Síntomas

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Un extraño sonido te hace abrir los ojos y fruncir el ceño, te quedas quieta, sin moverte en la cama, atenta

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Un extraño sonido te hace abrir los ojos y fruncir el ceño, te quedas quieta, sin moverte en la cama, atenta.

Se escucha una arcada y luego como líquido cae y te sientas en la cama, giras tu cabeza para ver detrás de ti y vez el otro lado de la cama vacía.

— ¿Cielo? — te levantas con cuidado, pues ya te era difícil moverte con tu barriga de seis meses. Una enorme y bonita barriga con gemelos. Caminas despacio hasta la puerta de tu habitación y a pasos lentos te diriges hasta el baño del pasillo, escuchas movimiento en este y tocas la puerta. — ¿Daryl? —

— No entres — escuchas del otro lado, frunces el ceño y lo ignoras, abres la puerta despacio y vez a tu esposo de rodillas frente al retrete, con la cabeza recargada en su brazo y con la otra aferrada en la orilla de esta.

— Mi amor — murmuras, acercándote a él y sentándote en la orilla de la tina de baño, tomas su cabello y lo peinas hacia atrás. — ¿De nuevo? —

— Te dije que no entraras _______, odio que me vas así — murmura el hombre, alejando su cuerpo del retrete y cerrando la tapa, baja la palanca y talla su rostro con ambas manos, le sonríes de boca cerrada y continúa peinando su cabello.

— En la salud y en la enfermedad, ¿recuerdas? — preguntas juguetona, le escuchas reír un poco y Daryl baja sus manos de su rostro, tenia grandes ojeras moradas.

Y es que desde que se enteraron de que estabas embarazada, sabían que se venían grandes cambios en su vida, y más por que tendrían gemelos según el médico de Hilltop.

Pero un cambio que no esperaban, era que todos los síntomas de embarazo los tuviese Daryl.

Absolutamente todos.

Aún recordabas cuando te levantaste en medio de la madrugada hace un par de meses, la cama estaba vacía y bajaste a buscar a tu marido, solo para encontrártelo devorando un pastel de chocolate que habías preparado como postre para la semana.

O como en aquella ocasión, cuando fueron a la casa de los Grimes, Michonne les sirvió su plato de comida y Daryl apenas tuvo su plato frente a él, salió disparado al baño a vomitar.

E incluso, dormía más de lo normal, le dolía la espalda, y no soportaba el olor de carne guisada.

La carne era vida para Daryl, y vivir a base de verduras y latas de atún ya no le gustaba para nada.

Te levantas de la tina y te acercas al lavamanos, tomas un trapo que siempre tenías allí, para esas ocasiones en las que Daryl vomitaba, lo remojas, lo exprimes y te das la vuelta, Daryl se ve agotado y medio dormilado, por lo que cuando pones el trapo en su cara para refrescarlo, abre sus ojos azules y vez como te mira, atento a lo que hacías.

— Te vez hermosa —

Le sonríes completamente y sientes tus mejillas calentarse, te inclinas un poco y besas su nariz.

Era increíble como Daryl aún te seguía haciendo sentir la mujer las querida, amada y deseada por él, no había momento en el día que no te lo dijese.

— Y tu te vez maravilloso cielo — dejas un beso en sus labios, ignorando el sabor a vomito que tenia. — Anda, lava tu cara y tu boca y regresa a la cama conmigo —

El hombre, convirtiéndose en un niño pequeño cuando se trataba de que le cuidarás, te obedece y se levanta, lava sus manos y luego su cara.

— Te haré un té — murmuras, dejando un beso en medio de su espalda y te vas lentamente hasta la cocina, donde pones agua a hervir y buscas un sobre de té, escuchas a Daryl aún en el baño y sonríes. Desde que los vómitos habían empezado, Daryl procuraba irse al baño de pasillo para no despertarte, pues no le gustaba dejarse ver cuando se sentía mal o estaba enfermo. Llevaban casi seis años de matrimonio, mucho antes de que los muertos se adueñaran de la humanidad. Nunca habían hablado de tener hijos, pero el deseo siempre había estado allí, tanto de su parte, como la tuya.

Estás concentrada mirando la taza en tus manos que cuando sientes las manos del hombre abrazarte desde atrás te sobresaltas. Recuestas tu cabeza en su pecho y dejas que Daryl de pequeñas caricias en tu vientre.

— Te amo — murmura el hombre, besando tu cuello y tu nuca, sonríes, dándote la vuelta y pones tus manos en sus hombros.

— Yo más nene — Daryl sonríe y se inclina para besarte, pero se aleja casi con rapidez cuando otra arcada le hace correr de vuelta al baño.

Suspiras y apagas la estufa, viertes el agua caliente en la taza y pones el sobre de té dentro de la taza, escuchas a Daryl vomitar de nuevo y sonríes de lado. Sería una larga noche.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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Imagine how this ends (Daryl Dixon y tu) One Shots. +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora