dos como la mayoría del tiempo. 

Tanto Daryl como yo solíamos salir en búsqueda de cosas que nos sirvieran para ese día tan importante, pero siendo honestos, luego de tantos años de la caída, las cosas comenzaban a escasear.

—¿Qué se supone que haremos? – dijo Daryl completamente frustrado –. Nada parece realmente útil y me estoy cansando de encontrar cosas que hubieran sido útiles hace unos años y no ahora

Voltee a verlo, estaba desesperado realmente, se suponía que yo era la que siempre exageraba, pero ahora era él quien experimentaba el sentimiento.

—¿puedes calmarte? – bromee, pero él me lanzo una mirada que me hizo retractarme –. Amor, a veces las cosas son así, no puedes simplemente pensar que en medio de todo esto encontraremos algo útil para una fiesta de cumpleaños... solo hay que improvisar

—¿Cómo planeas hacer eso? es el cumpleaños de Leo, es importante...

Detuve su andar para tomarlo de la cara y que me observara.

—sé que lo es, créeme que sí, también es mi hijo – le sonreí –. Solo debemos de tomar esto con calma o pensar bien las cosas

—Maxie, ¿desde cuándo piensas las cosas y las tomas con calma? – entrecerró los ojos no creyéndome nada

—cuando se trata de ellos, cuando se trata de mi vida sé que te tengo a ti para que me rescates – sonreí amplio –. Tengo el síndrome de la princesa en apuros

—no sé si eso exista, pero deberían de estudiarte

Los dos reímos, él parecía un poco más relajado o eso era lo que esperaba.

Continuamos viendo algunas casas y negocios que parecían más completos que otros. Encontramos una pequeña base para el pastel, también varias hojas de colores que nos ayudarían con la decoración, Daryl maldijo al encontrar un solo globo, pero luego se calmó al entrar a otra casa y encontrar el regalo perfecto, un pequeño arco con flechas, que parecía ser del niño que vivía en aquella casa.

—puede que sea de plástico, pero está bien para entrenarlo – estiro la liga y esta se rompió –. Bueno, tal vez necesite unas mejoras

—¿sabes que te convertirás en su favorito en un segundo?

—es ideal, no me digas que no – lo guardo en la mochila

Tuve que aceptar que era un gran regalo, Leo probablemente iba a estar tan feliz de que Daryl comenzara a enseñarle algo del tiro con arco, él ya había mencionado algo al respecto, pero estaba ansioso de utilizar las dagas y eso se iba a posponer hasta que tuviera un mayor control en sus manitas.

H E R O || Daryl DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora