Maldecida con los trillizos alfa

Cap 105 Irse

Punto de vista de Ace

La tensión en la habitación es densa. Las auras de mis hermanos y de mi Alfa pesan en el aire y me sorprendo cuando mi padre se somete a mí. Sólo me demuestra lo que ya suponía. Mi padre renuncia a la manada y se marcha. Es la única explicación.
Tenemos que hablar con nuestro padre para averiguar qué está pasando—, les digo a mis hermanos a través del enlace mental.
Beta Aaron parece un asesino—, dice Bryce con un poco de duda.
No creo que consigamos que se vaya—.
—Papá—, le dice Erica a su padre. —Vamos a darles a los hermanos algo de tiempo con su padre—.
El aura Luna de Erica revolotea por el aire y nos tranquiliza a todos.
La tensión se calma en la habitación y Erica conduce fácilmente a sus padres a la cocina. Bryce, Chris y yo observamos a nuestra compañera con asombro. Es realmente magnífica. No me cabe duda de que será una Luna poderosa.
Los tres volvemos a centrar nuestra atención en nuestro padre, que se mueve nervioso en su sitio.
—Explícate—, exijo y cruzo los brazos sobre el pecho. Mis hermanos hacen lo mismo y formamos un muro que bloquea la puerta principal.
—Tu madre ha desaparecido—, escupe nuestro padre de mala gana. —Tengo que ir a buscarla, podría estar en peligro—.
—Dudo que esté en peligro—, se burla Chris. -Probablemente se escondió porque Erica mató al Alfa de la Manada Oeste y a su hijo.
No tiene adónde ir—.
—No puedo dejar que se vuelva rebelde—, dice nuestro padre con tristeza. —No sobrevivirá—.
—No parecía preocupada por dejar que los padres de Erica se convirtieran en rebeldes—, dice Bryce. —Tal vez sea hora de que reciba un poco de su propia medicina—.
—Aaron y Evelynn se tenían el uno al otro, nos suplica mi padre.Sabe que no podemos abandonar la manada sin nuestro permiso o él también se volverá rebelde.
—¿Qué piensas hacer una vez que la encuentres?—. pregunto con curiosidad. -Ciertamente no es bienvenida dentro de la Manada del Norte o la Manada del Oeste—.

—Hablando de la Manada Oeste—, dice Chris en voz baja. —Uno de nosotros tendrá que ir allí y arreglar las cosas. No podemos dejarlos desatendidos sin un Alfa por mucho tiempo—.
—¿Qué tal si uno de ustedes me lleva a la Manada Oeste mientras ustedes revisan las cosas allá abajo?—, sugiere Padre con una mirada ansiosa en su rostro.
—Nunca dijiste lo que ibas a hacer una vez que la encontraras—, repito, ignorando a Chris. Se que tenemos que ocuparnos de la manada del Oeste, pero no quiero dejar a Erica más tiempo del necesario. No creo que ninguno de nosotros quiera abandonarla.
—¿No debería ser Erica la que visitara a la Manada Oeste?—, dice Bryce sin ánimo de ayudar. Chris y yo lo fulminamos con la mirada.
—¿Qué? Ella es la que derrotó al Alfa Félix y a su hijo.
Técnicamente es la Alfa de la Manada Oeste—.
—No la quiero—, su voz viene de la puerta que lleva a la cocina. -No quiero ser el Alfa de ninguna manada—.
—Deberías haberlo pensado antes de retar al Alfa Félix—, se ríe nuestro padre.
Mis hermanos y yo gruñimos a nuestro padre al mismo tiempo y él mira al suelo. No se atreve a mirarnos a los tres. Nuestro padre sabe que ya no es rival para nosotros tres. Erica suelta un pequeño suspiro y se pone delante, de nosotros, como si nos protegiera de nuestro padre. Nuestros hermanos y yo compartimos una mirada confusa antes de que Erica empiece a hablar.
—No puedes irte hasta que pases oficialmente el título a tus hijos.
El hecho de que podamos sentir que te has retirado no significa que el resto de la manada lo sepa. Estoy segura de que comprenderás que hay que seguir los canales adecuados—, dice Erica con la cabeza alta y los hombros hacia atrás. Parece una verdadera Luna en este momento.
Mis hermanos y yo compartimos una sonrisa. Es jodidamente perfecta—, dice Chris a través del enlace mental.
Puedes repetirlo -dice Bryce sin apartar los ojos de nuestra compañera.
Todos esperamos en silencio a que nuestro padre responda a Erica. Seguro que no nos negaría nuestra propia ceremonia Alfa.
—¿No lo entendéis los cuatro? Vuestra madre podría estar en peligro. No hay tiempo para cosas como ceremonias Alfa o Luna.
Tengo que encontrarla tan rápido como pueda—. La voz de nuestro padre es rápida y llena de pánico.
—¿De verdad nos negarías nuestra ceremonia Alfa?—. pregunta Chris conmocionado.
—Tú harías lo mismo si fuera Erica la desaparecida--, nos espeta nuestro padre.
—Si no recuerdo mal—, le grito a mi padre. —Erica estaba desaparecida y Bryce y yo nos quedamos atrás y ayudamos a llevar la manada.
—¿Y dónde estaba Chris mientras ella no estaba?—. Mi padre cruza los brazos sobre el pecho y mira a Chris con enfado.
-Estaba fuera averiguando la verdad sobre lo que Madre había hecho—, le gruñe Chris a nuestro padre.
—Ella sólo hacía lo que creía que era mejor para vosotros tres—, escupe nuestro padre y luego se tapa la boca con la mano.
—Lo sabías todo el tiempo—, dice Beta Aaron desde la puerta de la cocina.
Nuestro padre levanta las manos. —Tenía mis sospechas, pero no sabía el alcance de lo que había hecho—.
De repente, un aura poderosa llena la habitación. Sé que no pertenece a ninguno de mis hermanos. Giro la cabeza y miro a Erica, que prácticamente brilla por el poder que irradia.
—Eras su amigo—, dice apretando los dientes. —Confiaban en ti.
Nuestro padre se encoge de miedo bajo el aura de Erica. Parece como si pudiera explotar en cualquier momento y no se sabe de lo que es capaz. Antes de que tenga la oportunidad de hacer algo peligroso, me interpongo entre ella y mi padre.
—Yo, Alfa Ace de la Manada del Norte, te destierro a ti, Alfa Devin de la Manada del Norte, y te declaro pícaro —. Después de decir las palabras me siento mal del estómago, pero era lo justo. Madre fue enviada a la Manada Oeste por las mismas ofensas. El sonido de los aullidos fuera de la casa de la manada me hace saber que el resto de la manada sintió que las ataduras de su
antiguo Alfa se rompían.
—Vete-, le gruño a nuestro padre, —y no vuelvas nunca más—.