Punto de vista de Chris
Desde las sombras de los árboles al otro lado de la calle del Bunny
Club. Observo en silencio cómo mis hermanos salen del coche y entran en el bar. La han encontrado. Pero llegan dos semanas tarde.
Encontré la información que buscaba casi en cuanto salí de la manada del Norte. Resumiendo, le debo una disculpa a Erica. No me tomó mucho tiempo rastrearla, a diferencia de mis hermanos.
La encontré hace una semana y la he estado observando desde lejos. Estoy tratando de armarme de valor para hablar con ella y llevarla a casa.
Pero no a casa, a la Manada del Norte. No creo que ninguno de los dos esté preparado para eso. Encontré un apartamento en las afueras de la Manada Norte, en una ciudad humana. Quiero llevar a Erica a mi nuevo hogar. Honestamente, no quiero compartirla.
Quiero que sea mía y sólo mía. Sé que mis hermanos nunca dejarían que eso sucediera. Así que tengo que encontrar la manera de que se vaya conmigo esta noche y no con ellos.
Observo el bar con atención, esperando a ver salir a mis hermanos, pero no salen con Erica tan rápido como esperaba. De hecho, no salen con ella.
Veo que un deportivo negro se detiene en la parte trasera del club.
Conozco ese coche. Pertenece a ese asqueroso de Enzo que lleva dos semanas tirándose a Erica. Le he visto acompañarla o llevarla en coche al Bunny Club varios días a la semana. Cada vez intenta darle un beso en la mejilla, pero ella siempre se aleja rápidamente de su alcance. Me hace sonreír saber que no se aleja de nosotros.
En la oscuridad de los árboles me desplazo hasta la parte trasera del bar y veo a Erica subiendo al coche con ese asqueroso. No me lo puedo creer. Les ha dado esquinazo a mis hermanos.
Me quito los pantalones de chándal grises y me meto en mi enorme lobo negro, Cyan. Algo me dice que tengo que llegar a su apartamento antes que ellos. Me muevo mucho más rápido en mi forma de lobo. Corro entre los árboles y me dirijo al apartamento
de Erica.
Al volver a mi forma humana, sé que sólo tengo unos minutos para llegar al apartamento antes de que Erica y Enzo vuelvan. Forzo la cerradura de la puerta de su apartamento y la cierro silenciosamente tras de mí. Me escondo en su cuarto de baño y espero que mi olor aún esté disimulado.
En cuanto entro en el baño, oigo abrirse la puerta principal de su pequeño apartamento. La oigo intentar decirle a Enzo que se vaya, pero él no capta la indirecta. Observo desde el cuarto de baño en penumbra cómo se abre paso hasta su apartamento. Cyan gruñe con fuerza en mi cabeza. Suplicando ser liberado. Quiere matar a
Enzo.
Enzo da un paso adelante y pasa los dedos por el pecho de Erica, que se tensa al contacto con él.
¿Puedo matarlo ahora? Cyan gruñe enfadado.
Pronto—, le prometo.-
Un pequeño gruñido llena el silencio del apartamento y veo que Erica aparta de un manotazo la mano de Enzo. —Enzo, tienes que irte—, dice Erica con seguridad.
Pero el idiota no se mueve. Sólo da un paso más hacia ella. Sé que Erica ha sido entrenada y que puede luchar esta batalla por sí misma, pero de ninguna manera voy a dejar que este imbécil conserve sus manos después de que se las pusiera a mi compañera.
Salgo de la oscuridad del baño y me aclaro la garganta. —Creo que te ha pedido que te vayas—.
La cabeza de Enzo gira en mi dirección y sus ojos se abren de par en par mientras intenta mirarme de arriba abajo.
—¿Quién coño eres tú?—. Enzo cuadra los hombros e intenta parecer intimidante. Luego se gira y mira a Erica. —¿Quién coño eres?—.Los ojos azules de Erica brillan con lágrimas mientras me mira. - Es una de mis compañeras—, dice con un poco de resoplido en la
voZ.
—¿Uno de tus compañeros?— pregunta Enzo mientras se aleja de mí.
—Tengo tres—, dice Erica mientras su cara se sonroja de vergüenza.
—Tres—, se ríe Enzo ligeramente. —No tenía ni idea de que fueras un bicho raro—.
Los hombros de Erica se desploman y me doy cuenta de que sus palabras la hieren profundamente. ¿Es esto lo que le preocupa que piense la gente cuando se entere de que tiene tres compañeros?
Enzo esboza una sonrisa estúpida mientras mira fijamente a mi compañera. Por fin aprovecho para mirar a Erica. La ropa que lleva al club de conejitas es cada vez más escasa. Esta noche sólo lleva un sujetador de encaje rojo brillante que no oculta sus pezones rosas y unos pantalones de cuero negro ajustados. Se me hace la boca agua al ver lo que lleva puesto, pero entonces me doy cuenta de que Enzo también está mirándola.
—Creo que deberías irte—, le gruño a Enzo, haciendo que se sobresalte.
Erica cruza los brazos sobre el pecho y da golpecitos con el pie, impaciente. Está claro que también espera que Enzo se vaya. Pero, maldita sea, este tío no pilla la indirecta.
Doy una zancada hacia Enzo y le rodeo el cuello con las manos antes de que tenga tiempo de reaccionar. —Creo que te he pedido que te vayas—, le digo.
Enzo me araña la mano que le rodea el cuello, pero eso sólo hace que yo apriete más el agarre. Las venas empiezan a salirle de las sienes mientras jadea. Dejo que mis garras se desprendan de mis dedos y las deslizo por la cara de Enzo, extrayendo sangre a medida que avanzo.
Estoy a punto de arrancarle el corazón con la mano libre cuando veo a Erica por el rabillo del ojo. Se está poniendo verde y parece que va a vomitar en cualquier momento.
Suelto a Enzo, que se desploma en el suelo. —Vete—, gruño con más fuerza, y Enzo sale corriendo de la habitación de rodillas.
Cuando estoy seguro de que Enzo se ha ido, me vuelvo hacia Erica. Tiene una expresión ilegible en el rostro. Da unos pasos hacia mí y me da una bofetada.
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Maldecida con los trillizos alfa
Werewolf-Yo fui el primero en besarla-, alardea Bryce. -Yo la llamo virginidad -, grita Ace en voz alta. -Ella me amara primero-, responde Chris enfadado. Erica pone los ojos en blanco y pisa fuerte. - ¡Los odio! Los odio a todos. Erica se encuentra sin hog...