Cap 77 La verdad

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Punto de vista de Chris

No sé cómo me las arreglé para meternos a los tres en la misma habitación al mismo tiempo, pero lo hice. Mis hermanos y yo estamos de pie en la habitación de Bryce mirándonos el uno al otro. Todas nuestras auras Alfa se mezclan en la habitación y me resulta difícil concentrarme.
Bryce nos mira a Ace y a mí con una intensidad que no había visto antes. —Entonces, ¿cuánto tiempo has estado follándote a Erica sin nosotros?—. Bryce rompe por fin la tensión en el dormitorio.
—Fue una vez—, gimo.
—Una vez de más—, gruñe Bryce.
Miro a Ace en busca de ayuda, pero parece estar de parte de Bryce en este caso. Me paso la mano por la cara, frustrado, y suelto un gemido.
—Está bien—, exhalo. —Tienes razón. No debería haberme acostado con ella. Pero no la veías todas las noches con esos conjuntos que llevaba en el Bunny Club—.

—Hablando de eso,— Ace finalmente interviene. -¿Cómo la encontraste tan rápido?—.
—Eso no importa—, intento cambiar de tema. —No nos he reunido para hablar de Erica. Nos he reunido para hablar de mamá.
De repente, tengo la atención de mis hermanos. Los ojos de ambos se clavan instantáneamente en los míos.
—¿Cómo que quieres hablar de mamá?—. Ace me levanta una ceja.
—Lo creas o no, no me fui de la manada con Erica. Ni siquiera la encontré hasta después de que me dejaras un mensaje en el móvil diciéndome que había desaparecido.— Empiezo a decirles.
—Si no te fuiste con ella, entonces ¿por qué te fuiste?—. Bryce se burla, claramente no creyendo ni una palabra de lo que he dicho.
—Porque necesitaba averiguar la verdad—, digo mientras me dejo caer en la silla que tengo detrás. -Necesitaba saber si Erica tenía razón sobre mamá. Algo en mis entrañas me decía que mamá sí tenía algo que ver con el destierro de los padres de Erica de la Manada del Oeste—.
—¿Y bien?— Ace se inclina para oírme mejor.
Respirando hondo, continúo. —Fui a visitar al oráculo de la Manada del Este. Me dijo que nuestra madre la había visitado hace muchos años, cuando aún éramos jóvenes. Había leído una profecía que decía que tres Alfas trillizos se aparearían con un lobo blanco y que eso provocaría una gran guerra entre las cuatro manadas.
Todos sabemos que el mayor miedo de madre es la guerra—.
Ace deja escapar un gemido. —Así que nos buscó compañeras de su elección para evitar la guerra.
Bryce finalmente libera su aura y entonces la tensión en la habitación disminuye. —¿Estás diciendo que madre hizo que expulsaran a los padres de Erica de la Manada Oeste, con la esperanza de alejarla de nosotros?—.
—Por lo que he podido averiguar de las otras manadas parece que los rumores sobre los padres de Erica empezaron dentro de nuestra propia manada—, intento llenar los espacios en blanco. - No digo que fuera Madre, pero no me extrañaría-.
—¿Cómo sabemos siquiera que somos los trillizos de la profecía o que Erica es la loba blanca?—. Ace sacude la cabeza confundido.
—¿Alguno de nosotros ha visto siquiera al lobo de Erica?—.
—Yo no—, decimos Bryce y yo al mismo tiempo.
—Yo tampoco—, murmuro.
—Así que hay dos cosas que tenemos que hacer—, dice Ace. - Tenemos que enfrentarnos a nuestra madre y tenemos que averiguar si Erica tiene un lobo blanco-.

Bryce gruñe enfadado. —No estoy dispuesto a perdonarla—.
Ace suelta un suspiro frustrado y entierra la cabeza entre las manos. —Creo que yo tampoco estoy preparado para perdonarla
—Tenéis que estar de broma—, digo apretando los dientes. -
Volvió a la manada porque quiere estar con todos nosotros—.
Bryce me mira con desprecio. —Me rechazó—.
—Estaba sufriendo—, le gruño. —Traicionaste el vínculo de pareja
-
—Ella nos traicionó primero al dejarnos sin motivo. ¿No crees que eso dolió?— Bryce cruza los brazos sobre el pecho y deja escapar un zumbido de desaprobación.
—Es complicado—, intento defender a nuestra compañera. —Se fue por mí, sí. Pero también se fue porque necesitaba saber que podía sobrevivir sola-.
—Sí. Sobrevivió trabajando en un lugar de mala reputación—.
Bryce sonríe.
Cierro los ojos con frustración y me paso las manos por el pelo. - Todos podéis hacer lo que queráis. Pero al final veréis lo que se siente sin nosotros cuatro juntos. Todos debemos estar juntos.Ahora lo veo—.

—Lo que sea—, dice Bryce, poniéndose de pie. —Tengo una compañera que no me ha rechazado a la que volver—.
—Bryce, por favor, no te acuestes con ella. No viste la cantidad de dolor que le causó la última vez. No fuiste tú quien tuvo que sacarla del suelo del baño—. Le ruego a Bryce.
—Si no se hubiera ido para empezar, nunca habría sentido ese dolor—. Bryce se levanta y mantiene abierta la puerta de su habitación, haciendo un gesto para que nos vayamos.
—Espera—, grito. —¿Quién va a hablar con mamá y con Erica?—.
Ace se ríe entre dientes. —Tú ya has hecho la mayor parte del trabajo, así que por qué no lo terminas. No quiero estar cerca de ninguna de las dos—.
Bryce asiente con la cabeza. -Cuando descubras la verdad puedes venir a buscarnos. Hasta entonces mantente alejado de mí y mantén a Erica alejada de mí también—.
—Lo que ha dicho—, dice Ace mientras sale del dormitorio y no mira atrás.
Bryce me hace un gesto para que salga de su dormitorio una vez más y yo me levanto y salgo. La puerta se cierra tras de mí y no estoy seguro de poder reparar esta relación con mis hermanos.

Maldecida con los trillizos alfa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora