CAPITULO 2 - El Zigzag club...

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POV. Anastasia Steele

Como buenos amigos, Katherine Kavanagh (la persona con la que hemos sido roomies por estos cuatro años, lo mismo que mejores amigas, es sólo una persona ¿he?, quería hacer una buena introducción para ella), José Jr. y yo, llegamos juntos y felices al club... 

Retomando el tema "solo somos amigos José", estoy preocupada, no sé qué más puedo decirle, total ya debería entender y como ya metió al cuento a su papá, esto resulta molestoso, ¿qué pasa si conozco a alguien y lo llevo a casa?... el señor Rodríguez que supone somos novios, pensará mal y no quiero malas vibras... tal vez estoy exagerando ni novio tengo, bueno no me interesa nadie, pero puede pasar ¿no? ni que fuera tan patito feo.

Vemos una mesa y rápidamente nos acomodamos ahí - ¡estoy tan feliz que iniciemos esta etapa!... - dice Kate - tienes razón Kate, debemos celebrar, finalizamos la universidad todo ok, nos mudamos y tenemos departamento nuevo, empleos, lugares y personas nuevas que conocer... ¡espero encontrar el amor.!.. - digo y sonrío, provocando a José, a ver qué dice, ¡¡¡maldito mentiroso!!!- ¡ay Aní!, ¡estoy de verdad feliz!, porque me dijeron que haré una exposición de mis fotografías y lógico  tienen que estar en la inauguración son mis musas, sino me faltara un año y medio más para completar la carrera estaría de seguro viajando con ustedes, pero estarán conmigo en la exposición ¿verdad?- nos abraza a ambas y nos da un beso en las mejillas- ¡¡¡qué emoción!!! - grita Kate al igual que yo, tal vez no es el momento de decir nada, ya veremos... – ¡claro que estaremos ahí, no perderíamos ese evento por nada!.. ahora... ¡¡¡vamos a bailar!!! - dice Kate y levantamos las manos moviéndonos al ritmo de la música en dirección a la pista de baile...

Mucha bebida, los "chupitos " llegan uno tras otro, hasta parece que forman una fila para llegar hasta mí, entre tanto brinco, canto y contoneo siento que el piso se mueve mucho, me acerco a Kate y le digo que iré un momento a descansar a la mesa, nueve la cabeza en señal que me oyó y es suficiente, mientras estoy en la mesa, José se acerca sigiloso como un gato y esta vez sí saca el tema - Anastasia, ¿por qué dijiste que deseas encontrar el amor?, acaso que yo te quiera ¿no significa nada para ti? - lo miro asombrada, no puede ser, ¿acaso vivimos en realidades paralelas?- ¿de qué demonios hablas José? tú y yo, sólo somos amigos: A M I G O S - se lo deletreo - o ¿prefieres no ser ni eso?, porque con tu actitud, hasta estoy considerando romper todo vínculo... - no deja que termine de hablar y se abalanza hacia mí, me estira del brazo, todo se mueve y no realmente a mi favor, ¡he bebido demasiado!, ¡soy una irresponsable!, está él a mi lado y no sé si sentirme a salvo, insiste en que nos vayamos y le pido que me lleve a la terraza, y terminemos esta conversación - ¡por favor José, vayamos a la terraza, que me falta el aire! - respiró y sueno un poco asustada, con la vista logro ubicar a Kate, pero está en las nubes y no me ve para nada, está bailando entretenida con un tipo alto y rubio, de su estilo, y ahora ¿qué hago?, ¡intentaré razonar con este idiota!, pero si en sus cinco sentidos no entiende, estando tan ebrio ¿lo comprenderá?, demonios ¡¡¡estoy en problemas!!!

Estamos en la terraza y otra vez con lo mismo - Ana te he querido desde siempre y no quiero perderte, eres el amor de mi vida y bla bla bla... - ya no escucho sólo busco con la mirada alguien que me aleje de este loco - José, ya déjalo, ¡se acabó!, no quiero lastimarte, ¡no te quiero así!, ¡somos amigos!, ¡por Dios! ¡solo amigos! no siento nada más, no pasará de esta forma ¡no pasará José!, no creo que el amor sea así... - no me deja terminar de hablar me estrecha entre sus brazos tan fuerte e intenta besarme... ¡no puede ser!, ¡no puedo caminar sola!, ahora lo entiendo, ¡intentaba emborracharme y lo logró!, un escalofrío me recorre el cuerpo, montones de historias de ataques, agresiones y violaciones, vienen a mi cabeza, y no se porque... el es mi amigo, pero esas alarmas que me asustan, forcejeamos me estira más fuerte y yo, chillo, que me suelte y nada, empieza a estrecharme más, ¡tengo miedo!, lo empujo pero me estrecha más y más fuerte hasta casi arrastrarme, lo insulto y nada consigue hacer que me suelte... de por ahí escucho - ¡¡¡La señorita le dijo que la dejé, aléjese o no respondo!!! - ¡¡¡gracias a Dios!!!

Acuerdo de Amigos. Será nuestro secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora