Cap 123 Cabeza nivelada

2.3K 179 7
                                    

Punto de vista de Chris

Estoy furioso. Lo único que quiero es despedazar a Bryce por dejar que secuestren a Erica. Intento decirme a mí mismo que Erica se enfadaría si yo matara a mi hermano, pero ahora mismo no puedo ver más allá de mi rabia.
Ace, como siempre la voz de la razón, se interpone entre Bryce y yo para asegurarse de que no lo golpeo más de lo que ya lo he hecho.
-Tenemos que dejar de pelearnos entre nosotros y llegar hasta Alpha Jet. Tenemos que averiguar cuánto sabe—, dice Ace con lógica.
Bryce asiente, pero yo no. Quiero ir a buscar a nuestra compañera, no podría importarme menos lo que ese traidor de Alpha Jet tenga que decir.
—Tenemos que empezar a buscar a Erica—, protesto. -Cuanto más tiempo esté desaparecida, más peligro corre—.
Bryce da un paso atrás de mí antes de empezar a hablar. —No creo que Erica corra peligro hasta después de tener el bebé—, dice Bryce. —Creo que Madre quiere al bebé-.
—¿Eso es lo que te dijo el oráculo?—. Ace le pregunta a Bryce.
—Nadie me dijo nada—, dice Bryce. —Es sólo una corazonada que tengo—
—Puedes explicar esa corazonada que tienes de camino a la casa de la manada Este—, gruñe Ace en dirección a
Bryce.
Bryce tiene la cara magullada e hinchada por la paliza que le he dado antes. Le da las llaves a Ace, sabiendo que no está en condiciones de conducir.
Ace sube al lado del conductor y Bryce intenta sentarse en el lado del acompañante, pero lo tiro hacia atrás por los hombros y le gruño.
-Puedes sentarte atrás—, le gruño.
Una vez más, Bryce no se resiste. Sabe que ha metido la pata.
Bryce sube a la parte trasera del coche y no dice ni una palabra. Mientras conducimos por la carretera hacia la casa de la manada del Este. Bryce permanece en silencio en la parte trasera del coche.
Me doy la vuelta en mi asiento y miro a mi hermano. Aunque se está curando rápidamente, tiene la cara magullada e hinchada.
Tiene un corte encima del ojo izquierdo que le gotea sangre por un lado de la cara. Me siento culpable mientras miro a Bryce. Debería haberle escuchado antes de pegarle.
—¿Qué te dijo el oráculo? le pregunto.
Bryce me mira y se limpia la sangre de la cara con la manga. —Dijo que nuestras marcas nos llevarían hasta ella—, dice Bryce en voz baja.
—¿Qué significa eso? gruñe Ace desde el asiento delantero del coche.
—No lo sé—, Bryce baja la cabeza avergonzado una vez más. -
Ella no tuvo la oportunidad de explicarse—.
—¿La mataste antes de poder una respuesta?—. Gimo de frustración.
—No lo entiendes—, dice Bryce y las lágrimas empiezan a correr por su rostro. —Erica estaba golpeando la puerta, tratando de llegar a mí. No pude llegar hasta ella hasta que el oráculo murió.
¿Qué habrías hecho tú?—.
Ace y yo permanecemos en silencio un rato más. Ambos sabemos que habríamos hecho lo mismo. Llegar hasta Erica habría sido nuestra prioridad número uno.

—Ella tuvo que haberte contado algo más que eso—, dice Ace mientras mira a Bryce en el espejo de revisión.
—Me contó cómo creció y cómo fue obligada por el padre de Alpha Jet y Alpha Jet a inventar falsas profecías cuando no podía producir una real—. Bryce sigue con la cabeza gacha, se niega a encontrar mi mirada.
—¿Cómo sabemos si las profecías que dio eran verdaderas o no? -. le pregunto a Bryce.
—Sólo ella lo sabía—, Bryce se encoge de hombros.
—Y ahora está muerta—, gimo con frustración.
—Sé que lo que les dijo a Erica y a nuestra madre era cierto-, dice Bryce con esperanza en la voz. Me mira e intenta sonreír, pero la hinchazón de su cara no se lo permite.
—No sabemos lo que les dijeron—, dice Ace pensativo mientras se detiene frente a la casa de la manada.
El alfa Jet nos espera en el porche, caminando de un lado a otro y retorciéndose las manos. Cuando mis hermanos y yo salimos del coche, Alpha Jet nos dedica una sonrisa falsa.
—Por fin han llegado los Trillizos Alfa—, dice con lo que sólo puede describirse como falso entusiasmo.

Alpha Jet baja corriendo las escaleras de la casa de la manada e intenta ayudarnos con las maletas. Pero tan pronto como se acerca a Ace, éste le gruñe. Congelado en sus pasos, Alpha Jet retrocede lejos de nosotros. Miro
a Ace sorprendido. Normalmente no es de los que se enfadan sin motivo. Pero los ojos de Ace pasan del azul al negro y sé que está a punto de cambiar.
Pongo los ojos en blanco y me interpongo entre él y Alpha Jet.
Como no estoy acostumbrado a ser el que tiene la cabeza fría, no sé por dónde empezar. Justo cuando estoy a punto de hablar, una voz resuena en mi cabeza. Una voz que estaba seguro de no volver a oír.
Chicos', llamo a través del lazo. Chicos, ¿podéis oírme? Si podéis oírme, estoy en una cabaña rodeada de árboles altísimos. Eso es todo lo que puedo deciros. Pero, por favor, venid a buscarme—. La dulce voz de Erica suena como si tuviera pánico y miedo. Nunca la había oído tan asustada.
—Erica—, le digo a través del enlace. Erica, iremos a por ti-.Escucho atentamente su respuesta, pero no la oigo a través del enlace. Me doy la vuelta y miro a mi hermano con los ojos muy abiertos.
—¿Habéis oído eso?— pregunto a mis hermanos.
Tanto Ace como Bryce me miran con idénticas caras de asombro.
—Sí que lo hemos oído—, dicen los dos asombrados.
Ya no puedo mantener la cordura después de oír la voz angustiada de mi compañera en mi mente. Me doy la vuelta y miro a Alpha Jet.
Avanzo varias zancadas y le gruño en la cara.
—Dime todo lo que sabes—.

Maldecida con los trillizos alfa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora