CAPITULO 101 - Siguiendo el rastro...

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POV. Ross Bayle

Me dice lo que planeó, seguir a esos hombres, me parece descabellado, si consiguieron que cayera el helicóptero y ahora saben que estamos vivos, es seguro que tratarán de encontrarnos y obvio poner una trampa, no soy buena para acampar y menos para sobrevivir en lugares como estos, pero mi instinto me dice que caminemos por el borde del río debe haber algún camino, puente o algo... - ¡no recuerdo bien donde desemboca este río!... ¡o que ríos pasan por este sector, en todo caso sería bueno ir río abajo!... - digo - ¡pero Ross atravesando este bosque está el camino estoy seguro, solo que debemos caminar bastante!... ¿el GPS de tu celular funciona?... - dice Christian, pregunta mientras mira por todos lados buscando señal... elevando la mano... con el suyo... - y ¿cómo crees que el mío funcionaría, si el tuyo no?... ¿tú crees que el mío es diferente?... - sueno molesta porque estoy empezando a impacientarme aún más y veo y tiene razón... ¡en el mío funciona el GPS!...- wow ¡maldita basura!... ¡hasta que sirves para algo!... - pero la batería se está agotando, sin embargo, Christian lo toma y se ubica fácilmente... - ¡vamos por allá!... - me dice y empezamos a caminar... ahora me siento mal porque las piedrecillas, ramas y cosas pequeñas empiezan a castigar a mis pies descalzos... creo que me hice un corte, cuando me quejo de dolor... Christian me mira preocupado... - ¡no podemos demorarnos mucho Ross!... ¡creo que deberé cargarte!... - dice, y no recuerdo la última vez que alguien me cargara en brazos, ¿tal vez tendría como 6 años?... me siento más que avergonzada... - oh no, no, no yo puedo ir sola... - escucho que hace sonidos extraños con su boca como si arrullara a alguien - ¿por qué haces esos ruidos?... - ¡es solo para concentrarme, trato de no pensar nada más que en esta situación!... - dice calmado y ahora se quita el saco y las agujetas de sus calzados... - ¡ok, ahora haré unos zapatos para ti!...- me dice y rompe las mangas de su hermoso saco de Armani... nos quedamos sentados y ahí mete cada uno de mis pies a una manga y amarra con la agujeta para sostener el calzado improvisado y... ¡funciona!, ya no siento dolor al pisar y ahora puedo ir más rápido... - ¡gracias, promocionaré esta marca!.... - digo tratando de despejar el temor por la situación que atravesamos... hace una mueca vemos luces... aunque está empezando a aclarar... se ve no muy lejos, una especie de cabaña bastante maltrecha...

Con mucho cuidado nos acercamos y varios hombres están dentro... se estremece mi cuerpo... creo que no estamos a salvo, y ¿si son los que nos hicieron daño?... descubrimos una especie de cobertizo y nos refugiamos ahí tratando de hacer el menor ruido posible, mientras esperamos escuchar algo que nos confirme si son los que nos buscan y justo un grupo de ellos sale... - ¡está bien jefe!...- dice uno de los hombres hablando muy fuerte por el teléfono satelital...- ¡dentro de dos horas nos reuniremos con el otro grupo y estamos seguros que los hallamos!... ¡ya marcamos el área donde seguro están!... - entonces suena la voz de un hombre en el radio - ¡manténganlos inconscientes y si están muertos déjenlos y no olviden!... ¡cero rastros!... - veo como Christian escudriña todo lo que está a nuestro alrededor y encuentra unas botas viejas... me las entrega y también hay ropa de trabajo parece que aquí habían mineros, son overoles y abrigos... Christian me pasa la ropa, que me pongo sobre la que traigo, de tanto que caminamos nuestros cuerpos no se congelaron, pero ahora el frío hace que tirite todo el tiempo... ambos parecemos trabajadores de alguna mina, gracias a los cascos que traemos salimos sin ser vistos, vamos hacia el camino donde se ve una especie de sendero marcado por las muchas visitas de los coches... ya no sentimos frío... pero si tengo mucha sed... tanto así que siento que la cabeza me da vueltas... - ¡tranquila ya llegaremos a algún lugar seguro no tenemos GPS ni celular y... se agotaron las baterías! - luego algo suena muy fuerte y nos llama la atención, oímos muchos pasos y voces, así que decidimos escondernos nuevamente... hay un grupo de hombres vestidos como nosotros... ¿será seguro seguirlos?... me pregunto... - ¿tú crees que los encontremos? - pregunta uno de ellos - ¡es obvio que sí, no hay otro camino cercano y seguro están heridos!... ¡estoy cansado, caminamos tanto en la noche!... ¡deberíamos usar la camioneta!...- otro responde molesto...- ¡por esa zona no se puede imbécil!... ¡ya deja de quejarte!... - dijo ¿la camioneta?... Christian y yo nos miramos cómplices... debemos volver y buscar esa camioneta... regresamos por el sendero o más bien cerca de él, no queremos toparnos con más gente... ayer parecían dos y ahora es un grupo de más de diez personas...

Acuerdo de Amigos. Será nuestro secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora