CAP 22 Sin celos, sin secretos

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POV de Ace

Todos vemos a Erica salir silenciosamente del dormitorio. Giro la cabeza justo a tiempo para ver a Bryce precipitándose hacia mí. Mi espalda choca contra la cómoda de Chris y se hace añicos mientras agarro a Bryce por el brazo y le meto el codo en el centro de la espalda. Bryce cae al suelo y yo salto sobre él y empiezo a darle puñetazos en las costillas.
—Tiempo—, llama Chris desde el otro lado de la habitación.
—Joder—, gruñe Bryce en voz alta. Pero no le dejo levantarse por miedo a que me pegue un puñetazo cuando se libere. —Déjame levantarme—, forcejea en mi agarre.
Desengancho mi brazo del suyo y lo levanto lentamente. Tenía razón al preocuparme. Bryce levanta el puño y me da un puñetazo en el estómago. —Maldita sea, Bryce—, resoplo. —Chris pidió la hora—. Sujetándose el costado donde recibió todos mis puñetazos. Bryce me regaña desde el otro lado de la habitación. —¿Desde cuándo no aguantas tus golpes?—.

—Desde que el premio se convirtió en algo por lo que valía la pena luchar—, me río.
—Creo que me has roto unas cuantas costillas—, Bryce exhala con brusquedad y sus ojos se dirigen a la habitación hacia Chris.
Joder. Me había olvidado de Chris. Vuelvo los ojos en dirección a Chris, preparándome para la siguiente oleada de mi pelea.
—No te preocupes—, dice Chris con diversión en la voz. —No voy a pelear contigo por ella—.
—¿Qué?— Bryce y yo decimos al mismo tiempo.
Chris se apoya en la pared y cruza los brazos sobre el pecho.
—¿Qué quieres decir con que no vas a luchar con nosotros por ella?—. pregunta Bryce con curiosidad.
—Exactamente lo que he dicho—, se ríe Chris. —Está destinada a pertenecernos a todos. Esperaré mi turno—.
—No puedes hablar en serio—, me río. —Estás dispuesto a esperar hasta que Bryce y yo hayamos tenido citas con ella antes de ir a una con ella—.
—Como he dicho—, dice Chris más en serio. —Esperaré mi turno—.

—Tienes algo en la manga—, digo con suspicacia.
—Lo que sea—, Chris pasa por alto mi comentario. —Simplemente no voy a pelear con vosotros dos por ella. No quiero que haya mala sangre entre nosotros—,
—Entonces, ¿cómo decidiremos quién se queda con las cosas?—, pregunta Bryce como un idiota.
Agarrando una taza de la cómoda rota y Chris agarra una almohada de su cama y ambos lanzamos nuestros objetos a la cabeza de Bryce. Bryce se agacha justo a tiempo para esquivar la almohada, pero no la taza. La taza rebota en su frente con un ruido sordo.
Bryce se frota la frente y me regaña de nuevo.
—Erica no es algo por lo que se pueda regatear—, digo y de repente me doy cuenta de lo que Chris ha estado diciendo todo el rato. — Joder—.
—¿Ahora lo entiendes?—. Chris ensancha los brazos y me mira como si fuera idiota.
—Ahora sí—, asiento con la cabeza. —Se acabaron las peleas de diez segundos por cualquier cosa que tenga que ver con Erica.
Bryce coge la almohada y la vuelve a tirar sobre la cama. —
Entonces necesitamos nuestro propio conjunto de reglas—, dice Bryce y no puedo creer que esté de acuerdo con él.

—Tiene razón—, digo mientras miro a Chris. —Regla uno.
Seguimos todas las reglas de Erica—. Bryce levanta la mano y mis ojos se clavan en él. —Incluida la regla dos—.
—Pero...— Bryce empieza a lloriquear.
—Pero... nada—. grita Chris desde el otro lado de la habitación. —
Todos seguimos sus reglas. Especialmente la regla dos—.
—Bien—, jadea Bryce. —¿Cuáles son el resto de nuestras reglas?
—Regla dos. Todos nos movemos al ritmo de Erica. No la forzamos a ninguna situación que la haga sentir incómoda. Chris dice en voz alta y dirige su atención directamente a Bryce.
—Regla tres. Nada de celos. Si Erica decide besarme no podéis enfadaros por ello—. Dice Bryce con cara de suficiencia.
Chris y yo le ponemos los ojos en blanco sabiendo que Erica le elegiría a él el último para besarle.
—Regla cuatro. Nada de secretos—. Digo finalmente. —Pase lo que pase con Erica nos decimos la verdad el uno al otro y a ella—.
—¿Trato hecho?— Termino y mi hermano interviene con lo mismo.
—Entonces, ¿quién le va a decir que todos la vamos a llevar a su primera cita?—, dice Bryce con un aire de victoria en la cara.

—Oh, tío—, gimo. —Gané esa pelea limpiamente—,
—¿Cual era la regla uno de Erica?— Chris dice con una sonrisa
burlona en la cara.
—No más apuestas—, gimo.
—Y yo apuesto a que Erica incluiría las peleas en la regla uno—, dice Bryce con una brillante sonrisa dibujada en los labios.
-Iré a decirselo—, gimo. —Espera, ¿a dónde vamos?-
—A almorzar, por supuesto—, dice Chris con aire bobalicón.
Siguiendo el aroma de la lavanda, camino por el pasillo hasta encontrar el rastro que termina en la puerta de Ashley. La puerta esta entreabierta , así que asomo la cabeza por ella.
—...Se divertirán demasiado con esa información—. Ashley se ríe a carcajadas.
—¿Qué información?— pregunto mientras entro en el dormitorio.
—No es asunto tuyo—, gime Ashley. —Sal de mi habitación—.
Erica está tumbada en la cama, con la cabeza sobre la almohada.
Ashley está tumbada a su lado con un sujetador negro de encaje y un tanga a juego. Están tan cerca que casi se tocan. Los celos recorren mi cuerpo más rápido de lo que puedo controlarlos. —¿Por qué estás en la cama medio desnuda con mi compañera?—
—Qué es una persona más en el harén?— Ashley bromea y pasa los dedos por el brazo de Erica y un gruñido terrible se me escapa de la garganta.
Erica esconde la cabeza en la almohada y suelta un grito ahogado que desvia mi atención de Ashley.
—¿Qué ha sido eso?— pregunto mientras me invito a entrar en la habitación de Ashley. Lentamente miro los lomos de todos los libros románticos de pacotilla que tiene en las estanterias.
—Dije.. ¡MÁTAME YA!— dice Erica mientras saca la cabeza de la almohada.
—Todavía no—, me río. He ganado la pelea, así que prepárate para nuestra cita.
—Uf—, gime Erica. —He dicho que nada de apuestas—.
—Lo sabemos—, digo alegremente. —Por eso te vamos a llevar todos a almorzar—.

Maldecida con los trillizos alfa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora