Maldecida con los trillizos alfa

CAP 30 Te conozco

POV Erica

Sentada en la cama de Chris, me envuelvo en las mantas e inhalo profundamente mientras hojeo los canales de la televisión. Su aroma es embriagador. Me he escondido en el dormitorio de Chris para evitar a Luna Alice y su interminable retahíla de insultos. Está muy decepcionada porque estoy emparejada con sus hijos y no duda en hacérmelo saber cada vez que puede.
Quiero salir y correr—, gime Envy en mi cabeza.
Ya te lo he dicho. No es seguro. Somos demasiado raros—. Intento razonar con ella, pero me parece imposible y no puedo culparla.
Me encantaría volver a cambiar y dejarla correr por el bosque. La sensación era tan liberadora.
Envy no para de quejarse en mi mente cuando llaman a la puerta de la habitación de Chris. Empujando a Envy al fondo de mi mente, aúlla de frustración.
—Adelante—, grito, intentando ignorar los aullidos que resuenan en mi mente.

Ace asoma la cabeza por el dormitorio con una gran sonrisa en la cara. —Tengo algo para ti—, me dice orgulloso.
—¿Ah, sí?— Le devuelvo la sonrisa.
Ace entra en el dormitorio de Chris con una bolsa de vestido en la mano. —No he podido encontrar el vestido exacto que estropeé, pero he pensado que te quedaría bien este—.
Saltando de la cama, corro al lado de Ace y le quito la bolsa con cuidado. —No tenías por qué hacer esto—, digo a pesar de estar sonriendo de oreja a oreja.
—Dije que te compraría uno nuevo—, me recuerda Ace, y me ruborizo al recordarle arrancándome mi vestido favorito del cuerpo.
Dejo la bolsa del vestido sobre la cama, abro la cremallera y descubro un precioso vestido azul brillante. Saco el vestido de la bolsa y en mis manos la tela brilla como el agua a la luz del sol. - Oh, Ace—, jadeo mientras aprieto el vestido contra mi cuerpo. - No puedo aceptar este vestido. Es mucho más bonito que el que se estropeó—.
—Claro que puedes aceptarlo. ¿Qué otra cosa te vas a poner en nuestra cita de esta noche?—. Dice con una sonrisa.
—Cuando dices 'nuestra', ¿a qué te refieres exactamente?—. Dejo suavemente la bolsa del vestido en la bolsa del vestido y la llevo al
armario de Chris.

—Sólo tú y yo esta vez—, dice Ace emocionado.
—¿Bryce y Chris están de acuerdo con esto?—, pregunto en voz baja.
—Claro que lo están—, dice Ace con seriedad. —¿De qué otra forma vas a conocernos individualmente sin salir con nosotros individualmente?—.
—Creo que os conozco a todos bastante bien—, digo bromeando.
—¿Ah, sí?—, Ace coloca las manos en las caderas y me sonrie. -Dime lo que sabes—.
Vuelvo a sentarme en la cama, cruzo las piernas por debajo y apoyo las manos en el regazo. —¿Por quién empiezo?— Sonrío.
—Espera un momento—, dice Ace antes de salir corriendo por la puerta. Segundos después vuelve con sus hermanos a cuestas. —
Sé que no querrían perderse esto—.
—¿Perderse qué?— Bryce pregunta con curiosidad.
—Erica cree que nos conoce—. Ace se ríe.
—Sí que os conozco-, me burlo.
—Oigámoslo entonces, dice Chris bromeando.

Sus ojos azules se centran únicamente en mí y, de repente, desearía haberme callado la boca. -Bueno...— Tartamudeo un poco. —Acè es el responsable. También asume la culpa cuando los tres os metéis en líos. Aunque normalmente es culpa de Bryce.
Bryce es el playboy...—
—¡Oye!— Bryce se entromete. —Eso no es justo.—
—Como estaba diciendo. Bryce es el playboy. Tan pronto como todos ustedes llegaron a la adolescencia, Bryce siempre tenía una chica aquí durante el verano. Yo diría que él es probablemente el más experimentado con las mujeres entre los tres—.
Bryce cruza los brazos sobre el pecho y empieza a hacer pucheros. Me río ante su mohín sexy antes de continuar.
—Chris es el serio. Claro que te sigue la corriente con tus bromas y travesuras, pero creo que hay algo más que preferiría estar haciendo que esconder mi ropa interior por toda la casa de la
manada一
—Hizo un trabajo bastante bueno—, Chris mira a Bryce por el rabillo del ojo y empieza a soltar carcajadas. —Oh vamos, Bryce.
No puedes enfadarte porque ella clavó tu personalidad-.
—Sí que nos conoces bastante bien. Pero somos más de lo que parece. Queremos que sepas todo sobre nosotros—. Ace dice dulcemente.

—Y nosotros queremos saberlo todo de vosotros—. Chris dice con una sonrisa en los labios y sé que está pensando en el otro día.
—Yo diría que ya la conocemos bastante bien—, interviene Bryce todavía con el ceño fruncido.
—Bryce, me levanto de la cama y le rodeo el cuello con los brazos.
—Por favor, no te enfades conmigo-.
—Seguiré enfadado hasta que me dé un beso—. Intenta no sonreír, pero una pequeña mueca juguetea en la comisura de sus labios.
—¿Y si decido hacerme la dura?—, digo coquetamente.
Bryce me levanta por los muslos y un chillido sale de mis labios mientras envuelvo mis piernas alrededor de su cintura. —No puedes hacerte la dura con el playboy—, Bryce me hace girar un poco y luego me deja caer sobre la cama de Chris inclinándose
sobre mí.
—Bryce—, forcejeo contra él. —Déjame levantarme.
—No hasta que consiga mi beso—, Bryce saca los labios en un pequeño mohín.
—Bien—, me acerco y le doy un beso en la mejilla. —Ya está, ya tienes tu beso, ahora déjame subir.
Bryce me suelta de mala gana y odio admitir lo mucho que echo de menos su tacto cuando se va.
—De todas formas, deberíamos dejar que te prepararas para tu cita—, dice Bryce con un guiño.
—No te diviertas mucho sin nosotros—, se ríe Chris mientras
Bryce y él se dirigen a la puerta.