Narra Will
Al momento de tomar por la cintura a mi amiga para evitar que se diera un fuerte golpe en la cara, note la amenazante mirada del rubio, sonrío internamente estaba celoso, Giss se incorporo "Pensé que me rompería los dientes" dijo horrorizada, -oooh ven acá enana- dije en tono protector tomándola nuevamente de la cintura y abrazándola con el brazo que no tenia atado al brazo de ella, sobre su hombro vi nuevamente a Niall apretar sus puños y ponerse rojo de rabia, al parecer al rubio le gustaba mi amiga.
Nos despedimos de todos, salimos a la calle recibiendo miradas extrañas de los peatones, era normal, nunca se ve a dos jóvenes manejar un carro que esta diseñado para niños de cuatro años.
-A donde quiere ir joven Will- pregunto Giss tomando una postura graciosa mientras manejaba aquel coche de juguete
-A Japon- le contesto con su mismo tono, de persona elegante.
-Me temo que eso no se podrá cumplir- dijo seria, escondiendo su sonrisa, me gustaba cuando hacia eso porque se le formaba un pequeño oyuelo en la comisura de su boca dandole un toque tierno, no aguante mas y con mis dedos indice y medio acaricie su pequeño oyuelo, ella giró su cabeza hacia mi sorprendida.
-Joven Will, no coquetee con migo yo solo hago mi trabajo- dijo imitando la voz de la empleada de la casa de Edward, nos miramos y soltamos una carcajada.
-De que color pintamos esta hermosura- dijo refiriéndose al auto.
-Creo que se vería bien negro, para que se vea mas elegante- dije ella me miro divertida y soltó una leve risa "elegante" repitió en lo bajo en forma de burla.
-En mi casa tengo aerosol negro lo podemos usar- le dije para romper el silencio en el que habíamos quedado, ella asintió y se dirigió hacia mi casa, cuando llegamos, ahora baje con mas cuidado y ayude a bajar a la castaña.
-Demonios deje las llaves dentro de la casa- dije golpeando mi frente con la palma de mi mano.
-Y no están tus padres?- preguntó frunciendo el ceño.
-Oh cierto- dije avergonzado de mi estupidez , toque la puerta dos veces, mi madre abrió sonriendo ampliamente, ella siempre a querido que salga con Giss, pero ella es como una hermana para mi y no quiero romper nuestra amistad.
-Hola pimpollo- dijo mi madre tomándome los cachetes, odiaba que hiciera eso y mas que me llamara así.
-Sueltame- dije fastidiado, corriendo mi cara hacia un lado, Gisselle solo se limitaba a reír.
-Ohh hola cielo- exclamo mi madre al notar la presencia de la chica.
-Hola señora Smith - dijo sonriendo la castaña
-Te he dicho que me llames Sonia - dijo mi madre poniendo sus brazos en su cintura - Me haces sentir vieja- dijo exagerando - Entren que esta haciendo frío afuera- nos miro de arriba a abajo haciendo una mirada picara -Por que están esposados- dijo sonriendo ampliamente - Que estaban haciendo polluelos- dijo y Giss se sonrojo levemente haciendo que yo sonriera.
Nunca había visto de esta manera a Giss pero ahora estaba cambiando, ya no la veía tan solo mi mejor amiga ahora sentía algo extraño al sentirla cerca de mi, se lo tenia que decir a Edward el sabrá que hacer, porque si no terminaría enamorado de ella y no quería eso.
Finalmente terminamos de pintar y decorar el coche quedo muy bien.
-Dormirás aquí- le dije entrelazando sus finos dedos con los míos sintiendo una corriente eléctrica recorrer por toda mi espalda, me sentía tan inútil sintiendo estas cosas.
-De que hablas- dijo confusa -Dormiremos en mi casa- dijo deteniéndose.
-Ya estamos aquí y ya es noche- ella asintió no muy convencida y la seguí guiando a mi cuarto aunque ella ya supiera cual era, solo no quería soltar su mano, me aventé sobre la cama, jalando con migo a Gisselle debido a las ataduras, ella quedo sobre mi, muy cerca de mi cara, mire sus ojos, luego hacia sus labios, unas enormes ganas de besarlos se vino a mi cabeza, trate de borrar esos pensamientos pero me era imposible estaba apunto de hacerlo cuando ella giro cayendo a mi lado, tenia que parar con estos sentimientos que estoy empezando a sentir cuando estoy con ella, o esto terminaría mal, muy mal.
Desperté aspirando un aroma femenino, Giss, dormía tranquilamente frente a mi acurrucada en mi pecho, dándome cuenta que la tenia aferrada con mi brazo, rápidamente la solté, tome mi teléfono y observe la hora las seis y media, era hora de levantarme pero tenia tanta flojera de hacerlo, -Giss- susurre en su oído, -Giss- volví a susurrar moviéndola un poco, ella se removió en su lugar y fue abriendo le lentamente los ojos,se veía hermosa su cabello estaba un poco despeinado y sus ojos se veían mas grandes de lo normal, rayos otra vez pensando así de ella.
-Que hora es- pregunto adormilada tallando denlos ojos con su maní libre.
-Las seis y media nos tenemos que ir- dije con la voz ronca a causa de que cabaña de despertar.
-No quiero tengo sueño- dijo acomodandose nuevamente en su posición anterior.
-Vamos dormilona que llegaremos tarde- le dije moviéndola un poco, ella gruño, haciendo que soltara una carcajada, finalmente se levanto de mala gana y se paso los dedos entre su cabello acomodandolo un poco.
(...)
-Bueno alumnos tomen su asiento- dijo el maestro de química, entrando al aula.
-Aquí esta nuestro proyecto, ahora quitenos las esposas- le dijo Giss desesperada.
-Porque tanta prisa señorita Gisselle- le dijo el profesor cruzandose de brazos frente a nosotros.
-Porque he estado mas de veinte horas aguantando las ganas de ir al baño y si no voy, explotare- le dijo entre dientes, provocando la risa de los estudiantes.
-Y por que no ha ido señorita- le dijo el profesor sorprendido del aguante de la chica al igual que yo.
-No pienso ir con el atado a mi- dijo obvia.
-Ira pero primero muéstrenos que es lo que hicieron- dijo mirándonos sonriente.
-Quiere que mi vejiga explote- me susurro la castaña
Le enseñamos nuestro proyecto recibimos una excelente nota y por fin la chica fue al baño, regreso y no sentamos en nuestro lugar.
-Bueno en esta clase utilizaremos la tabla periódica que tengo atrás- bajo un a lona que tenia enrollada arriba del pizarrón, de repente todo el salón comenzó a reír otros se quedaron asombrados y otros susurraban cosas, el maestro estaba rojo de furia, voltee a ver a Giss estaba pálida, luego río por lo bajo, como se podía estar riendo en este momento debería de estar golpeando a la persona que le hizo esa estupidez.
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¿Mi Angel o mi Demonio?
أدب الهواةLa obsesión es lo que los lleva a conocerse, y esa misma obsesión es lo que los lleva a enfrentarse con su mayor problema. Gisselle y Niall no se conocerán de la mejor forma pero eso no será impedimento para enamorarse, pero no todo será felicidad...