¿Mi Angel o mi Demonio?

Capitulo 31

Narra Niall

Apagué el televisor, no había nada interesante que ver, Zayn y Louis jugaban cartas y Harry y Liam los miraban con aburrimiento, mire la hora, una cuarenta y cinco, que haríamos el resto del día,esto era muy aburrido.

-Esto ya no me divierte, lo hemos jugado cincuenta veces en lo que va del día- exclamo Zayn frustrado, arrojando las cartas al aire.

-Vamos con Giss y Kim, sabrán que hacer para divertirnos- dijo Louis tomando su teléfono que se encontraba en la mesa de centro.

Tocamos la puerta, esperamos a que Kim nos abriera, luego de algunos segundos de espera La morena salió con una sonrisa en el rostro.

-Oh hola pasen- dijo alegre, haciéndose a un lado para dejarnos pasar.

Pasamos y comenzamos a platicar de anécdotas de los tours y de cosas que ha hecho Kimberly con Giss, nos contó que una día un perro las persiguió por dos cuadras hasta que ella se cayó y Giss se abalanzó sobre el perro para que no la mordiera y que el perro le mordió una nalga, luego se dio cuenta que las perseguían porque Giss tenia un paquete de galletas en el bolsillo trasero de su pantalón, todos comenzamos a reír a carcajadas, hacia mucho que no nos reíamos así, teníamos muchas cosas que hacer, y no nos tomábamos el tiempo para salir con nuestros amigos.

El sonido de la puerta abrirse, nos distrajo a todos y dejo ver a mi pequeña llena de comida, tenía la mandíbula apretada y la nariz un poco arrugada debido al enojo, se paso derecho a su cuarto sin saludar, seguida por los gritos de preocupación por parte de la morena, Kim tocaba su puerta desesperada pero ella no salía, luego de unos minutos la castaña por fin abrió y bajo ya cambiada, se dirigió directo a la puerta no sin antes anunciar que no llegaría temprano, salió dando un fuerte portazo ¿Que le habrá pasado? pensé, nunca la había visto enojada.

Kim se sentó con pesadades en el sillón tapándose la cara con el pequeño cojín.

-Que paso?- le pregunto Harry asercandose a ella, quitándole el cojín de la cara.

-No lo se, pero seguro que otra vez se burlaron de ella- dijo haciendo una mueca de tristeza -No se por que lo hacen ella no les ha hecho nada- exclamó ahora enojada.

-Quienes?- pregunto Liam también enojado, apretando los puños con fuerza, el sabia lo que sentía y lo comprendía perfectamente

-Las estúpidas de su escuela- dijo con total enojo no podía creer que la molestaran en la escuela, nunca me lo dijo.

-Niall me acompañarías para ver a donde va? - me pregunto con un brillo en sus ojos -Siempre la he querido seguir pero al final no lo hago- dijo triste - Quiero ver a donde va y que es lo que hace- dijo emocionada, que bipolar era.

-Claro, y por que no vamos todos? - pregunte.

- Porque se podría dar cuenta mas rápido, porque si regresa y no ve a nadie puede sospechar pero si se quedan alguien le puede decir que fuimos a algún lado- dijo - Puede ir otro mas-

-Yo- exclamo Harry saltando de su lugar -Será como una misión- dijo emocionado.

Salimos rápidamente de la casa nos pusimos unas gorras y lentes, para estar un poco prevenidos y Kim nos guió por donde ella había visto que se iba la castaña antes, luego de unas carreras entre nosotros la pudimos encontrar iba en la patineta pero no iba rápido mas bien parecía que iba pensando, la seguimos manteniendo la distancia para no ser vistos hasta llegar a un bosque, ella se adentro en el, la seguimos sin hacer ruido y nos acostamos detrás de una gran roca que estaba a lo lejos.

La chica dejo la patineta de lado, se paro frente a un árbol, lo miro y lo empezó a golpear, lo golpeaba con fuerza, con rabia, sus manos sangraban al contacto con la dura corteza del árbol, paro ella no paraba, después de unos siete fuertes puñetazos mas se dejo caer de rodillas al piso, puso sus manos en su pecho y comenzó a sollozar, mi corazón se encogió y sentí unas enormes ganas de ir a abrazarla, me pare pero Kim puso una mano en mi pecho,para evitarlo.

-Si vas se dará cuenta de que la seguimos y nos odiara por siempre- pensé un poco, tenia algo de razón me volví a agachar.

Gisselle se paro y fue hacia el lago que estaba cerca se limpio las manos ensangrentadas y se mojo la cara, se puso de pie y tomo sus cosas, camino fuera del bosque, hacia una parcela, tenia la mirada puesta en el piso, no se dio cuenta cuando topo con unas chicas y algunos hombres, la vi discutir con ellas y uno de ellos le quito su patineta, otro de ellos grababa el momento, a lo lejos se escucho unos gritos desesperados de una señora, ella giro su cabeza para verla, rodeo los ojos y golpeo al chico que tenia su patineta arrebatandosela, bajo en su patineta hacia la señora que se encontraba llorando en las vías del tren, de repente el molesto pito del tren se hizo presente, Giss tomó a la señora de los brazos y la arrastro fuera de las vías le dijo algo para luego correr nuevamente a las vías, se puso de rodillas a un lado de un niño pequeño como de unos cinco años que lloraba sin parar, intento cargarlo pero su pie se encontraba atorado entre los barrotes de las vías, el tren se acercaba rápido pitando repetidas veces, ella volteaba a ver el tren y luego al niño repetidas veces, intentaba sacarlo pero no podía, el tren se encontraba a menos de tres metros de ellos, la señora gritaba y los chicos con los que antes peleaba también gritaban preocupados , hasta que ya no vi a mi princesa, solo a los vagones del tren pasar a toda velocidad sobre donde ella y el niño se encontraban.

Mis lagrimas caían rápidamente por mis mejillas mientras corría hacia aquel tren, seguido por Harry y Kim que se encontraban en el mismo estado, mi garganta ardía y mis pulmones dejaban de tener aire debido lo rápido que corría, mis labios se secaron, mi corazón se acelero de tal manera que no me permitió correr mas y caí rendido en el frío pasto.

Solo esperaba que el tren se acabara para poder ver si mi pequeña lo habían logrado.

Se trataba del tren mas largo del mundo, sentía que había pasado horas cuando tan solo eran minutos, el ultimo vagón desapareció a lo lejos.

Un fuerte grito ensordecedor de parte de Kimberly, hizo que saliera de mi trance y corriera hacia las vías como si mi vida dependiera de ello.