CAPITULO 5 - ¡No debería estar aquí!

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POV. Christian Grey

Elliot, no me parece buena idea venir a este club, estoy tomando analgésicos y obvio que no debo beber, no puedo bailar, y odio ver como levantas a las chicas y yo haciendo mal tercio - lo miro molesto, ¿a quién se le ocurre?, debería estar en casa, es cierto, ya estaba aburrido pero igual podía distraerme un poco más, además siempre estoy solo y total mañana es sábado - no seas aburrido Christian, tal vez y conoces a alguien... y te frota tu patita principal - dice pícaro - ¡¡eres un imbécil!!... tomaré una refresco y me iré a casa, tome el desinflamante y el analgésico por si acaso y creo que me siento muy cansado... - miro a todos lados y lo veo bailando con una pelirroja muy pegadito, todo está muy lento y creo que no debí tomar el calmante, me falta el aire... salgo a la terraza que tiene mesas y un hermoso cielo estrellado algunas parejas dándose cariño... pero lo que llama mi atención, es una en especial que discute acaloradamente la chica se ve molesta y trata de soltarse del tipo que la agarra e insiste en besarla a la fuerza - ¡que me dejes, te dije que no José, por favor! ¿por qué no lo entiendes? - por favor Ana sólo un beso y te dejo en paz - dice el tipo - ¡¡que no!! – con casi un gemido de dolor forcejeando para que la suelte - ¡¡¡Ana!!!- levanta la voz bruscamente el tipo y la jala fuertemente y ella chilla de dolor - ¡me estás lastimando!, ¿qué te ocurre? ¡¡Déjame!! - intenta golpearlo, pero él la estruja y la agarra esta vez más duro, todavía.

¡No sé qué me poseyó! - ¡la señorita dijo que la suelte!, ¡aléjese... y más vale que desaparezca! ¡cobarde! - digo en tono autoritario e intimidante - ¡usted no se meta este es un asunto entre mi novia y yo! - me dice el tipejo que está bastante ebrio, miro a la muchacha y tiene la cara toda roja de rabia y grita - ¡¡¡que no soy tu novia!!! No lo soy y no lo seré, ¡¡¡déjame en paz!!!, ¡¡¡maldición!!! - se agacha y vomita estrepitosamente en dirección al hombre - ¡¡¡ay que ascoooo Ana!!! - grita y salta para que no le salpique nada y se va hacia el salón limpiándose nuevamente a medida que camina en esa dirección y la deja conmigo.

Me acerco a ella, sujeté su cabello que es muy sedoso a mi tacto para evitar que se manche, la llevo hacia una jardinera, total al menos por ahí no notarán lo que está pasando - ya... ya... déjalo salir, ya ni modo, ¡toma mi pañuelo, límpiate un poco!, ¿estás mejor?- le digo, me mira avergonzada, tiene los ojos vidriosos, está completamente roja y obviamente ebria, dudo mucho que pueda hablar ahora, se recompone y muy suave dice - lo siento tanto, no suelo hacer esto, es solo que hoy, no pude más... ¡gracias por cuidarme! - me mira limpiándose la cara, los labios, ¡demonios! es tan bonita: tez blanca, labios bien formados, hermosos y rojos... ¡¡perfectos!! Y esos ojos ¡¡oooh!! un azul brillante y hermoso, ¡¡que bellos ojos!!, ¡yo los quiero para mí!... - Debería acompañarte a tu casa, ya estás muy mal, total yo iba de salida - le digo un poco serio – no... no, no vine sola, estoy con José, al que conociste y mi amiga Kate, si quiero irme, pero debemos decirle sino se preocupará - dice... - está bien, entremos - le digo, ese tipo la estaba atacando y su amiga la había dejado sola, me parece que ella se preocupa más que su disque amiga - ¿dónde está? – le pregunto y con un tono extraño - no lo sé - me contesta, me doy cuenta que está mal otra vez, no había notado que desde que la sujete la primera vez, la sostengo todo el tiempo, nos acercamos a la barra y le pido una botella de agua - toma esto, ¿Ana verdad?- le pregunto - sí, esa soy yo, Ana – dice - pero no deberías... darme esto ya no quiero beber nada, ¡¡¡es suficiente!!! – dice con convicción, al fin algo sensato salió de esa dulce boca - créeme que mañana me lo agradecerás, ¡bébelo todo! - le ordenó, me mira con el ceño fruncido, hace un gracioso saludo militar, toma la botella y se acaba todo el agua - ¿así está bien, señor? - me dice burlona y entre risas, ¡uy es tan linda y dulce!, creo que me la quedo, sonrío también, es divertida cuando esta ebria - buena chica- le digo y se queda mirándome profundamente, hace que me sienta desnudo que hasta me sonrojo, ¿qué tiene esta chica, que me pone tan nervioso? me doy vuelta para dejar la botella, distrayéndome un poco... - mira Ana, perdona, lo que paso tienes razón, solo seremos amigos, y como muestra de mi arrepentimiento y para estrechar nuestra amistad te ofrezco el "chupito" de la paz, bebe amiga – dice ese demente de José, ella lo mira sorprendida y con una sonrisa inocente y pilla como si se tratara de una travesura agarra la copa y la lleva a los labios, cuando me doy cuenta me abalanzo hacia ella... - ¿qué demonios haces Ana? ¡¡¡Noooo!!! ¡¡No bebas eso!! - trató de impedirlo, pero da un sorbo, en una fracción de segundo le arrebató la bebida de la mano y trata de alcanzarla nuevamente saltando y jugando... al final hay tanta gente que no puedo derramarla por ahí así que de un tirón me la bebo... ¡¡¡oh no!!!, el analgésico ¡¡¡¡Demonios!!!!, ¿por qué estoy haciendo todo esto? Yo no debería estar aquí y todo pasa como una película en cámara lenta mientras sólo veo esos ojos enfadados y la cara de incredulidad del perverso de José.

Soy un niño... y corro riendo y gritando tan feliz en un hermoso prado verde y suave, no llevo zapatos y una niña pequeña de coletas me persigue entre los árboles espaciados que hay por ahí... me toma de la polera y ríe tratando de hacer que pare de escaparme de ella... caemos al pasto y seguimos riendo como locos... miramos al cielo mientras conseguimos calmar nuestras risas... las nubes son de algodón en forma de paletas, globos, helados... y conejos sentimos que podemos casi tocarlos... se sienta a mi lado y se toma las rodillas... me mira de reojo... - Christian me haces tan feliz... - me dice, esos ojos me vuelven loco, siento como la brisa me eleva por los aires y puedo volar la tomo de las manos y estamos girando y girando subiendo entre las nubes - no me sueltes - me grita asustada... - jamás, eres mi vida... tranquila... - digo, me mira y sonreímos nuevamente... mi corazón siente tantas emociones juntas que solo de mi boca salen risas y más risas junto a ella...

Escucho a lo lejos un ruido extraño, me distraigo y ahora estoy en otro sitio... siento la presencia de alguien... no puedo verla aun, pero estoy temblando... esta mujer me da miedo ¿acaso no era una niña?... ahora es una joven bella que no me deja de acariciar... cuando quiero alejarme... solo me mira y soy incapaz de moverme... me congelo, no puedo hacer nada... estoy inmovilizado... me siento atado y lo disfruto tanto... me acaricia el rostro... me llena de besos... me duele el pecho y siento que apenas puedo respirar de emoción y nervios por la anticipación, pone una mano a la altura de mi corazón y el sentimiento se vuelve más placentero es como un cosquilleo que estalla en risas... adoro estar con ella, su perfume me calma tanto que no hay miedo por ningún lado... no quiero que me libere... quiero seguir atrapado en sus brazos... pero no hay nada que me ate a ella... sin embargo... no quiero moverme... ¿si permanezco quieto esto no terminará?... quiero que estemos así para siempre... ella ríe y me muerde y marca con sus uñas... siento el placer de sus besos... de pronto trata de alejarme y no quiero soltarla... ya no estoy inmóvil... ¿por qué?... me besa los ojos y juega con mi cara y estira con sus manos mis cabellos acercándome más para besar mis labios... que haga lo que quiera conmigo... rio tanto con todo lo que me hace sentir... besa cada milímetro de mi cuerpo y yo solo grito extasiado... por todas las sensaciones que me causan sus besos, su cuerpo... no sabía que era sentirse tan querido y ya no tengo más complejos... soy un cachorro adorado... las cicatrices que siempre me acompañaron y dolían... han desaparecido con tiernos besos y caricias... grito obnubilado no escucho desesperación ni angustia... solo es risa estrepitosa y juguetona... soy feliz y no quiero abrir los ojos y descubrir que esto es algo irreal... quiero que esto esté ocurriendo... es su tacto... el poder de esas pequeñas manos que acarician mi alma... amo cada segundo a su lado... ya no me pertenezco... la adoro, ella es mi dueña... es mi ama... haz lo que quieras conmigo... ¡te amo!

Acuerdo de Amigos. Será nuestro secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora