Historias variadas de Daryl Dixon y tu, algunas historias basadas en la serie, y otras totalmente random.
Habrán historias de capítulos cortos y otros con continuación.
Actualización diaria.
No se aceptan adaptaciones.
Doy crédito y derecho de au...
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Daryl y su amigo Rick llevaban los cuerpos de los hombres dentro del bosque, lejos de la vista de la mujer, el niño y de ti.
En tu mente repites una y otra vez lo que acababa de suceder, y solo le rogabas a Dios para que algún día pudieses olvidar lo que acababas de presenciar.
Aquello había sido cruel y peor que horrible.
Una horripilante y merecida muerte para Joe y su grupo.
Daryl había cumplido su palabra, te había protegido de ellos, y habían huido cuando escucharon que habían encontrado a las personas que habían matado a uno de sus amigos.
Pero algo te decía que debían de volver, que algo no estaba bien, y a regañadientes Daryl te siguió, y cuando vieron quienes eran las personas que aquellos tipos sometían, pudiste ver en el rostro de Daryl, que aquellas personas eran las mismas que te había platicado que eran su grupo.
No, su grupo no, su familia.
No habías querido entrar a la camioneta con la mujer llamada Michonne y con el niño, no los conocías y ellos necesitaban tiempo.
Todos lo necesitaban.
Llevas tu mano a tu hombro, pues este dolía y la herida seguía siendo reciente, pues esa misma mañana había sido cuando Daryl te había disparado una flecha de su ballesta.
— ¿Estas bien? —
Alzas la cabeza, encontrándote con los ojos azules de Daryl, los cuales lucían culpables.
Le sonríes levemente, y remojas tus labios.
— Viviré— fue todo lo que dijiste, haciendo que él asintiera y se dejara caer a tu lado, recargados en la camioneta. — ¿Tu estás bien? Puedo jurar que oí que algo se rompía dentro de ti —
Daryl sonríe de lado, pero niega.
— También viviré—
Ambos se miran fijamente, sonríes, y regresas tu atención al oscuro bosque, tratando de buscar calor en tu cuerpo.
— ¿Tienes frío? —
— Si, un poco —
Se vuelve a levantar, acercándose a su amigo, quien venía de ver a su hijo, ambos se van a un lado de la carretera.
Tuve suerte de que fueras tú quien me encontraras.
Un par de horas más tarde, viendo como el amanecer empezaba a alumbrar el oscuro bosque, cabeceabas mientras tratabas de vencer el sueño, pues temías revivir el recuerdo de Rick destrozando la garganta de Joe, y su salvajismo errático contra el hombre que tenía a su hijo.
Pero estabas cansada, muy agotada, y poco a poco quedas dormida, sabiendo, y confiando ciegamente en que aquellos dos hombres que estaban a tu lado te protegerían.
Daryl te ve dormir, y una sonrisa ladina aparece en su rostro. Le recordabas a una pequeña rubia con la que había compartido los últimos días y que había perdido luego de que las cosas salieran mal en su refugio temporal.
Te ve como poco a poco tu cabeza cae sobre su hombro, y luego como poco a poco te vas acomodando hasta descansar sobre su brazo que estaba sobre su pierna.
Le da una calada a su cigarrillo que llevaba rato fumando, y voltea a ver al cielo que poco a poco se empezaba a pintar.
— No se que habría pasado si no llegaban en ese instante... — susurra Rick, mirando a su amigo y luego a ti. — Gracias —
Daryl te voltea a ver, y luego a su amigo, toma el cigarrillo de su boca y deja salir el humo.
— Ella pidió regresar, me dijo que tenía un mal presentimiento, y que si había un niño, debíamos de ayudar —
Rick asiente, te mira, y luego su vista queda perdida en la nada.