Cap 91 Puedes marcarme

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POV de Erica

[Contenido para adultos]

Los brazos y las piernas me tiemblan incómodos cuando me subo encima de Chris, pero la excitación de sus ojos me hace desear más. Sus dedos se clavan en mis caderas mientras aplasto mi húmedo coño a lo largo de su polla, cubriéndolo con mis jugos. La punta de su polla me acaricia el clítoris. Si me siento así de bien con solo frotar mi coño contra su polla, sé que va a ser increíble cuando por fin vuelva a deslizarse dentro de mí.
Introduzco la mano entre los dos, alineo la punta de su polla con mi entrada y bajo lentamente hasta su polla. Es tan larga que soy incapaz de meterla toda de una vez. Me inclino hacia delante y me balanceo sobre su polla, intentando meterme más cada vez que me siento sobre ella.
Intento sentarme para rebotar en su polla, pero Chris me mantiene pegada a el.
—¿Crees que puedes con los dos?—. Me susurra al oído.

Mis ojos se abren de golpe cuando siento la presencia de Bryce detrás de mí. Chris me mantiene quieta mientras Bryce recorre mi trasero con su polla. Me tenso, sabiendo lo que viene a continuación.
—Necesitamos una respuesta, Zorrita—, dice Bryce mientras se inclina sobre mí. —¿Crees que puedes con los dos?—.
—No estoy segura de entenderlo—, exhalo nerviosa.
Siento los dedos de Bryce recorriendo el exterior de mis pliegues.
Siento presión en mi culo cuando Bryce desliza un dedo dentro.
Sujetándome las caderas, Chris empieza a bombear su polla dentro y fuera de mi coño mientras Bryce juega con mi culo. La sensación es extraña pero maravillosa al mismo tiempo.
Una vez más los hermanos acompasan sus movimientos, encontrando un ritmo entre los dos. Cuando Chris me saca la polla, Bryce me mete un dedo. Me encuentro arqueando la espalda, levantando el culo, pidiendo más a los dos hermanos.
—Creo que está lista—, gruñe Bryce con aprecio.
No sé si estoy preparada o no, pero sé que no quiero que los hermanos dejen de tocarme. Siento que Bryce desliza sus dedos fuera de mí y gimo por la pérdida de sus caricias.
—Paciencia, zorrita—, se ríe Bryce desde detrás de mí. --Prometo darte más.

Chris me levanta de su polla y de repente me siento tan vacía y odio esa sensación. Bryce desliza su polla dentro de mi coño, metiéndola y sacándola lentamente mientras se cubre de mis jugos.
Bryce se retira rápidamente y Chris vuelve a meterme la polla. Se mantiene dentro de mí y yo me muevo en pequeños círculos sobre su polla, intentando crear la fricción que necesito. Antes de que pueda ponerme tensa, siento una presión en el culo mientras Bryce se esfuerza por deslizarse también dentro de mí.
Con movimientos lentos y constantes, ambos hermanos dejan que me acostumbre a la nueva posición. Los hermanos se mueven en tándem esta vez. Me dan un poco de alivio cada vez que los dos se sacan al mismo tiempo. Al principio, el dolor en el culo me distrae, pero acaba desapareciendo y vuelve la sensación de placer.
Bryce rodea con su mano la parte delantera de mi cuerpo y tira de uno de mis pezones. Un suave maullido sale de mi boca cuando los hermanos aceleran el ritmo.
Mis pechos se agitan arriba y abajo en la cara de Chris. Su lengua sale y me acaricia el pezón. Una oleada de electricidad recorre mi cuerpo cuando él tira de mi cabeza hacia la suya. Empuja mi culo más arriba en el aire. Bryce aprovecha la situación y me penetra con toda su fuerza.
Chris introduce su lengua en mi boca y explora cada centímetro de mi boca. Se separa del beso, presiona su frente contra la mía y exhala con fuerza. —¿Puedo marcarte?
Sin esperar siquiera mi respuesta a su hermano, Bryce me aparta el pelo del hombro, dejando al descubierto dónde me marcará.
—Necesito una respuesta—, susurra Chris junto a mi oído.
Asiento rápidamente con la cabeza. —Puedes marcarme—.
Chris pasa la lengua por el lugar donde Bryce ya me ha marcado.
Sus caninos se alargan contra mi piel. Respira hondo antes de abrir la boca y hundir sus caninos en mi cuello. Una vez más, la sensación de euforia me invade y me lleva al límite.
Mi cuerpo empieza a retorcerse bajo los dos hermanos. Mi coño se aprieta con fuerza alrededor de la polla de Chris. Chris se quita los caninos del cuello y pasa la lengua por la marca, sellándola. Los dos hermanos están duros como rocas dentro de mí mientras alcanzo el punto álgido de mi orgasmo.
Los hermanos me salpican el cuello de besos mientras siguen metiéndose dentro de mí.
—Joder, Erica—, gime Chris, y su polla se retuerce dentro de mí mientras derrama su semilla en mi interior.
Bryce sale de mi culo, se acaricia la polla y se corre en mi espalda. Siento los brazos y las piernas como gelatina y me derrumbo sobre Chris. Bryce desaparece en el baño y vuelve con una toallita húmeda. Me limpia la espalda y tira la toallita al suelo.
Chris me pasa los dedos por la espalda mientras me tumbo encima de el intentando recuperar el aliento. —Necesito una ducha-. murmuro contra el pecho de Chris, pero creo que no soy capaz de moverme.
—Todos necesitamos una ducha—, se rie Bryce.
—No creo que pueda caminar—, gimo mientras intento rodar fuera del pecho de Chris, pero él me sujeta fuerte contra su pecho.
Bryce y Chris me apartan el pelo para mirar las marcas que me han hecho en el cuello.
Bryce ladea la cabeza y yo le enarco una ceja. —¿Qué tiene de malo?—.
—Es que parece incompleto—, dice Bryce con una mirada triste.
—Eso es porque lo está—, la voz de Ace llega desde la puerta. -
Me alegra ver que todos habéis decidido marcarla sin mí—.
Ace se aleja furioso de la habitación de Bryce. -Joder—, refunfuño. —Tengo que ir a arreglar esto—.

Maldecida con los trillizos alfa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora