Ochenta y cinco.

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Daryl.

Regresábamos de una expedición, las cosas no habían salido tan bien como lo esperábamos

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Regresábamos de una expedición, las cosas no habían salido tan bien como lo esperábamos. Tuvimos algunos problemas a la hora de irnos del lugar, pensé que al no traer a Maxie las cosas no se volverían un total caos, pero resulto que no era así.

—te ayudo con esa bolsa y luego me iré a tirar al sofá – dije, acercándome a Carol

—en cuanto ella sepa lo que sucedió, va a burlarse mucho de ti – ella sonrió

—es por eso por lo que nadie va a decir nada al respecto – le quite las provisiones de un tirón –. Somos amigos, ¿no?

—sí, por eso te quiero molestar

—¡calla!

La empujé con el brazo y me dirigí a la bodega. Maxie no necesitaba saber los detalles del accidente, mucho menos que fue provocado por mí y de eso me encargaría personalmente.

Desde la calle podías ver la luz del comedor encendida, supuse que no esperaba que volviera tan rápido de la expedición y estaba cenando algo. Subí los tres escalones, me quité las botas en la entrada, ya que ella era bastante estricta con el tema de poner cerebro de caminante por el piso de toda la casa.

El olor a espagueti con tomate hizo que mi estomago gruñera.

—ya llegué – le dije quitándome el chaleco

—¿Daryl? – pregunto desde la cocina

—sí, ¿a quién más esperas? – di un par de pasos para llegar al lugar –. Maxie...

La vi sosteniendo una cuchara de madera con ambas manos, en efecto, manchada de salsa, pero eso no fue lo único que noté.

Llevaba puesta una de mis playeras y luego las piernas completamente desnudas. No era la primera vez que la veía así, incluso sin menos ropa, pero no esperaba encontrarla de esa manera.

—yo... tuve que lavar mi ropa, entonces tome una de tus camisetas, espero que no te moleste, porque si quieres me la puedo quitar, pero verías más de lo que estás viendo ahora

Maxie hablaba super rápido, aferrándose con fuerza a la cuchara que tenía entre las manos, mientras que su cara se ponía tan roja, casi como sus rizos.

—no me molesta – trague en seco –. Ninguna de las dos opciones 

—¡Daryl! – ella se llevó una mano a la cara intentando ocultar su vergüenza

H E R O || Daryl DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora