Cap 66 Déjame compensarte

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Punto de vista de Erica

[Contenido para adultos]

Rodeo el cuello de Chris con los brazos y tiro de el para darle otro beso. Esta vez me toca a mí provocarle. Le paso la lengua por el labio inferior y el abre la boca con impaciencia. Dejo que mi lengua se deslice lentamente en su boca y masajeo suavemente la suya con la mía. Chris me enreda la mano en el pelo y me echa la cabeza hacia atrás. Su lengua empieza a luchar contra la mía, los dos queremos llevar la batuta.
Mis dedos tantean los bordes de su camiseta mientras intento levantársela por encima de la cabeza. Nos separamos del beso lo justo para que yo pueda quitarle la camiseta por la cabeza. En cuanto se la quito, aprieto mi pecho desnudo contra el suyo.
Empujo su espalda contra la pared, junto al futón, y me siento a horcajadas sobre su regazo. Noto su erección presionando sus vaqueros. Me aprieto contra su cuerpo, él cierra los ojos y gime profundamente en mi boca.
Me separo del beso y miro a Chris con las pestañas. —Estos vaqueros no pueden ser cómodos.

Chris responde con un gruñido mientras sigo apretándome contra su dura polla.
Despacio, me bajo de su regazo y me tumbo en el suelo, entre sus piernas. Apoyándome en las rodillas, le desabrocho despacio los botones de los vaqueros. Deslizo la mano por sus calzoncillos y acaricio su polla. Agarro la cintura de los pantalones y los calzoncillos y empiezo a bajárselos despacio.
Chris pone las manos sobre las mías y me ayuda a bajarle los pantalones por las caderas. Se aparta, se quita los pantalones de una patada y los tira a un lado. Me arrastro por el cuerpo de Chris y froto su polla entre mis pechos. Apoyo las manos en sus muslos y le recorro los pechos lentamente.
Gime de placer y noto cómo mis pezones se endurecen contra su piel.
—Joder, Erica—, gime. -Tus pechos son jodidamente perfectos-.
—¿Y mi boca?— le digo justo antes de pasarle la lengua por la punta de la polla.
Sus caderas se agitan salvajemente mientras mi lengua recorre su polla una vez más. Paso la lengua desde la base hasta la punta varias veces antes de metérmela en la boca. Una vez más, su cadera se despega del futón y me la mete hasta el fondo de la garganta.

Me dan unas arcadas, pero intento mantener el ritmo que sé que él busca. Chris enreda sus manos en mi nuca y me guía rápidamente arriba y abajo. Apoyo las manos en sus muslos para evitar que me penetre demasiado. Noto cómo su polla empieza a retorcerse dentro de mi boca y sé que está a punto de liberarse.
Agarro la base de su polla y la acaricio con el mismo ritmo y vigor con que él me la mete en la boca.
—Erica—, gime advirtiéndome.
Le miro a través de las pestañas y niego ligeramente con la cabeza, haciéndole saber que estoy preparada para lo que viene a continuación. Chris se pone rígido debajo de mí, pero yo continúo con el ritmo de su polla. Después de empujarme una última vez sobre su polla, siento su semilla caliente cubriéndome la garganta.
Me lo trago todo con avidez y lo lamo hasta dejarlo limpio.
—Joder, Erica—, gime Chris mientras me levanta la cabeza de la polla. - Eres jodidamente perfecta—.
Chris me levanta y me quita el chándal de encima. Luego me rodea los muslos con los brazos y me acerca a su boca. Apoya la espalda en la cama y sujeta mi coño sobre sus labios. Saca la lengua y gira alrededor de mi clítoris. Me mete la lengua hasta el fondo y yo grito su nombre.
Me encuentro chocando contra su cara. Chris me clava los dedos en las nalgas para sujetarme, pero yo muevo las caderas cada vez que su lengua roza mi clítoris.
心S
Sus movimientos son lentos y calculados. Muy distintos a los de la primera noche que pasamos juntos. Vuelve a hundir la lengua en mi clítoris antes de pasar la mano por mi raja. Mis jugos cubren sus dedos y noto cómo los desliza hacia mi culo.
Su dedo presiona suavemente mi culo fruncido e intento recordar que debo relajarme, pero mi cuerpo está demasiado tenso. Estoy a punto de liberarme mientras su lengua gira alrededor de mi clítoris.
Su dedo presiona dentro de mí y eso me lleva instantáneamente al límite. Empiezo a apretar mi cara contra su lengua cada vez más rápido. Chris mete y saca el dedo de mi culo cada vez más deprisa.
Grito su nombre cuando llego al orgasmo. Siento que mis jugos bajan por mis muslos y cubren la cara de Chris. Me muevo contra su lengua hasta que mi cuerpo deja de temblar.
Chris me aparta de su cara, me desplomo sobre su costado y mis ojos se vuelven pesados. Me aparta el pelo de la cara y me da un besito en la nariz.
—¿Estás cansada, Zorrita? Su voz es grave y ronca.
—Murmuro mientras me acurruco contra él.
—Supongo que puedo dejarte echar una siesta antes del segundo asalto—, dice con una sonrisa de satisfacción en la cara.

—¿El segundo asalto? Bostèzo.
—No pensarías que te iba a dejar escapar tan fácilmente, ¿verdad?
¿No?— Chris se ríe entre dientes mientras me envuelve con la banqueta.
Vuelvo a bostezar fuerte y me acurruco en su pecho, oliendo su chocolate caliente y su aroma a menta. —No he dormido bien en dos semanas—, le digo.
—Eso te pasa por escaparte—, dice con un deje de humor en la voz.
Suelto una burla. —Tú te escapaste primero—.
De repente, estoy atrapada debajo de Chris y el se ha colocado entre mis piernas. —Deja que te lo compense—.

Maldecida con los trillizos alfa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora