No había dormido esa noche, me dedicaba a acariciar la mano de mi pequeña y a lamentarme por no haberla podido ayudar, miraba su rostro pálido y los parches en su pecho, me sentía fatal, la misma enfermera que entó por la noche, abrió la puerta, y me miró con ternura.
-Deberías dormir un poco- me aconsejó dejando unas toallas en el buró, mojó una doblándola a la mitad y comenzó a pasarla por el cuerpo de Gisselle.
-¿Pue-puedo ayudarte?- pregunté con timidez, ella me dio una amplia sonrisa y me pasó la toalla mojada, estaba tibia, la comencé a pasar por el brazo desnudo de ella hasta terminar con sus delgados dedos que los limpiaba uno por uno, la otra mano la tenia enyesada así que no podía pasar el trapo por ahí, descubrí su cuello dejando ver una marca, torcí la boca, y pase la toalla tratando de quitar cualquier rastro de aquel hombre.
-Toma, ponlo en sus heridas, pero no lo dejes mucho tiempo- me dijo pasando un hielo envuelto en una toalla mas pequeña, lo pasaba con cuidado por cada uno de sus golpes mientras la enfermera descubría a Gisselle para lavarle las piernas. -Es para que la inflamación disminuya- me explicó y yo asentí, una vez que terminé deje la toalla en la bandeja de metal. -Ahora sal hijo- me ordenó con voz tranquila.
-¿Por que?- pregunté asustado, ella me sonrió dándome a entender que todo estaba bien.
-Tengo que terminar de asearla- su sonrisa cariñosa no salía de su rostro y de algún modo me transmitía confianza .
-Pero yo quiero ayudarte- ella negó con la cabeza doblando la toalla en sus manos.
-¿Ya la has visto desnuda?- me preguntó y yo la miré confuso y a la vez avergonzando, negué con la cabeza.
-Entonces no la veras ahora, tienes que respetarla, la veras hasta que ella quiera, imagínate lo incomoda que va a despertar cuando se entere que tu la viste desnuda- me dijo y yo le sonreí, me gustaba que ella pensara que Gisselle despertaría.
-Esta bien, estaré esperando afuera- salí y me senté en una de las sillas que se encontraban, el hospital casi estaba vacío, solo había una anciana sentada en una silla apartada de mi, luego de unos minutos de espera la enfermera abrió la puerta y me hizo una seña para que entrara y así lo hice.
-¿Hace cuanto la conoces?- me preguntó mientras se sentaba en el sillón frente a mi.
-Hace ya algún tiempo- la verdad no llevaba el tiempo contado, ella asintió.
-¿Como la conociste?- no se si estaba tratando de hacerme sentir mejor o solo tenia curiosidad.
-No fue algo muy normal- dije y ella me cuestiono con la mirada. -Mi ex novia nos secuestró, porque creía que ella y yo estábamos en una relación y ella estaba algo loca así que nos quería matar por que "la engañe"- hice comillas y la enfermera abrió la boca -Pero yo había terminado con ella hace mas de cinco años, y entonces uno de las personas que le ayudaban me disparó, pero Giss se interpuso entonces la bala le dio a ella, luego no se como pasó pero ya estábamos en un helicóptero amarrados y el piloto muerto, ella se desato y tuvimos que saltar antes de que el helicóptero se estallara, solo había un paracaídas y ella quería que yo lo usara y se negaba a tomarlo, entonces la tomé cuando salté y caímos en una isla, pasamos ahí alrededor de un mes y fue entonces cuando la conocí mas y me fui enamorando de ella, nunca se dio por vencida ni pensó negativamente, me mantenía con la esperanza que nos encontrarían, incluso cuando su herida se infecto y estaba demasiado débil seguía repitiéndome que todo saldría bien- recordé con una sonrisa, la enfermera me miraba interesada sus manos bajo su barbilla, cada palabra que daba era una expresión diferente en su rostro.
-¿Y después que paso?- preguntó con ansias la enfermera cambiando de posición.
-Nos rescataron- sonreí al igual que ella -La ayudaron con la herida, y desde ese día no perdimos el contacto, pasábamos todo el tiempo juntos, nos habíamos acostumbrado a estar juntos, incluso los primeros días después de que nos sacaran no podía dormir porque ella no estaba a mi lado- sonreí con nostalgia.
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¿Mi Angel o mi Demonio?
FanfictionLa obsesión es lo que los lleva a conocerse, y esa misma obsesión es lo que los lleva a enfrentarse con su mayor problema. Gisselle y Niall no se conocerán de la mejor forma pero eso no será impedimento para enamorarse, pero no todo será felicidad...