POV de Erica
Vuelvo a la pequeña habitación de los Omega y empujo la puerta.
No parece que le hayan dado mi habitación a nadie todavía.
Sin cerrar la puerta tras de mí, me siento en la pequeña cama que hay en un rincón de la habitación y subo las rodillas hasta el pecho. Mis pensamientos se dirigen a un lugar aterrador de mi mente. Sería más fácil para todos si yo ya no estuviera. Mis padres no tendrían que preocuparse de enviarme a algún sitio para que me cuidaran. Los hermanos no estarían peleándose entre ellos ni con su madre. Ahora tengo la sensación de ser la causa de los problemas de todos.
Apoyo la cabeza contra la pared y lucho contra las lágrimas que amenazan con caer de mis ojos. El olor a chocolate caliente con toques de vainilla entra en la habitación y llaman a la puerta. Ni siquiera me molesto en levantar la vista. Sé que es Bryce. Ace es el único de los tres que sólo huele a chocolate caliente.
—¿Estás bien?— Bryce dice en voz baja al entrar en la habitación.
—He estado mejor—, digo, todavía sin mirarle.—Vamos—, dice mientras camina hacia el lado de la camita. -
Quiero llevarte a comer algo—.
—Está bien—, suspiro. —En realidad no tengo tanta hambre—.
—Entonces te llevaré a tomar un helado—, la voz de Bryce es suave y juguetona.
Levanto la cabeza de la pared y miro en su dirección. Sé que tengo los ojos hinchados y enrojecidos y estoy segura de que el maquillaje me cae por la cara.
—No me apetece ir a ningún sitio—, digo mientras un sollozo se escapa de mi pecho. —Estoy segura de que parezco miserable—.
—Estás preciosa—, me miente Bryce y me río sarcásticamente en su cara.
—Eres un encanto—, le digo mientras le regalo una pequeña sonrisa. —Pero la verdad es que no me apetece ir a ningún sitio-.
—Bueno.— Bryce coloca las manos en las caderas y mira alrededor de la habitación. —No te vas a quedar aquí—.
Sacudo la cabeza mientras más lágrimas caen silenciosamente por mis mejillas. —No puedo volver a la habitación de Chris. No quiero estar cerca de sus cosas ni de su olor—.
—Es bueno saberlo porque no vas a volver a su habitación, te quedas conmigo—, dice Bryce mientras me mueve las cejas.
—No te voy a echar de tu habitación—, suspiro.
Bryce suelta una carcajada. —No lo harás. Dormiré en el suelo—.
Me tiende la mano, yo la pongo en la de Bryce y él me tira de la cama.
—Tonterías—, digo en voz baja. —Estoy segura de que la cama es lo suficientemente grande para los dos—.
—¿Estás diciendo que estás dispuesta a dormir en la misma cama conmigo?—. La voz de Bryce es esperanzadora.
—Estoy diciendo que estoy cansado de dormir sin mis compañeros. Si Ace y... Si Ace quiere unirse a nosotros es más que bienvenido—. Tropiezo un poco con mis palabras al pensar en Chris. Yo también quiero que duerma con nosotros, pero creo que aún no hemos llegado a ese punto. No me quiere como yo a él y eso me duele.
Dejo que Bryce me saque de la pequeña habitación Omega y me lleve por el pasillo. Ojalá pudiera dejar de pensar que todos estarían mejor sin mí aquí, pero hay una voz molesta dentro de mi cabeza que no se calla.
Ace y Bryce no estarían bien si los dejáramos—, dice Envy dentro de mi mente. Nos quieren.
Pero Chris no, le respondo. ¿Cómo puedo tener sólo a dos de mis compañeros cuando la Diosa de la Luna quería que tuviera a los tres?
Dices que si no puedes tenerlos a todos, no quieres a ninguno-, aúlla Envy en mi cabeza.
Eso es exactamente lo que digo—, le digo a mi lobo. Si no puedo tener a todos los hermanos, entonces no quiero a ninguno. Los otros dos sólo serán un recuerdo del que se escapó—.
Tienes que darle tiempo a Chris, se queja Envy. Ya entrará en razón.
Espero que tengas razón—, suspiro internamente. Espero que tengas razón.
Bryce me lleva a su dormitorio y cierra la puerta tras de sí. Ace ya está sentado en la cama esperándonos.
—Creía que la ibas a llevar a comer algo—, dice Ace mientras deja el mando del videojuego en la mano.
—No quería irse—, Bryce se encoge de hombros.
—Bueno, tiene que comer algo—. Ace y Bryce hablan de mí como si no estuviera. Pero, sinceramente, no me importa. No estoy en el estado de ánimo adecuado para tomar decisiones por mí misma.-Intenta convencerla tú entonces—, dice Bryce mientras cruza los brazos sobre el pecho.
Ace acepta el reto, se levanta y se acerca a mí. —Zorrita—, dice mientras me limpia las mejillas manchadas de lágrimas con los pulgares. —Tienes que comer algo—.
Vuelvo a enfocar la vista y veo los brillantes ojos azules de Ace mirándome fijamente. Me sonríe dulcemente y yo le devuelvo la sonrisa.
—¿Y si voy a buscarte algo de comer y tú te quedas aquí a jugar a los videojuegos con Bryce?—. pregunta Ace.
—Vale—, susurro aunque no he registrado lo que Ace ha dicho en realidad.
—¿Ves?—, le dice Ace a Bryce con una sonrisa burlona en la cara.
—Así es como se hace—.
Ace sale por la puerta del dormitorio y la cierra tras de sí. Bryce me abraza y el cosquilleo del vínculo me saca del trance. Me recuesto en el pecho de Bryce y dejo que me recorra el cuerpo con las manos.
Se me escapa un pequeño gemido y oigo a Bryce gemir detrás de mí. —Tengo una idea mucho mejor que los videojuegos para mantenernos ocupados—. me dice.Doy vueltas en sus brazos y dejo que el cosquilleo del vínculo de pareja disipe cualquier duda que tenga en mi mente. —¿Qué es eso? le pregunto mientras le rodeo el cuello con los brazos.
Bryce me dedica una sonrisa traviesa. —Soy el único de mis hermanos que no ha llegado a probarte—.
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Maldecida con los trillizos alfa
Werewolf-Yo fui el primero en besarla-, alardea Bryce. -Yo la llamo virginidad -, grita Ace en voz alta. -Ella me amara primero-, responde Chris enfadado. Erica pone los ojos en blanco y pisa fuerte. - ¡Los odio! Los odio a todos. Erica se encuentra sin hog...