POV de Erica
Me alejo unos pasos de Ashley y Bryce. Me pongo la mano libre sobre la oreja y escucho atentamente.
-¿Mamá?— digo con voz aturdida.
—Soy yo, cariño. Sólo quiero llamar para ver cómo estás—. La voz de mi madre suena a través del teléfono y las lágrimas empiezan a correr por mi cara. —¿Estás bien?—
—Sí, mamá—. Dudo. —Hay tantas cosas que contarte—.
—No tenemos mucho tiempo—, dice mi madre rápidamente y noto que está susurrando al teléfono.
—¿Sabes lo que dices que hiciste?—. Bajo la voz y miro alrededor del abarrotado centro comercial. Quiero asegurarme de que nadie, aparte de Ashley y Bryce, está intentando escuchar mi conversación.
—Lo hago—, sisea mi madre a través del teléfono. -Por favor, no te creas lo que están diciendo—.
—Jamás me creería una afirmación tan ridícula—, le aseguro a mi madre. —Sé que no robarías precisamente en el colegio-.
—Gracias, cariño—, dice mi madre con dulzura. —No tengo mucho más tiempo—.
—Mamá—, le suplico a través del teléfono. -Tengo mucho más que contarte—.
—Todo a su tiempo—, dice mi madre. —Un día volveremos a estar juntas y podrás contármelo todo—.
—Si pudieras decirme la verdad—, le suplico. —Yo puedo ayudar.
Los trillizos ayudarían—.
Mi madre se burla en voz alta al teléfono. —No me sorprendería que Luna Alice tuviera algo que ver y que sus hijos cumplieran sus órdenes para terminar el trabajo—.
Me giro y miro a Bryce con dolor en los ojos y él sacude la cabeza de un lado a otro.
—Mamá—, intento mantener la calma porque tengo que recordar que estoy en público. —Los trillizos no son los mismos que recordamos. Son amables y cariñosos. Me están cuidando.
—Yo no quería enviarte a la Manada del Norte—, puedo oír cómo la voz de mi madre se enfada más cuanto más intento defender a los trillizos. —Todo fue idea de tu padre. Ahora saldréis de allí con el cerebro lavado—.
Las lágrimas corren por mis mejillas tan deprisa que soy incapaz de secármelas con la suficiente rapidez. —No lo entiendes, mamá
—, mi voz empieza a quebrarse. -Son mis compañeros—.
Pero mi madre no responde. La línea está cortada.
Giro la cabeza hacia Ashley y Bryce y ambos me miran con cara de asombro. Me doy cuenta de que ninguno de los dos sabe qué decir.
Agacho la cabeza, me acerco a ellos y Bryce me abraza. —Solo quiero irme a casa—.
Bryce asiente con la cabeza y me besa suavemente en la frente. - Por supuesto—, dice Bryce con una sonrisa preocupada en la cara.
—Vamos a llevarte a casa—.
Bryce empuja las bolsas de Victoria's Secret hacia Ashley y me coge en brazos. Me saca del centro comercial en brazos. Oigo los susurros de todos los que nos cruzamos. Sé que debería importarme que me miren y susurren, pero no estoy de humor para ello. Cuando llegamos al todoterreno, Bryce le da las llaves a Ashley y le dice que conduzca hasta casa.
Bryce se mete en el asiento trasero conmigo en brazos. Me, acaricia el pelo y me besa las mejillas manchadas de lágrimas durante todo el trayecto. No puedo evitar pensar en lo que dijo madre sobre Luna Alice. ¿Es posible que ella formara parte de todo esto? ¿De verdad odiaba que mi familia viniera de visita todos los veranos? Si ella tuvo algo que ver, estoy segura de que Alpha Devin no tuvo nada que ver. Su amistad con mi padre significa mucho para él. O al menos eso creía.
Llegamos a la casa de la manada y veo que Ace y Chris nos están esperando. Sin decir una palabra, cogen todas las bolsas de la parte trasera del todoterreno y las suben por las escaleras. Bryce se niega a soltarme y sigue cargando conmigo una vez que salimos del coche.
Luna Alice nos fulmina con la mirada cuando entramos en la manada. —¿Qué crees que estás haciendo?— Le grita a Bryce. -
¿Por qué siempre llevas a esta chica a cuestas? ¿No le funcionan las piernas?—
—Ahora no, mamá—, le gruñe Bryce.
—¿Así le hablas a tu madre?— Le grita en voz alta.
—He dicho que ahora no—, gruñe Bryce en voz alta. Luna Alice da un paso atrás de su hijo y se lleva la mano al pecho, conmocionada. Bryce ignora su dramatismo y continúa caminando conmigo escaleras arriba.
—¿No tenías que hacer eso por mí?—. le susurro en el pecho.
Bryce me da un beso en la frente y me deja en el sofá de la habitación de Chris. —Lo hice—; dice, —y lo volvería a hacer.
Nadie hablará a mi compañera con ese tono—.
Ace y Chris entran en el dormitorio y cierran la puerta en las narices de Ashley. —Tendrás que dar explicaciones más tarde-, resopla mientras se aleja de la puerta.
Ace y Chris dejan mis maletas en el suelo y corren hacia mí. -
¿Qué ha dicho tu madre? me pregunta Ace con cuidado.
Resoplo las lágrimas que aún amenazan con caer de mis ojos. -
No me ha dicho nada que no supiera ya—.
—Eso no es verdad—, dice Bryce enfadado. —Dijo que creía que nuestra madre estaba implicada en lo que sea que esté pasando con sus padres—.
—¿Qué?— Chris dice enfadado. —¿No pensarás realmente que nuestra madre tuvo algo que ver con lo que les pasó a tus padres?
Me niego a mirar a Chris a los ojos y me encojo de hombros. -
Parece que me odia muchísimo—.
—No puedes estar hablando en serio—, la cara de Chris se pone roja de ira.
—Erica no culpó a nuestra madre—, Ace intenta calmar la situación. —Simplemente señaló el hecho de que nuestra madre no la quiere.
Chris se levanta y se pasea por el suelo enfadada. —Una cosa es decir que Erica le cae mal. Otra cosa es decir que su madre participó en la conspiración por la que echaron a sus padres de la manada del Oeste.
—Nunca hemos dicho que lo hiciera-, intento defenderme pero Chris ya no me escucha.
—No voy a quedarme aquí sentado escuchando esta mierda—, dice Chris mientras sale furioso del dormitorio y da un sonoro portazo.
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Maldecida con los trillizos alfa
Werewolf-Yo fui el primero en besarla-, alardea Bryce. -Yo la llamo virginidad -, grita Ace en voz alta. -Ella me amara primero-, responde Chris enfadado. Erica pone los ojos en blanco y pisa fuerte. - ¡Los odio! Los odio a todos. Erica se encuentra sin hog...