Capitulo 10

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Narra Niall

-Esta bien - dijo un poco nerviosa, ya se que parecía un maniático y desesperado, pero en verdad la quería besar, ademas teníamos mucha oportunidad de morir, cuando la besé sentí una sensación muy extraña pero se sentía muy bien, era extraño que nos hubieran quitado nuestras pertenencias, al parecer solo nos querían muertos, de solo pensarlo me daba escalofríos, al terminar el beso ella me contesto "contento" en un tono que no pude descifrar, fue el mejor beso que he dado y ademas en el mejor lugar, estaba a punto de contestarle cuando de pronto un fuerte aire nos empujó provocando que las manos de Gisselle se soltaran de mi y por consiguiente provocando que se cayera, intente cojerle la mano pero fue intutil ella cayó, no estábamos muy arriba de la superficie pero puede ser muy peligroso una caída así, sentí que todo era mi culpa por casi obligarla a besarme y por haberla soltado para agarrar su rostro, si solo hubiera dejado mis fantasías a un lado y me hubiera preocupado por el bienestar de los dos, ella todavía estaría conmigo y no senteria este hueco en mi corazón, era muy poco tiempo de que la conocía pero sentía que ya la conocía no se de donde pero lo sentía.

Fui descendiendo hasta que toqué el suelo con mis pies, el paracaídas cayó sobre mi tampandome por completo, lo quite de mi y lo tomé, me podía servir en algo, me dispuse a buscar donde había caído ella, había estado observando desde arriba donde había caído y no estaba muy lejos de aquí, camine entre los arboles hasta que vi su cabellera castaña sobresaliendo de un arbusto , me acerque a paso lento preparándome para lo que vería no sabia si estaba muerta o solo lastimada.

Llegué hasta ella y gracias a dios estaba respirando, tenia algunas heridas en su cuerpo pero no tan graves, traté de despertada pero no funcionó, la cargué en mis brazos y empecé a caminar para buscar un lugar adecuado para dormir, a mitad de camino la sentí moverse entre mis brazos y la observé, abrió los ojos lentamente y se llevó una mano a la cabeza cerrando los ojos de nuevo con cara de dolor.

- Te duele - pregunté, era obvio que le dolía pero no sabia que decir en estos momentos.

- Un poco- me dijo aun con los ojos cerrados.

- Lo siento- dije apenado y sintiéndome muy culpable de lo que paso.

- No pasa nada- me respondió con una media sonrisa, mientras abría los ojos mirándome fijamente, ella era muy noble. -Ya me puedes bajar- dijo con una sonrisa, en es momento me di cuenta de que aun la llevaba en brazos y me sonroje levemente, que me estaba pasando.

- Oh si claro - exclamé bajándola con cuidado, ello cojeo un poco pero luego se paró con naturalidad, pretendiendo que nada paso.

-Segura que no ocupas ayuda - pregunté preocupado por su bienestar, ella asintió con la cabeza luego volteo a ambos lados y pregunto.

-¿Que vamos a hacer ahora?- dijo un poco confundida mordiéndote levemente el labio.

-No lo se pero ya esta anocheciendo y ocupamos un lugar para dormir - mencioné -¿Habrá animales salvajes aquí?- pregunté, a media noche nos podría matar un león.

-Esta bien, también hay que buscar comida y no se si haya animales pero debe de haber - comenzamos a caminar buscando un sitio donde quedarnos, ella paro en seco volteando hacia un árbol analizándolo.

-¿Guardaste el paracaídas? - preguntó y lo saque de una mochila que antes habíamos agarrado en el helicóptero que contenía un cuchillo y una botella de plástico vacía, supusimos que seria del piloto, pensamos que nos podría servir.

-Si aquí tienes - dije entregándoselo, la castaña lo miró y miró al árbol.

-Creo que aquí podemos ponerlo y dormir- dijo con una sonrisa, empezó a caminar hacia el árbol y se subió a el con un poco de dificultad, el árbol tenia el tronco y se abría en cuatro ramas gruesas abiertas y algunas que pasaban en medio de ella era perfecto para un refugio.

Gisselle trepo al árbol amarró un lado del paracaídas en una rama del gran árbol y así continuo con las otras esquinas, con una facilidad que me sorprendió, bajo de este y sonrió con superioridad y alegría.

-Creo que ya esta- dijo feliz, supongo que tendré que aprender a trepar arboles.

-En donde aprendiste a hacer eso- dije sorprendido por su capacidad de hacer refugios.

- Veía un programa de supervivencia por si algún día me perdía en alguna isla, nunca pensé que iba a pasar- dijo subiendo los hombros, solté una carcajada ante su comentario.

- Lo aprendiste muy bien, eso se ve cómodo- dije apuntado a la cama colgante que había hecho, revisé en mi teléfono la hora, eran las 11:30, minutos antes había revisado si tenia señal pero como era de esperarse no había recepción.

-Creo que ya tenemos que dormir son las once y media, ademas no tenemos nada que hacer - anuncié y ella asintió mientras hacia presión a un costado de su estomago.

- Bueno tu sube primero - dijo o mas bien ordeno, así que obedecí subiendo al árbol, no era tan difícil ahora porque había puesto algunas ramas como escalones y eso facilitaba las cosas era como una pequeña casita porque también había puesto unos troncos alado de lo que era la cama para poder sentarse ahí, era muy cómodo, subí a la "cama" y ella se quedo en los troncos sentada observando el horizonte.

-Bueno tu duerme ahí y yo aquí- dijo apuntando en donde estaba sentada.

-Claro que no, tu también duermes aquí- dije jalándola del brazo hacia mi, haciendo que cayera encima mío, me quede mirándola a los ojos hasta que ella se movió quedando a mi lado.

Nos quedamos en silencio durante un tiempo, cuando voltee a verla ya estaba dormida de lado apoyada en su brazo derecho de tal manera que quedaba de frente a mi, la mire con la poca luz que emitía la luna, era hermosa y entonces recordé que ella era la chica de mis sueños, no con la chica que me había imaginado toda la vida que estaría, si no con la que cada noche soñaba sin saber quien era, por eso su rostro se me hacia tan familiar durante todo el mes anterior estuve soñando con ella.

Luego de mirarla por unos minutos mas, me quede dormido, había sido un día agotador y al parecer los demás días también lo serian, solo esperaba que las cosas mejoraran.

¿Mi Angel o mi Demonio?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora