¿Mi Angel o mi Demonio?

Capitulo 41

Narra Gisselle

Las semanas pasaban rápidamente, después de aquel incidente del secuestro , no había podido caminar bien parecía pato cojeando, cada día el dolor se iba haciendo menos incomodo, después de dos semanas ya había cicatrizado dejando una fina linea horizontal que poco a poco desaparecía, mis compañeros aun no dejaban de susurrar cosas a mis espaldas pero ahora era diferente, ahora yo y mis amigos éramos temidos por casi todos los del colegio por haber golpeado a Ashley y a sus perros falderos, y por que Edward había espantado al novio de esta cuando nos lanzo el balón e intento golpearme, había cambiado el numero de celular ya que no dejaban de marcarme u era muy molesto, Zayn me había acompañado a cambiarlo.

Nos encontrábamos en un lago, cerca de una de las casas de Harry estaba un poco alejada de Londres por lo que teníamos mas privacidad, íbamos hay con el motivo de festejar el cumpleaños del perro de Liam que faltaban dos días, aun no se porque no lo celebraríamos ese mismo día pero no me importo mucho era solo su perro, ese no era el motivo exacto de la reunión, solo queríamos relajarnos un poco y el cumpleaños de Loki solo era una escusa .

Las chicas y yo habíamos ido a la casa por algunas toallas porque Harry se había caído al gran lago junto con Louis mientras jugaban.

-Ya llegaron!- exclamo Niall mientras se acercaba a nosotros junto con Harry y Louis totalmente empapados, Liam y Sophia estaban a unos metros mas atrás de nosotros charlando animadamente y Zayn caminaba a un lado del pequeño puerto de madera, me sorprendió verlo ahí ya que el le temía al agua pero no le tome tanta importancia, tal vez solo estaba pensando o esperando a Perrie.

-Giss te quería preguntar si...- mi atención se poso en Niall que me hablaba un poco nervioso pero deje de escucharlo cuando observe a Zayn caer al lago, me asuste no sabia si ya había aprendido a nadar o aun no.

-Zayn aprendió a nadar- le pregunte interrumpiendo su pregunta, Niall frunció el ceño y negó con la cabeza.

-Acaba de caer- dije abriendo los ojos totalmente espantada.

-Que!- grito Louis girando hacia donde segundos antes estaba Zayn -No sabe nadar!- gritaba Louis mientras corría hacia el yo también lo hice seguida de los demás, yo sabia nadar mi papá me había enseñado de pequeña, vi como Louis se metió al agua de un clavado y así lo hice también no sin antes quitarme la playera que tenia junto con el teléfono.

Me sumergí en el agua, abriendo los ojos para intentar ver a Zayn pero me era imposible visualizarlo, me comencé a desesperar al no verlo, mis ojos picaban por el contacto del agua en ellos, comenzaba a quedarme sin aire, pero no saldría de aquí sin mi amigo a salvo, no soportaría la culpa de perder a un amigo, no de nuevo.

*Flash back*

Corríamos en el parque seguidos de nuestras madres que platicaban mientras se tomaban un cafe, teníamos alrededor de 6 años.

-Corre Dylan- le decía a mi mejor amigo -No lograras alcanzarme- corrí mas deprisa para no ser alcanzada por el, era demasiado pequeña e inocente para saber que en ese momento una camioneta iba a toda velocidad por la calle, subiendose a la banqueta de aquel parque.

-Te atrape- grito Dylan mientras me abrazaba, trate de empujarlo para que la camioneta no nos atropellara pero fue demasiado tarde, la camioneta roja se estampo contra nuestros pequeños cuerpos, salí volando aun abrazada de Dylan no lo quería soltar por nada del mundo, todo paso tan rápido.

Desperté en una habitación blanca, tenia una venda en mi cabeza y una gran herida en la pierna, mis ojos comenzaron a picarme al recordar lo que había pasado, recordé a Dylan, gire mi cabeza de un lado a otro intentando buscarlo pero la habitación estaba vacía.

Quite los cables de mis manos y de mi pecho y salí corriendo por el pasillo, un medico algo viejo me tomo de los brazos y me elevo.

-A donde vas pequeña saltamontes- me dijo el doctor sonriendo dulcemente.

-Donde esta mi amigo- dije desesperada tratando de soltarme de su agarre, el doctor negó con la cabeza y me llevo nuevamente a la habitación sin darme ninguna respuesta solo una triste sonrisa.

Mi padre entro por aquella puerta blanca, tenia la misma expresión que el doctor, se sentó en una pequeña silla que se encontraba alado de mi cama y me tomo la mano con delicadeza.

-Donde esta Dylan - le pregunte con lagrimas en los ojos, algo me decía que le había pasado algo malo.

-Amor el tubo algunos problemas, el se lastimo mas que tu, ahora esta en un lugar mejor- dijo con los ojos rojos, el había muerto y todo por mi culpa.

-Fue mi culpa- chille en el brazo de mi padre, sintiéndome la peor persona en el mundo por no haber podido salvar a mi mejor amigo.

-No lo fue pequeña- decía mientras acariciaba mi cabello -El conductor iba a mucha velocidad ustedes no lo vieron todo es culpa de aquel hombre- decía para tratar de consolarme.

-Pero porque- dije aun llorando, el pecho me dolía demasiado no se si era por el gran rasguño que tenia en el o por la perdida de Dylan.

-Muchas personas manejan cuando acaban de tomar y eso es muy malo amor- me decía con los ojos puestos en mi - Hay veces que no controlan suficiente su cuerpo y llegan a hacer cosas desastrosas- una lagrima se resbalo por su mejilla -Descansa mi princesa- me dio un beso en la frente para salir del cuarto.

*Fin del flash Back*

Desde ese día todas las mañanas sin excepción iba a su tumba y le llevaba flores mientras le platicaba de mi vida y cuanto lo extrañaba, sentía que de algún modo el podía escucharme, desde esa noche nada fue lo mismo, despertaba con pesadillas, gritando, llegue al punto de no dormir en las noches, ahora lo sigo haciendo solo que un poco menos, siempre que me despierto escucho la voz de mi pequeño amigo llamarme por mi nombre, despertaba llorando al tener la misma pesadilla de siempre, el sueño que repetía la historia una y otra vez

Luego crecí y mi madre me prohibió salir de casa ya nunca mas lo pude ir a visitar al panteón, ahora vivo en otra ciudad, pero aun lo llevo en el corazón y siempre que despierto por las noches miro al cielo veo la luna y recuerdo que el decía que algún día se la comería.