¿Mi Angel o mi Demonio?

Capitulo 11

Narra Gisselle

Desperté con todo el cuerpo adolorido y más el costado del estomago donde había recibido el impacto, intente moverme pero no pude un brazo me sujetaba de la cintura, me espante al sentir a alguien delante de mi yo nunca dormía acompañada, al no ser con Kimberly pero en esos casos resultaba en el piso a causa de sus constantes patadas, mire hacia arriba y vi a Niall, mi cuerpo se relajo al instante no me acordaba haber dormido con el, me quede observándolo era increíble tener a mi ídolo a mi lado, desde que ellos estaban en The X Factor Kimberly y yo los veíamos concursar, la debilidad de ella era Harry y la mía Niall desde que lo vi me gusto mucho fue como un flechazo, pero siempre hemos apoyado a todos por igual.

El rubio abrió los ojos y me observó, se veía tal lindo con su cara de dormido.

-Buenos días- me saludó con voz ronca, tenia el ceño levemente fruncido por los rayos de sol que chocaban en su cara.

-Buenos días - respondí con una sonrisa en la cara.

-Como te sientes, te duele algo- me dijo preocupado tocando un rasguño en mi brazo causado por el aterrizaje en el árbol.

-No, no me duele nada, gracias- le mentí, no me gustaba preocupar a los demás con cosas mías, era claro que no podía ni moverme a causa del dolor pero no lo admitiría, el me miro no muy convencido pero después sonrió, su estomago comenzó a gruñir avisando que tenia hambre, reí un poco y el lo notó.

- Creo que tenemos que buscar algo de comer - yo también empezaba a tener hambre llevábamos un día sin comer, el asintió y bajamos del árbol con un poco de dificultad, empezamos a caminar entre los árboles y palmas hasta que encontramos una palma con plátanos en ella intercambiamos miradas y sonreímos en forma de concordancia.

-Te gustan las bananas?- pregunté mirando el racimo de plátanos a lo alto de la palma.

-Todo lo que sea comida me gusta- dijo con una sonrisa de oreja a oreja - pero el problema es como los bajaremos, no soy muy bueno trepando arboles o palmas en este caso- dijo algo avergonzado tocandose el occipucio.

-Por lo que aprendí en el programa de supervivencia se amaran los zapatos y luego subes- me miro confuso sin entender de lo que hablaba - Mira - le dije y me quite un tenis para amarar las cintas de los dos tenis entre si, me acerque a la palma pase el tenis que no tenia puesto rodeando la palma luego me lo puse, tomé la palma con fuerza y comencé a subir, era algo difícil y las palmas de las manos me ardían, llegué a la punta y agarre los plátanos con una mano haciendo mas presión en mis piernas para no caer.

-Ya los tengo- le grite y voltee hacia abajo para verlo el tenia una gran sonrisa en el rostro y me miraba sorprendido, a de pensar que parezco a un chango en su habitad natural.

-Dejalos caer yo los agarro- gritó de vuelta, le hice caso y los deje caer dándoles algo de dirección, el los agarró y los metió en la mochila.

-Niall?- dije algo incomoda -Si - respondió

-Aprendí a subir pero no a bajar- dije nerviosa al no saber como me bajaría de aquí.

-Trata de bajar, si te caes yo te sujeto no te preocupes- dijo emitiendome confianza, me quite los tenis porque sino no lograría bajar, los deje caer y comencé con mi misión de vida o muerte, yo siempre solía subir los arboles pero al momento de bajar no sabia como hacerlo, pero llegaba mi papá y me ayudaba, pero ahora el no estaba aquí, bajaba con cuidado, mis plantas de los pies me ardían al contacto con la rasposa superficie de la palma, faltaba poco para terminar de bajar pero como soy una inútil mis pies se resbalaron haciendo que cayera, cerré lo ojos esperando el impacto pero nunca llego, al abrir los ojos me encontré con el rostro del duende mirándome fijamente.