Cap 90 Tiempo de juego

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Punto de vista de Erica

[Contenido para adultos]

Paso su lengua desde la parte superior de mi vientre hasta mi ombligo y me meneo impaciente bajo sus caricias. Bryce se ríe contra mi piel mientras me retuerzo bajo él. Cierro los ojos con fuerza, intentando recuperar el control sobre mi cuerpo, pero oficialmente he perdido toda capacidad de calmarme. En este momento, mi cuerpo pertenece a Bryce y él lo sabe.
Sus dedos rasguean entre mis piernas y mis caderas saltan al encuentro de cada empujón que me da con la mano. Oigo el chirrido de la puerta al abrirse y me quedo inmóvil. Entonces, el olor a chocolate caliente y menta llena el aire y siento que me relajo. Sé que Chris ha entrado en la habitación.
Chris se pone al lado de su hermano y observa cómo me toca. -
¿No me digas que me he perdido la hora de jugar?—. pregunta Chris.
Intento concentrarme en Chris, que está al lado de Bryce, pero la lujuria me nubla la vista. Estoy tan perdida en el momento que soy incapaz de distinguir entre las dos caras que me miran.
—¿La quieres primero, hermano?—. Oigo preguntar a Bryce.
—No—, la voz ronca de Chris llena la habitación. —Puedo esperar.
Yo la tuve primero la última vez—.
—Así que la tuviste—, dice Bryce con una sonrisa en la cara. —
Pero no estoy seguro de haber terminado de jugar con ella todavía.
Los dedos de Bryce se mueven lentamente dentro y fuera de mí y no sé cuánto más podré aguantar. —Por favor—, le ruego. —Bryce, te necesito.
—Mira qué guapa es cuando suplica—, le dice Bryce a su hermano.
Sin poder evitar tocarme más, Chris se inclina y se lleva uno de mis pezones a la boca. A diferencia de su hermano, no me pellizca la piel. Me pasa la lengua en círculos por el pezón y maullo ante la gloriosa sensación de que los dos hermanos me toquen al mismo tiempo.
—Bryce gruñe en señal de aprobación. —¿Quieres sentirlo?
Acercando su mano a mi coño, Chris introduce un dedo junto con el de su hermano. Chris gime. —Tenías razón. Parece que se va a correr en cualquier momento—.

Los hermanos trabajan en tándem, moviendo sus dedos a un ritmo constante. Chris enrosca ligeramente el dedo, golpeando el punto dentro de mi coño que hace que se me enrosquen los dedos de los pies.
—Chicos—, gimo. —Me voy a correr.
Chris se inclina a mi izquierda y Bryce a mi derecha. Cada uno se lleva un pezón a la boca. Uno de ellos es suave y el otro brusco, pero estoy tan abrumada que no puedo distinguir quién es quién.
Rodeo sus cabezas con las manos y me aprieto contra ellas. Mi núcleo empieza a apretarse y a tirar del pelo de los hermanos mientras libero mis jugos sobre sus dedos.
Chris saca sus dedos de mi coño y me los mete en la boca. Me obliga a probarme. Lamo con avidez el sabor de mis dedos. De repente me siento vacía y la cama se hunde a mi lado. Bryce me levanta y me tumba en el centro de la cama antes de colocarse encima de mí.
—No puedo esperar más—, dice Bryce apretando los dientes. —
Necesito sentirte alrededor de mi polla.
Mi cuerpo está tan sensible que soy incapaz de responder verbalmente. Me limito a mover la cabeza arriba y abajo con impaciencia.
Mirando a un lado veo que Chris está desnudo acariciándose la polla mientras observa a su hermano alinear su polla con mi entrada. Mientras veo a Chris jugar consigo mismo, Bryce se abre paso hasta mi interior.
—¿Te gusta que mi hermano te mire?—, pregunta Bryce mientras se enfunda completamente dentro de mí.
Antes de que pueda responder, Bryce me penetra de golpe. Mis ojos se cierran con fuerza cuando Bryce se retira y vuelve a penetrarme.
La cama vuelve a inclinarse a mi lado y sé que es Chris. Abro los ojos y veo a Chris acariciándose junto a mi cabeza.
—¿Tú también quieres complacer a mi hermano?—. me pregunta
Bryce mientras sigue metiéndose y sacándose de mí.
—Sí, quiero—, exhalo, abro la boca y espero.
Chris no pierde el tiempo y me mete la polla en la boca. El sabor de su pre-semen en la punta de su polla sólo sirve para mojarme más por Bryce.
—Creo que le gusta este hermano—, gime Bryce.
Doy vueltas con la lengua alrededor de la polla de Chris mientras
Bryce me folla el coño, la otra cosa que me falta es Ace. Pero no puedo pensar en él ahora. No cuando sus hermanos me están llenando.

Mi núcleo comienza a apretarse alrededor de la polla de Bryce y él deja escapar un gruñido. -Voy a marcarla—, advierte a su hermano. Al instante, la polla de Chris ya no está en mi boca y la boca de Bryce está en mi cuello.
Me pasa la lengua por la nuca y noto cómo sus caninos se alargan contra mi piel. De repente, hunde sus caninos en mi cuello.
Primero me escuece, pero luego la sensación se transforma en euforia. Mi coño se aprieta contra su polla y noto cómo me cubre con su semen.
Cuando caigo rendida por el orgasmo, Bryce me suelta el cuello de los caninos y lo cierra con un golpe de lengua. Mis brazos caen sin fuerza a los lados, pero sé que mi día está lejos de terminar. Levanto la mano y me toco el cuello.
—No te he marcado yo—, gimo mientras Bryce saca la polla de mi interior.
—Ya habrá tiempo de sobra para eso—, dice Bryce mientras me tumba boca abajo. —Tienes otro hermano al que complacer.
¿Cómo la quieres hermano?—
—Quiero que monte mi polla—, dice Chris con avidez. —Quiero ver sus tetas rebotar arriba y abajo mientras me la follo—.
Chris se tumba en la cama y se palmea los muslos, sus ojos azules centellean de excitación mientras me arrastro encima de él.

Maldecida con los trillizos alfa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora