Punto de vista de Erica
Los hermanos entran volando por la puerta con enormes sonrisas
dibujadas en sus caras.
—¿Alguien ha mencionado ir de compras?—. Bryce da saltitos de emoción.
—Yo sí—, refunfuña Ashley. —Pero vosotros tres no estáis
invitados一.
—Y una mierda que no—, le gruñe Bryce. —No vamos a dejar a nuestra compañera con gente como vosotros. Quién sabe en qué clase de problemas la meteréis.
Ashley se burla como si estuviera ofendida. —¿Cómo te atreves?
Soy el modelo perfecto para Erica—.
—Soy mayor que tú, ¿no debería ser yo el modelo a seguir?—. intento entrometerme pero nadie me presta atención.
—Los cuatro me silban al mismo tiempo. Cruzo los brazos sobre el pecho y pongo mala cara.—Serías el peor modelo a seguir—, dice Chris con una risita. —La tendrías borracha y liándose con desconocidos en un santiamén—.
—Nunca lo haría—, grito en voz alta, pero siguen sin prestarme atención.
—Al menos uno de nosotros debería ir con vosotros—, Ace intenta ser la voz de la razón.
—¿Y eso por qué?— pregunta Ashley.
Los tres hermanos se miran y se les ponen los ojos vidriosos.
Suelto un pequeño gruñido porque sé que están volviendo a relacionarse mentalmente. Los pares de ojos azules me miran y los trillizos ponen cara de avergonzados.
Ace se aclara la voz y hace un gesto hacia Bryce. —Si dejas que Bryce te acompañe, podrás usar nuestra tarjeta platino—.
Ashley se pone en pie de un salto y suelta un chillido de emoción.
—¿Yo también?—
Poniendo los ojos en blanco por la frustración, Ace suelta un suave gemido. -Sí, tú también-.
—¡Eek!— Ashely me agarra de las manos y salta sobre la cama. -
¡Vamos!—
Saltando de la cama Ashley me arrastra hasta ponerme de pie y los tres hermanos gruñen al mismo tiempo.
—¿Qué llevas puesto?— Chris gruñe.
Miro mi atuendo y me encojo de hombros. —Ropa—, respondo.
—En absoluto—, interviene Bryce. —Se te ve la piel de la barriga
-
-Oh, joder—, gime Ashley. -—Está mona. Esto es mucho mejor que la ropa que llevaba—.
—Somos los únicos que deberíamos verte así—, la cara de Chris se calienta de ira.
Una vez más miro mi atuendo y no veo nada malo en él. Siento que la ira me sube al pecho y estoy segura de que voy a explotar.
—Sólo porque sea tu compañera no significa que puedas darme órdenes y dictar lo que me pongo—, les gruño a los tres.
Ashely se aparta de mí y vuelve a sentarse en la cama. Los tres hermanos también se alejan de mí. Estoy tan enfadada que siento que el poder irradia de mi cuerpo. ¿Cómo se atreven a decirme cómo tengo que vestirme?
—Erica—, Ace da un paso adelante vacilante y me pone la mano en el hombro. —Tu aura... es poderosa—.El cosquilleo del vínculo de pareja empieza a calmar mi ira y por fin ya no siento que vaya a explotar. —¿Mi aura?— susurro confundida.
Es porque somos lobos blancos—, dice Envy dentro de mi mente.
En algún momento tendrás que decírselo-.
Se lo diré cuando esté preparada—, le digo a Envy.
Con el tiempo los necesitarás para equilibrar tu aura. ¿Por qué crees que te dieron tres compañeros? se queja Envy en mi cabeza.
No estoy preparada para que nadie lo sepa—, le digo, y de repente echo de menos a mis padres. Si estuvieran aquí, me habrían guiado-.
Envy suelta un resoplido de frustración y se acurruca en el fondo de mi mente.
—Erica—, Ace me frota los brazos con las manos, intentando calmarme. —¿Hay algo que quieras contarnos? ¿Quizá sobre tu lobo?一.
Sacudiendo la cabeza de un lado a otro, cambio de tema. —
Pensaba que íbamos de compras—.
Ashley y sus hermanos se miran preocupados, pero ninguno se atreve a volver a preguntarme por mi lobo.Ashley se levanta y sale de la habitación para prepararse para ir de compras. Me deja a solas con los hermanos y todos me miran como puñales.
—Creo que hay algo que nos ocultas—, dice Chris con voz enfadada y los ojos azules negros.
—No os oculto nada—, cruzo los brazos sobre el pecho y los miro a todos enfadada.
—¿De qué color es tu lobo?—, me pregunta Ace.
—No lo sé—, miento. —Sólo me he transformado una vez. No he podido ver de qué color es—.
—¿Cómo que sólo has cambiado una vez?—. Bryce resopla. -
Tienes veinte años—.
Me trago el nudo que se me forma en la garganta y mantengo la cabeza alta. —No cambié hasta que cumplí veinte años—.
—¿Por qué no nos lo dijiste antes?—. me pregunta Ace mientras sigue frotándome los brazos.
Lágrimas calientes empiezan a escocerme los ojos. Pero no son lágrimas de tristeza, sino de rabia. —Porque no había nada que contar. Finalmente cambié y mi lobo se llama Envy-.
—Lo sé—, Bryce intenta ocultar la preocupación en su voz con emoción. —¿Por qué no vamos todos a correr esta noche? Sé que
Azul me ha estado rogando por una carrera—.
—No sé si estoy preparada para una segunda carrera—, miento.
Envidia también me ha estado dando la lata para otra carrera. —Mi primer turno fue realmente doloroso—.
—Sólo será más fácil cuanto más a menudo cambies de turno—, intenta razonar Ace conmigo.
—Tal vez—, digo mientras me dirijo a la puerta de la habitación.
—¿Adónde vas?— Chris intenta bloquear la puerta.
—Creía que íbamos de compras—, le gruño y Chris se aparta rápidamente de la puerta.
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Maldecida con los trillizos alfa
Werewolf-Yo fui el primero en besarla-, alardea Bryce. -Yo la llamo virginidad -, grita Ace en voz alta. -Ella me amara primero-, responde Chris enfadado. Erica pone los ojos en blanco y pisa fuerte. - ¡Los odio! Los odio a todos. Erica se encuentra sin hog...