Cap 133 Empezar a hablar

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POV de Ace

No tengo que mirar a Bryce para saber que está lleno de rabia asesina. En la manada del Norte se confiaba en el doctor Wilson hasta el extremo. Era un miembro valioso del consejo de ancianos y de la manada. Es por eso que le pedimos que volara hasta aquí y ayudara a cuidar de nuestra compañera. No hay nadie más en quien hubieramos confiado este trabajo.
Perseguimos al Doctor Wilson por los pasillos del hospital. Intenta entrar y salir entre la gente, pero resulta demasiado. El doctor Wilson no ha envejecido bien. Empieza a respirar con dificultad y su paso se ralentiza.
Alargo la mano para agarrarle del cuello de la camisa, pero antes de que tenga oportunidad, un fuerte gruñido recorre el pasillo.
Bryce se lanza hacia delante parcialmente cambiado y clava sus garras en el hombro del doctor Wilson.
El doctor Wilson cae al suelo y Bryce se le echa encima, negándose a soltarlo. Un fuerte grito atraviesa mis oídos y me doy cuenta de que proviene de una de las enfermeras, que está observando el caos.
Bryce levanta la otra mano para atravesar el pecho del médico cuando alargo la mano y lo detengo. Los ojos azules de Bryce me miran confundidos. Sé que lo único que quiere es matar al hombre que tiene debajo, y le daré esa oportunidad. Pero no en medio de la sala del hospital.
—Aquí no—, le digo a mi hermano apretando los dientes.
Finalmente, Bryce mira a su alrededor y ve la cantidad de enfermeras y pacientes aterrorizados que empiezan a mirarnos a todos. Sin quitar las garras del hombro del doctor Wilson, Bryce lo arrastra por el hospital dejando un rastro de sangre a su paso.
Sigo de cerca a Bryce y al doctor, que asiente y pierde el conocimiento. Asiento con la cabeza y pido disculpas a los que nos cruzamos. -Asuntos de la Manada del Norte—, digo riéndome un poco. — Ya sabes cómo va eso—, le digo a otro médico que me mira con los ojos muy abiertos.
Bryce me devuelve la mirada y gruñe. Sé que está dispuesto a matar al doctor Wilson, pero yo estoy dispuesto a sacarle toda la información que pueda. Si alguien sabe dónde está nuestra madre
es este hombre.
Los pies del doctor Wilson se arrastran por el cemento mientras Bryce sigue tratándolo como una bolsa de basura. Abriendo el asiento trasero del coche que nos prestó Alpha Jet, Bryce mete al  doctor en la parte de atrás. Al cerrar la puerta de golpe, Bryce tira algo a un lado y me doy cuenta de que es un trozo del hombro del
doctor Wilson.
Abro el enlace mental para informar a Chris de que nos llevamos al buen doctor para interrogarlo.
Asegúrate de que Alpha Jet no ha huido—, responde Chris a través del enlace.
Lo haré—, respondo mientras me deslizo en el asiento del copiloto.
Rápidamente me abrocho el cinturón. Sé qué clase de conductor puede ser Bryce cuando está de mal humor. Miro a mi hermano y veo que tiene los nudillos blancos al agarrar el volante. Hace girar bruscamente el coche y el doctor Wilson golpea con fuerza los laterales.
—Sabes que lo necesitamos vivo, ¿verdad? Digo mirando por encima del hombro al doctor, que gime ruidosamente en el asiento trasero. Tiene un gran agujero en el hombro por el que corre sangre por todo el asiento trasero. Todas las salpicaduras de sangre roja oscura en el asiento me recuerdan a la noche en que llevamos a Erica al hospital y no soporto seguir mirándolas.
El coche derrapa hasta detenerse frente a la casa de la manada del Este. La puerta se abre de golpe y Amber sale corriendo con cara de preocupación.

Bryce abre de golpe la puerta del coche y arrastra al doctor Wilson por el hombro bueno. Amber se tapa los ojos y grita al ver lo que está pasando.
—¿Qué estáis haciendo?— Grita con fuerza.
—¿Dónde están las mazmorras?—, le gruñe Bryce.
Amber se aleja de Bryce como si temiera ser la siguiente.
—Te he hecho una pregunta—, dice mientras da otro paso hacia ella.
—Está debajo de la casa de la manada—, tachona ella. —En los sótanos—.
—Muéstrame el camino—, exige Bryce mientras sigue arrastrando al doctor Wilson detrás de él.
Amber se apresura a rodear el exterior de la manada hasta llegar a una puerta cerrada con pestillo. Bryce deja escapar un rugido de frustración cuando ve la puerta cerrada. -Trae a Alpha Jet—, le exige una vez más.
—No puedo—, dice Amber en voz baja.
Bryce gira sobre sus talones, azotando el cuerpo del doctor Wilson como si no fuera más que un muñeco de rabia. —¿Y eso por qué?
— Su rabia es evidente.
Amber se retuerce el pelo con los dedos. —Yo... yo....—, intenta hablar, pero me doy cuenta de que está demasiado asustada para hacerlo.
—Amber—, me acerco a ella lenta y suavemente. -¿Dónde está tu Alfa?一
Los ojos de Amber se llenan de lágrimas mientras me mira. - Intenté hacerla entrar en razón. Te prometo que lo intenté—.
El doctor Wilson gime con fuerza mientras Bryce arrastra su cuerpo por el suelo mientras camina frente a la puerta que conduce a las mazmorras. Amber tiembla en el suelo. Es evidente que teme por su vida.
Agarro a Amber por los hombros y la obligo a mirar en mi dirección.
—Amber—, le suplico. —Necesito saber qué ha pasado-.
Las lágrimas caen de sus ojos mientras me mira. —Alpha Jet y Luna Malinda se han ido.
—¿Se han ido?— Bryce ruge.
Respiro hondo. —¿Adónde se han ido?—.
—No lo sé—, Amber empieza a llorar con más fuerza. —Los dos hicieron las maletas y se fueron sin decirnos nada a mi padre ni a mi-.
Bryce deja de pasearse y mira al doctor Wilson. Clava sus garras en el hombro del doctor y la sangre empieza a rezumar por el brazo del doctor Wilson.
Bryce gruñe en voz alta al doctor. —Empieza a hablar—.

Maldecida con los trillizos alfa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora