¿Mi Angel o mi Demonio?

Capitulo 75

Narra Gisselle

Desperté con un tremendo dolor de cabeza, mi estomago se revolvió y intenté pararme, un brazo me sostenía por la cintura, lo quité con rapidez y corrí al baño, sentí como Niall se levantó junto a mi, cuando llegué al baño cerré la puerta con candado, levanté la tapa del inodoro y comencé a vomitar con los brazos cruzados en mi estomago.

"Gisselle estas bien!" Escuchaba que Niall gritaba tras la puerta, pero yo no dejaba de expulsar todo lo que tenia en mi estomago. "Déjame entrar!".

-No es asqueroso!- le respondí cuando pare de vomitar, pero no duro mucho ya que nuevamente volvieron las nauseas volviéndome a arquear en el inodoro.

Termine de sacar todo de mi estomago y baje la palanca para que se fuera todo lo que había expulsado, caminé hacia el espejo con las piernas temblando, miré mi cuerpo en el gran espejo, porque estaba en ropa interior?, me hice una coleta alta, dejando a la vista una marca morada en mi clavícula, llevé mis dedos hacia ella y la toque, abrí el grifo de agua y me lavé la cara junte mis manos haciendo un pequeño recipiente para tomar agua e hice buches para quitarme el mal sabor de boca.

-Giss?- escuché que Niall me llamaba tras la puerta.

-Porque estoy en ropa interior y tengo esta marca? Que hicimos anoche!?- pregunte exaltada cuando abrí la puerta, Niall me miraba pasmado pero con una pequeña sonrisa, no recuerdo absolutamente nada de anoche, ni siquiera tome! Debería de recordar algo.

-De que te ríes?!- dije enojada al escuchar su risa. -Acaso te estas burlando de mi?- dije cruzándome de brazos.

-No, es solo que te vez graciosa- dijo tapándose la boca con la mano, para esconder su sonrisa.

-Te parece divertido que este medio desnuda?- pregunté alzando las cejas, nunca he podido alzar solo una así que levantaba las dos, no es el mismo efecto pero sirve.

-Oye con que humor despertaste esta mañana- comentó sonriente, yo rodé los ojos.

-Porque no recuerdo nada de la fiesta?- ignoré su comentario, y su sonrisa desapareció, el silencio se hizo presente, me estaba comenzando a preocupar.

-Niall?- mi voz sonó débil.

-Un chico te drogó- dijo en voz baja y yo abrí los ojos sorprendida, definitivamente tengo la suerte por los suelos.

-Y eso por que? Como lo hizo? y que pasó?- mis preguntas salieron disparadas dejándolo abrumado.

-Porque no te sientas- me guió a la cama, en el piso vi una camiseta blanca de Niall y me la puse, pude ver una pequeña sonrisa en su rostro.

-El puso algo en tu bebida, e intento abusar de ti, pero lo detuve a tiempo, el provocó esto- coloco su dedo en la marca morada, su voz se notaba triste.

-Lo de la ropa interior, yo te coloqué la pijama pero tu te levantaste a mitad de la noche diciendo que tenias calor y te la quitaste- dijo cambiando su humor drásticamente.

-Dios!, No te dije nada indebido? O hice algo vergonzoso?- mis mejillas estaban rojas por lo que había hecho.

-No, no te preocupes, no hiciste nada- me sonrió tiernamente y yo se la devolví, nos quedamos viendo un momento, luego el bajo su vista a mis muslos, Diablos mis piernas! Rápidamente coloque mis manos sobre mis cortadas para que no las viera, pero obviamente ya era tarde, el dijo que el me colocó la pijama anoche, debió de averlas visto.

-Lamento mucho lo que paso con tu abuela- mis ojos nuevamente casi se salen de órbita, sentí un nudo en la garganta, se suponía que nadie tenia que enterarse, maldita fiesta! Maldita droga y maldito el chico que lo hizo. -Sabes que puedes contar conmigo verdad?- tomó mis manos y yo asentí.

-No se lo vallas a decir a nadie porfavor-le supliqué, si alguien se entera podría ponerse feo.

-Pero...- trato de intervenir.

-Júramelo- dije mirándolo directamente a los ojos, el rubio asintió levemente.

-Te lo juro- se rindió y yo sonreí sin mostrar los dientes.

-Gracias- agradecí dandole una abrazo que el me devolvió, coloque mi cabeza en su hombro y aspiré su olor, dios nunca me cansaría de su aroma.

-Vamos a desayunar- me tomó de la mano, tomé el pantalón de mi pijama y me lo coloqué, para luego bajar con Niall hacia la cocina. -Cereal?- preguntó, yo asentí sonriendo, siempre desayunamos eso, bueno dede hace poco empece a desayunar porque me di cuenta que me mantenía con mas energía durante el día, el fue hacia el refrigerador para sacar la leche y yo fui al gabinete para sacar el cereal.

-Estas leyendo 50 sombras?- pregunté sacando el libro del gabinete, Niall se giró hacia mi .

-Oh, ahí esta- dijo tomando el libro de mis manos. -Harry me lo presto, pero se me había perdido, hasta ahora-

-Es bueno, pero el segundo es el mejor- le aconseje recargándome en los gabinetes, el arqueo una ceja.

-Los leíste?- preguntó y yo asentí con la cabeza.

-Hace unos meses, me los presto Edward- expliqué.

-Pero no habías dicho que no sabias que eran los placeres de la vida?- preguntó alzando una ceja y me mordí el labio nerviosa.

-Bueno... digamos que quería ver como reaccionaba Harry, fue muy gracioso debes admitir, estaba totalmente avergonzado.- dije dando grandes zancadas hacia el mesón para quedar fuera de su vista.

-Oye pero yo también estuve involucrado- se volteo hacia mi.

-Creí que estabas dormido- me excusé, caminé nuevamente hacia los gabinetes para sacar los tazones, el me seguía con los ojos entrecerrados.

-Que haces?- preguntó Niall al verme acostada en el sofá una vez que acabamos de desayunar cereal.

-Estoy pensando- contesté sin mirarlo.

-De cabeza?- podía apostar que me miraba con una ceja alzada.

-La vida es mejor de cabeza- dije sintiendo la sangre subir a mi cabeza -Inténtalo- lo animé, el se sentó en el respaldo del sofá y se fue bajando hasta que quedo de cabeza justo como yo estaba.

-Es verdad- confirmó, el volteó su cabeza de manera que miraba, y yo lo mire a el. -No tenias clases de Ballet?- preguntó aun mirándome.

-Si, pero cambiaron a la maestra y no me gustó así que mejor me salí, ademas que ya no tenia tiempo- le contesté, mis ojos se abrieron y me levante rápidamente -Diablos!- exclamé preocupada, Niall se levanto al ver mi reacción -Que hora es?- pregunte alarmada, el miro su reloj en su muñeca.

-Son las dos, quince de la tarde- dijo extrañado.

-Diablos!- volví a exclamar preocupada -Necesito irme! Adios!- me despedí depositando un beso en su mejilla, el rubio me tomó por los brazos impidiendo que me fuera.

-Que es lo que pasa?- dijo serio mirándome fijamente a los ojos.

-A las tres y media, empieza el torneo, se supone que ya tengo que estar ahí para calentar.- estaba desesperada si no llegaba a tiempo seguro al entrenador le dará un infarto, digamos que soy una parte esencial del equipo tengo una gran puntería.

-Ven yo te llevo- me tomó de la mano y salimos corriendo hacia su camioneta, -Te llevo a tu casa o al colegio?- preguntó una vez que entramos al auto.

-A mi casa porfavor- el asintió y en cuestión de minutos ya estábamos en mi casa, corrí escaleras arriba y tomé una ducha rápida.

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Perdón por no actualizar la semana pasada, tengo mas tarea que dinero :(
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