CAPITULO 120 - Justificando lo injustificable (Parte 1)

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POV. Stuart Clark

Habían pasado como seis meses que estuve vigilando a Lincoln, lo malo de esta tarea es que descubrí que Grey era amante de esa mujer y no me imaginaba sus actividades, la investigué profundamente y en el pasado fue una prostituta que por un golpe de suerte consiguió casarse con un hombre muy rico y de ahí su ingreso a la sociedad...

El hecho que el jefe esté involucrado con esa mujer, me causaba asco, aparte que descubrí que ella practicaba el sadomasoquismo y supuse que por ello Grey era su amante, las fotos y videos aparte de las muchas conversaciones me hicieron entender que entre ellos esas prácticas habían cesado, pero no así que el jefe tuviera sus amantes por contrato, por así decirlo...

Todos sus movimientos se los reporte a Welch, creo que hablo con el jefe y simplemente lo dejaron pasar... no me gustan ese tipo de actividades y tampoco puedo decir que soy un moralista, pero cuando vi ingresar a jóvenes a la casa Lincoln me llamó mucho la atención, eran mujeres y hombre bastante simpáticos... por los micrófonos entendí que eran acompañantes y también lo reporté... ¡tampoco se hizo nada al respecto!... me incomodó mucho tener que estar día y noche presenciando las actividades en esa casa... a veces veía ingresar al jefe y en una ocasión decidí prestar mayor atención a su conversación, Taylor siempre estaba presente... - ¿cómo te pareció Samantha?...- dijo Lincoln..- ¡nada fuera de lo esperado!, ¡sabes que no me gusta conversar mucho de mis prácticas sexuales!... ¡solo te diré que fue satisfactorio!...- dijo Grey... - me llegaron unas muchachas muy sensuales... ¡quisiera que me ayudaras a entrenarlas para sumisas!...- dijo ella con tono meloso.. - ¿yo?... ¡no lo creo Elena!... ¡esas cosas son tu especialidad no la mía!... - contestó Grey muy alterado.

¡Más bien se le ocurrió decir que no, aunque me doy cuenta que tiene los mismos intereses que ella!...

Un día vi como una figura muy delgada salía tratando de no ser vista de la casa... seguí con la vista sus movimientos y cuando justo iba a cruzar el portón de la reja del patio... alguien la estiró con fuerza nuevamente a la mansión... ¡creo que tenían retenidas a algunas personas ahí dentro!... entonces actué... salí de mi coche y como un felino llegue al portón y descubrí que el que sostenía a la muchacha era otro joven como de 20 o algo más de edad y decidí noquearlo para que dejara a la chica...

Una vez despierta del golpe que le dio aquel tipo... me contó que intentaba volver a su casa, que la habían captado por internet y seguro sus padres la buscaban... entonces la llevé a comer, a buscar ropa para cambiarse y la envié a su casa...

Pero no se fue, y ahí empezó mi tortura, ¿qué podía hacer yo con una muchacha que apenas había cumplido los 16 años?... ¡era tan dulce y tierna!... hice que hablara a su padres y por el trato que le dieron, tampoco se me hizo buena idea que retornara a su casa... quise ser su tutor y enviarla a terminar de estudiar... pero sus intenciones eran otras y en menos de dos meses ya se había metido en mi cama y en mi corazón... puso de cabeza mi vida y mi temor nunca se apartaba... ella era menor de edad y yo... casi le doblaba la edad, (tenía 30 años)... estaba loca por mí y yo completamente enamorado... esto era catalogado como "estupro", aquello que tanto odiaba, ese pensamiento no solo nunca me abandonaba sino que también me atormentaba, decidí dos cosas importantes uno: recoger todas las grabaciones del tiempo que estuve trabajando, siendo el vigilante de los movimientos de Elena Lincoln... y dos: renunciar a mi trabajo y brindarle a mi niña la oportunidad de ser feliz... cuando Welch me pregunto porque me iba, la verdad me sentía decepcionado de Grey, no me gustaba tener un jefe con esa doble moral y ¿quién era yo para opinar algo?, ya a cuestas me traía 30 años de cárcel si era descubierto... la lleve de viaje a muchos sitios donde era tan feliz, mi pequeña "Lucy"... su apellido Stuart, igual que mi nombre invertí las cosas y éramos como familiares hasta que al menos sea mayor de edad... quería que aspirara a más que solo ser mi amante... teníamos suficiente en el banco para no trabajar por un buen tiempo... pero yo quería que al menos terminara la secundaria y decidí inscribirla... ¡ahí empezó mi tragedia!... los padres la buscaron pero no para recuperarla sino para pedirme dinero por ella y no sabía que hacer... me estaban extorsionando, así decidimos volver a Seattle y ahí después de darles una suma para callarlos me dieron la autorización para casarnos (otro delito pero decidí ignorarlo)... ella tenía 17 años y al final con el consentimiento de ellos, las cosas cambiaban, fuimos felices... ¡demasiado podría decir!... compré una casita en la Isla de Bainbridge y me sorprendió con la noticia que estaba embarazada... fue lo más lindo que me pudo pasar 31 años, casado y con bebé... ¡tendría la familia que siempre desee!...

Acuerdo de Amigos. Será nuestro secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora